RÉCORD | El padre biológico tiene más de 65 años
Recién nacidos... de 40 años
Ainhoa Iriberri | Madrid
Actualizado jueves 06/09/2012 15:02 horas
La empresa especializada en crioconservación de tejidos ReproTech es, a simple vista, una empresa más entre muchas. Sin embargo, recientemente ha saltado a la fama por convertirse en la protagonista de un nuevo récord en el campo de la fertilidad. Una muestra de esperma que ha dado la vuelta por medio país se ha convertido en la más antigua utilizada hasta la fecha para concebir niños mediante técnicas de reproducción asistida.
La muestra en cuestión data de hace más de 40 años, cuando un hombre, del que solo se sabe que era un héroe de guerra y estadounidense de origen japonés, acudió a uno de los primeros bancos de esperma comerciales del mundo, Genetic Laboratories Inc. El donante anónimo, que en el momento tenía más de 25 años, no podía tener hijos con su mujer y, más tarde, descubrió que tampoco sus hermanos varones iban a tener descendencia. Por temor a que su linaje familiar se perdiera, el héroe de guerra decidió guardar una muestra de su semen. La idea: tener hijos a través de una madre de alquiler que le garantizara que la sangre familiar no iba a terminar con él.
Pero los años pasaban y ninguna de las mujeres con las que se intentó la gestación logró un embarazo exitoso. El laboratorio original cerró y sus muestras pasaron por cuatro centros de almacenamiento más, hasta llegar a las instalaciones de Repro Tech, una empresa fundada por Russell Bierbaum, antiguo técnico de laboratorio en Genetic Laboratories Inc.
En esas décadas, el misterioso estadounidense japonés no cesó en su empeño de buscar ya no una madre, sino una familia que quisiera utilizar sus espermatozoides para proteger el legado de su familia. En noviembre de 2011, 40 años después de haber depositado su semen en una empresa ya inexistente, su sueño se hizo realidad.
Fue a través de una agencia especializada en encontrar madres de alquiler, Michelsen & Cohen, que propuso a un matrimonio incapaz de tener hijos con el esperma del marido que utilizara tan arcaico ejemplar. El padre biológico, aunque no tendrá ninguna relación con los niños, que nacieron hace apenas una semana, sí conoció a los padres para dar su visto bueno a la familia.
El encargado de presentar a los medios la historia del donante dueño del semen congelado que ha tardado más años en utilizarse para la reproducción fue precisamente Bierbaum. Se trata de todo un récord, puesto que la muestra que más tiempo había estado congelada hasta entonces databa de 28 años antes de la fecundación.
El hecho de haber llegado a este récord supone todo un éxito para la compañía, que afirma que es una demostración clara de que el traslado de muestras de semen no tiene por qué dañar a los espermatozoides.
Además, Bierbaum ha declarado que esta historia ha de servir como ejemplo a los oncólogos infantiles que pueden fallar a la hora de informar a sus jóvenes pacientes sobre las posibilidades de conservación de la fertilidad. "Esto demuestra que un muchacho puede conservar su esperma y utilizarlo sin problemas 20, 30 o 40 años después de la retirada de la muestra", afirmó en un comunicado.
La muestra en cuestión data de hace más de 40 años, cuando un hombre, del que solo se sabe que era un héroe de guerra y estadounidense de origen japonés, acudió a uno de los primeros bancos de esperma comerciales del mundo, Genetic Laboratories Inc. El donante anónimo, que en el momento tenía más de 25 años, no podía tener hijos con su mujer y, más tarde, descubrió que tampoco sus hermanos varones iban a tener descendencia. Por temor a que su linaje familiar se perdiera, el héroe de guerra decidió guardar una muestra de su semen. La idea: tener hijos a través de una madre de alquiler que le garantizara que la sangre familiar no iba a terminar con él.
Pero los años pasaban y ninguna de las mujeres con las que se intentó la gestación logró un embarazo exitoso. El laboratorio original cerró y sus muestras pasaron por cuatro centros de almacenamiento más, hasta llegar a las instalaciones de Repro Tech, una empresa fundada por Russell Bierbaum, antiguo técnico de laboratorio en Genetic Laboratories Inc.
En esas décadas, el misterioso estadounidense japonés no cesó en su empeño de buscar ya no una madre, sino una familia que quisiera utilizar sus espermatozoides para proteger el legado de su familia. En noviembre de 2011, 40 años después de haber depositado su semen en una empresa ya inexistente, su sueño se hizo realidad.
Fue a través de una agencia especializada en encontrar madres de alquiler, Michelsen & Cohen, que propuso a un matrimonio incapaz de tener hijos con el esperma del marido que utilizara tan arcaico ejemplar. El padre biológico, aunque no tendrá ninguna relación con los niños, que nacieron hace apenas una semana, sí conoció a los padres para dar su visto bueno a la familia.
El encargado de presentar a los medios la historia del donante dueño del semen congelado que ha tardado más años en utilizarse para la reproducción fue precisamente Bierbaum. Se trata de todo un récord, puesto que la muestra que más tiempo había estado congelada hasta entonces databa de 28 años antes de la fecundación.
El hecho de haber llegado a este récord supone todo un éxito para la compañía, que afirma que es una demostración clara de que el traslado de muestras de semen no tiene por qué dañar a los espermatozoides.
Además, Bierbaum ha declarado que esta historia ha de servir como ejemplo a los oncólogos infantiles que pueden fallar a la hora de informar a sus jóvenes pacientes sobre las posibilidades de conservación de la fertilidad. "Esto demuestra que un muchacho puede conservar su esperma y utilizarlo sin problemas 20, 30 o 40 años después de la retirada de la muestra", afirmó en un comunicado.
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