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Institutos Nacionales de la Salud
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Cuatro de cada diez bebés reciben alimentos sólidos demasiado pronto, halla un estudio
Con frecuencia, se cita el hambre y la incapacidad de dormir toda la noche como motivos
Traducido del inglés: martes, 26 de marzo, 2013
Los investigadores también hallaron que los bebés alimentados con fórmula tienen muchas más probabilidades de que les den alimentos sólidos demasiado pronto que los bebés amamantados.
"Las autoridades de salud aconsejan a los padres esperar hasta después de los cuatro meses, porque los bebés no están listos, desde el punto de vista del desarrollo, para comer alimentos sólidos antes", explicó la autora principal del estudio, Kelley Scanlon, epidemióloga de la división de nutrición, actividad física y obesidad de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU., en Atlanta.
Scanlon dijo que hay varios motivos más por los que los expertos no recomiendan una alimentación temprana. Uno es que la introducción temprana de alimentos sólidos se ha relacionado con una menor duración de la lactancia. El consumo temprano de comida sólida también se ha relacionado con el desarrollo de afecciones crónicas como la obesidad infantil, la enfermedad celíaca, la diabetes y el eczema, según la información de respaldo del estudio.
Para ver con qué frecuencia se seguían las recomendaciones de los expertos sobre los alimentos sólidos, Scanlon y colegas revisaron datos provistos por más de 1,300 madres con bebés.
Los investigadores hallaron que el 40 por ciento de las madres introdujeron alimentos sólidos en las dietas de sus bebés antes de los cuatro meses de edad. Alrededor del 24 por ciento de las madres que lactaban con exclusividad introdujeron alimentos sólidos temprano, mientras que cerca del 53 por ciento de los bebés alimentados con fórmula recibieron comida sólida temprano. A un poco más del 50 por ciento de los bebés que recibieron tanto leche materna como fórmula se les proporcionó alimentos sólidos antes de los cuatro meses.
Entre los motivos citados por las madres se hallaban: que el bebé tenía la edad suficiente, que el bebé parecía tener hambre, que deseaba alimentar al bebé con otra cosa además de la leche materna o la fórmula, que el bebé deseaba la comida que ella consumía, que un médico u otro profesional de la atención de la salud le había dicho que el bebé debería comenzar a comer alimentos sólidos, o que ayudaría al bebé a dormir de noche, según el estudio.
Scanlon apuntó que las madres que daban fórmula a sus bebés eran más propensas a reportar que un proveedor de la atención de la salud les había dicho que podían suministrar alimentos sólidos a sus bebés antes de los cuatro meses.
Eso sugiere que hay una necesidad real de que los médicos y otros proveedores de atención de salud "provean una información precisa y clara", subrayó Scanlon. Esos expertos "pueden ayudar a los padres a comprender mejor las pistas de alimentación de sus bebés", aseguró. "No siempre que un bebé llora es porque tiene hambre".
Los investigadores también hallaron que las madres que empezaban a ofrecer alimentos sólidos antes eran más propensas a ser más jóvenes, a no estar casadas, a contar con un menor nivel educativo y a estar participando en programas de alimentación del gobierno para madres, bebés y niños.
La Dra. Ruby Roy, médica del Hospital Pediátrico La Rabida en Chicago, dijo que los hallazgos del estudio no la sorprendían. "Muchos de esos padres dicen que a los tres meses sus hijos tienen más hambre. Y es verdad. Generalmente, a los tres meses hay un estirón, así que aumentar la lactancia o la cantidad de fórmula es adecuado", dijo Roy.
Roy señaló que no les dice a los padres que esperen a una edad específica, sino que observen las señales de que el bebé está listo para los alimentos sólidos. "Algunos niños están listos a los 6 meses, otros a los 5 meses y 2 semanas, así que en lugar de una regla absoluta, les explico que esperen a que el bebé esté listo", apuntó.
Según Roy, los bebés no están listos para los sólidos hasta el momento en que pueden sentarse solos con la ayuda de un buen respaldo, y cuando pierden lo que se conoce como el reflejo de "extrusión de la lengua". Si intenta dar alimentos sólidos al bebé con una cuchara y el bebé saca la comida con la lengua, todavía no está listo para comer alimentos sólidos, explicó Roy.
Roy y Scanlon concurrieron en que los padres no deben intentar esquivar este reflejo añadiendo cereal a los biberones.
"Los alimentos sólidos no son intrínsecamente mejores ni tienen una mayor densidad calórica que la leche de seno o la fórmula", dijo Roy. Y añadió que "los alimentos sólidos pueden resultar nocivos para los niños cuando se introducen demasiado pronto".
Los resultados del estudio se publicaron en línea el 25 de marzo en la revista Pediatrics, como adelanto de la edición impresa de junio.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
(c) Derechos de autor 2013, HealthDay
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