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Institutos Nacionales de la Salud
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Los niños de las minorías con autismo son menos propensos a utilizar los servicios especializados, según un estudio
En comparación con los niños blancos, los pacientes negros y los hispanos podrían estar desaprovechando ciertos tipos de atención
Traducido del inglés: martes, 18 de junio, 2013
Investigadores del Hospital General de Niños de Massachusetts, en Boston, hallaron que las tasas de acceso de los niños minoritarios a especialistas como gastroenterólogos, neurólogos y psiquiatras, además de a las pruebas que esos especialistas utilizan, estaban bastante por debajo que las de los niños blancos.
"Lo que me sorprendió no fueron las tendencias, sino lo significativas que eran", aseguró la autora del estudio, la Dra. Sarabeth Broder-Fingert, miembro del departamento de pediatría del MassGeneral y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. "Según mi experiencia clínica y parte de la literatura sobre el tema, pensaba que probablemente veríamos algunas diferencias entre los niños blancos y los no blancos en la atención especializada... pero algunas de estas diferencias eran realmente grandes, sobre todo en los servicios gastrointestinales".
El estudio aparece en la edición en línea del 17 de junio de la revista Pediatrics.
Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU., alrededor de uno de cada 50 niños en edad escolar ha sido diagnosticado con un trastorno del espectro autista, un conjunto de problemas del neurodesarrollo que se caracteriza por dificultades en la interacción social, la comunicación y unas conductas e intereses restringidos. La investigación ha indicado que los niños con un trastorno del espectro autista tienen más probabilidades de sufrir de otras complicaciones médicas, como las convulsiones, los trastornos del sueño, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la ansiedad y problemas digestivos.
En el nuevo estudio, Broder-Fingert y su equipo examinaron datos de más de 3,600 pacientes de autismo de 2 a 21 años de edad durante un periodo de diez años. La gran mayoría de los pacientes eran blancos, el 5 por ciento eran negros y el 7 por ciento hispanos. Alrededor de 1,500 de los pacientes de autismo habían recibido atención especializada.
Lo más notable es que casi el 14 por ciento de los niños blancos usaron servicios de gastroenterología o nutrición, frente a solo el 9 por ciento de los negros y el 10 por ciento de los hispanos. Muchos más niños blancos recibieron pruebas como las colonoscopias y las endoscopias, mientras que los blancos también buscaban más evaluaciones psiquiátricas, y los hispanos utilizaban menos estudios neurológicos, estudios del sueño y pruebas neuropsiquiátricas.
Broder-Fingert apuntó que muchos niños con autismo tienen problemas gastrointestinales o del sueño, lo que puede conducir a problemas conductuales adicionales si no se diagnostican o tratan de forma adecuada.
"Me preocupa porque el autismo es un trastorno muy complejo", dijo. "Los niños tienen algún tipo de dificultad de la comunicación, así que si tienen problemas estomacales o del sueño quizás expresarlo les sea difícil. Siempre me preocupa que estos niños no reciban toda la atención que necesitan en general, y los niños de las minorías están en mayor [riesgo] de no recibir la atención que necesitan".
La investigación ofreció varios motivos posibles para la disparidad, pero Broder-Fingert opinó que el escenario más probable es que los médicos no necesariamente saben cuándo remitir a estos pacientes a la atención especializada, o a quién remitirlos.
"Y si algunas familias defienden más unos servicios que otros, quizás los médicos estén más al tanto", añadió. "Me preocupa que las familias de los niños blancos sean más propensas a acudir al médico y decir que sus hijos necesitan una colonoscopia porque les duele el estómago. Creo que se trata de una combinación entre la defensoría de los padres y la falta de conocimiento de los médicos".
Los hallazgos ofrecen datos firmes para respaldar algunas de las suposiciones que los médicos ya tenían sobre cómo se ofrecen servicios a las distintas poblaciones, añadió la Dra. Patricia Manning-Courtney, profesora asociada de pediatría clínica y directora médica del Centro de Trastornos del Espectro Autista Kelly O'Leary del Centro Médico del Hospital Pediátrico de Cincinnati.
"Si los niños no blancos usan menos los servicios, necesitamos un mejor programa de alcance para la comunidad minoritaria", enfatizó Manning-Courtney. Por otro lado, "si los blancos reciben remisiones y procedimientos innecesarios, necesitamos una mejor educación sobre lo que resulta necesario", añadió.
"No hay directrices sobre cómo proceder con la evaluación [de las necesidades de atención especializada], lo que pone mucha responsabilidad en las manos de los padres", comentó. "Asignamos atención a las personas que más la buscan, en vez de hacerlo con las que más lo necesitan".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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