Hiperconexiones neuronales pueden provocar la discapacidad social en los niños autistas
09-11/11/2013 - E.P.
Las medidas de conectividad en la corteza cerebral mediante pruebas de imagen pueden ser utilizadas como una ayuda para el diagnóstico que hoy en día se basa exclusivamente en criterios de comportamiento
Los cerebros de los niños con autismo muestran más conexiones que el cerebro de los menores típicamente en desarrollo, siendo los que poseen más síntomas de discapacidad social los que tienen más hiperconexiones, según los resultados de dos estudios independientes publicados en 'Cell Reports'. Este trabajo cuestiona la idea que prevalece en este campo sobre que los cerebros autistas carecen de conexiones neuronales.
Los hallazgos podrían conducir a nuevas estrategias de tratamiento y nuevas maneras de detectar el autismo temprano, según sus autores. El trastorno del espectro autista es una alteración neurológica que afecta a casi uno de cada 88 niños.
"Nuestro estudio aborda uno de las preguntas abiertas más interesantes en la investigación del autismo -subrayó Kaustubh Supekar, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos--. Mediante el uso de una de las mayores y más heterogéneas bases de datos pediátricos de neuroimagen funcional hasta la fecha, hemos demostrado que los cerebros de los niños con autismo están hiperconectados, una característica que se vincula a la severidad de la discapacidad social exhibida por estos niños".
En el segundo estudio publicado en 'Cell Reports', Ralph-Axel Müller y sus colegas de la Universidad Estatal de San Diego, en California, Estados Unidos, se centraron específicamente en las regiones cerebrales vecinas para encontrar un incremento atípico de conexiones en adolescentes con un diagnóstico de trastorno del espectro autista. Ese exceso de conexión, observado en particular en las regiones del cerebro que controlan la visión, también estaba relacionado con la gravedad del síntoma.
Según Müller, las medidas de conectividad local en la corteza pueden ser utilizadas como una ayuda para el diagnóstico, que hoy en día se basa exclusivamente en criterios de comportamiento. Por su parte, Supekar subraya que estos nuevos puntos de vista del cerebro autista plantean la intrigante posibilidad de que algunos medicamentos para la epilepsia pueden ser utilizados para tratar el autismo.
"Nuestros hallazgos sugieren que el desequilibrio de la excitación y la inhibición de los circuitos cerebrales locales podría generar déficits cognitivos y de comportamiento observados en el autismo ", dijo Menon. Ese desequilibrio es un sello distintivo de la epilepsia, lo que podría explicar por qué los niños con autismo a menudo sufren de epilepsia también.
Los hallazgos podrían conducir a nuevas estrategias de tratamiento y nuevas maneras de detectar el autismo temprano, según sus autores. El trastorno del espectro autista es una alteración neurológica que afecta a casi uno de cada 88 niños.
"Nuestro estudio aborda uno de las preguntas abiertas más interesantes en la investigación del autismo -subrayó Kaustubh Supekar, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos--. Mediante el uso de una de las mayores y más heterogéneas bases de datos pediátricos de neuroimagen funcional hasta la fecha, hemos demostrado que los cerebros de los niños con autismo están hiperconectados, una característica que se vincula a la severidad de la discapacidad social exhibida por estos niños".
En el segundo estudio publicado en 'Cell Reports', Ralph-Axel Müller y sus colegas de la Universidad Estatal de San Diego, en California, Estados Unidos, se centraron específicamente en las regiones cerebrales vecinas para encontrar un incremento atípico de conexiones en adolescentes con un diagnóstico de trastorno del espectro autista. Ese exceso de conexión, observado en particular en las regiones del cerebro que controlan la visión, también estaba relacionado con la gravedad del síntoma.
Según Müller, las medidas de conectividad local en la corteza pueden ser utilizadas como una ayuda para el diagnóstico, que hoy en día se basa exclusivamente en criterios de comportamiento. Por su parte, Supekar subraya que estos nuevos puntos de vista del cerebro autista plantean la intrigante posibilidad de que algunos medicamentos para la epilepsia pueden ser utilizados para tratar el autismo.
"Nuestros hallazgos sugieren que el desequilibrio de la excitación y la inhibición de los circuitos cerebrales locales podría generar déficits cognitivos y de comportamiento observados en el autismo ", dijo Menon. Ese desequilibrio es un sello distintivo de la epilepsia, lo que podría explicar por qué los niños con autismo a menudo sufren de epilepsia también.
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