sábado, 25 de junio de 2016

Sobre la controversia del colesterol, sus contradicciones y las dudas que genera ► IntraMed - Puntos de vista - Lo bueno, lo malo y la ideología

IntraMed - Puntos de vista - Lo bueno, lo malo y la ideología

IntraMed

Escepticemia por Gonzalo Casino | 20 JUN 16
Lo bueno, lo malo y la ideología
Sobre la controversia del colesterol, sus contradicciones y las dudas que genera
  9   (2)   
Autor: Gonzalo Casino Fuente: IntraMed / Fundación ESteve 
En el relato sobre la salud y la enfermedad que elaboran las autoridades médicas hay, como en todos los cuentos morales, buenos y malos. Este relato, que tiene una versión profesional y otra más popular, es ciertamente útil y necesario, pues sirve de guía a los médicos y los ciudadanos. Con la salvedad del tabaco, uno de los personajes más malvados es el colesterol-LDL. De hecho, se le ha colgado la etiqueta de malo para distinguirlo del bueno, el colesterol-HDL. Mientras el malo contribuye a formar la placa de ateroma que endurece y obstruye las arterias, el bueno ayuda a disolverla; uno favorece la mortalidad cardiovascular y el otro la previene. Dicha de forma simple, esta es la hipótesis del colesterol, sedimentada durante el último medio siglo y marco de referencia para la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular. Lo que ocurre con esta parte del cuento es que no convence a todos, porque tiene sus fisuras, sus limitaciones y sus datos contradictorios. Una nueva revisión de estudios nos ofrece ahora una versión diferente de la historia, en la que el colesterol malo no es tan malo como lo pintan.

El estudio en cuestión, publicado en BMJ Open, muestra que no existe asociación entre el colesterol malo y la mortalidad cardiovascular en mayores de 60 años, o que incluso dicha asociación sería inversa. Los datos son polémicos, pues contradicen la versión hegemónica y siembran dudas sobre si las recomendaciones de las principales sociedades médicas son correctas del todo. Y no se trata de un estudio aislado, sino de una revisión sistemática de 19 estudios que incluyen 30 cohortes con más de 68.000 personas, elaborada por investigadores de EE UU, Japón, Suecia, Reino Unido e Italia. El trabajo ha sido, además, publicado por una revista de prestigio y después de una evaluación pública y minuciosa del trabajo. La polémica, por tanto, está servida y justificada.

La revisión del BMJ Open tiene no pocas limitaciones y no parece que a corto plazo vaya a alterar las actuales recomendaciones. La posición ortodoxa está avalada, entre otras pruebas, por unarevisión con metaanálisis de 61 estudios publicada en The Lancet. En cambio, la revisión que siembra ahora la polémica es de menor envergadura, no incluye un metaanálisis (es, simplemente, narrativa), solo considera estudios publicados en inglés y no discrimina a los participantes que tenían de partida un colesterol malo elevado y recibieron tratamiento con estatinas para reducirlo, alargando quizá así su vida. El asunto es, sin duda, muy complejo, pero esta complejidad no es excusa para no seguir estudiando la hipótesis del colesterol y aclarar si ha habido excesos al demonizarlo.

La idea de que el colesterol malo quizá no es tan malo como se creía, que es lo que sugiere este nuevo trabajo, está lejos de ser confirmada. Pero tampoco es descabellada. Entre los 17 autores de la polémica revisión, algunos son miembros  de The International Network of Cholesterol Skeptics y cuatro de ellos han publicado libros criticando la hipótesis del colesterol. Esto no tiene por qué desautorizar su trabajo, simplemente indica que hay otras hipótesis. A las farmacéuticas, en cambio, les beneficia la visión hegemónica, ya que favorece el lucrativo mercado de las estatinas, que son cada vez más caras. Aunque la trama sea compleja, los médicos y los ciudadanos necesitan tener un relato claro al que atenerse, que no simplifique en exceso entre buenos y malos, y en el que la ciencia tenga un papel más relevante que la ideología. Porque, a menudo, la ideología no tiene otro sustrato que el beneficio económico o profesional.


Columna patrocinada por IntraMed y la Fundación Dr. Antonio Esteve (España)

No hay comentarios:

Publicar un comentario