lunes, 6 de junio de 2016

La introducción de nuevos biomarcadores debe ser un proceso meditado - DiarioMedico.com

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CONGRESO DE PEDIATRÍA

La introducción de nuevos biomarcadores debe ser un proceso meditado

Sin dudar de la utilidad de los biomarcadores en el manejo de cuidados intensivos, urgencias pediátricas y neonatología, hay que meditar el beneficio clínico de añadir otros nuevos.
Enrique Mezquita. Valencia   |  06/06/2016 15:04
 
 

Carlos Luaces, Corsino Rey y Antonio Cuñarro
Carlos Luaces, Corsino Rey y Antonio Cuñarro, en el Congreso Nacional de Pediatría, en Valencia. (Enrique Mezquita)
Los biomarcadores contribuyen a mejorar el manejo del paciente infeccioso, si bien los expertos consideran que antes de incorporar otros nuevos hay que realizar un proceso que garantice un aumento del beneficio clínico ya existente.
Así lo han puesto de manifiesto en un debate sobre biomarcadores, celebrado en el LXIV Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en Valencia, donde se ha abordado el uso de biomarcadores en cuidados intensivos, neonatología y urgencias pediátricas. Tanto la proteína C reactiva, algunas interleucinas como la procalcitonina están dando resultados efectivos y contrastados, por lo que hay que estudiar bien la incorporación de nuevas moléculas.
Según Corsino Rey, jefe de la Sección de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Universitario Central de Asturias y profesor titular de Pediatría de la Universidad de Oviedo, por su experiencia en cuidados intensivos pediátricos, el biomarcador "es una ayuda, pero nunca puede sustituir a la práctica clínica".
"En cuidados intensivos pediátricos, nos ayudan en el diagnóstico (presencia o no de infección), pronóstico (nivel de gravedad y riesgo de mortalidad) y pauta terapéutica: inicio, cambio o retirada de antibióticos, atendiendo a la evolución clínica de paciente y al biomarcador".
Rey ha alertado sobre la inconveniencia de "solicitar en exceso purebas de biomarcadores u otros exámenes complementarios por rutina", incrementando el gasto sin mejorar la atención de los pacientes.
Por su parte, Antonio Cuñarro, neonatólogo del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón (Madrid), ha destacado que "tenemos que ir avanzando poco a poco y con paso firme, en relación a la incorporación de nuevos biomarcadores, y siempre teniendo en cuenta que proporcionen beneficios clínicos adicionales".
En esta línea, ha recordado que existen técnicas y biomarcadores "muy novedosos y prometedores (interleucina-8, CD11D, microarray, de proteómica), pero que a día de hoy aún están en investigación".
A modo de ejemplo de ese proceso progresivo, Carlos Luaces, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital San Juan de Dios, de Barcelona, ha comentado: "En estos momentos, disponemos denuevos biomarcadores que nos permiten aproximarnos mejor al niño con fiebre, que es uno de los principales motivos de consulta de Urgencias. A los ya clásicos procalcitonina y proteína C reactiva se está uniendo la pro-adrenomedulina, que tiene un papel distinto con información pronóstica en vez de diagnóstica".
Para Luaces, esa incorporación contrastada y eficaz de biomarcadores posibilita "utilizar los recursos de una manera mucho más racional", evitando ingresos y un uso excesivo de antibióticos.

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