La pérdida de peso reduce los riesgos cardiacos de personas con diabetes aunque luego engorden de nuevo
22/06/2016 - E.P.
Lo importante son los descensos de glucemia y colesterol la reducción de la presión arterial a largo plazo
Investigadores de la Universidad de Brown (Estados Unidos) han descubierto que la reducción del riesgo cardiovascular que consiguen los pacientes con diabetes tipo 2 cuando pierden peso puede mantenerse aunque luego vuelvan a engordar, ya que les ayuda a mejorar sus niveles de azúcar en sangre y de colesterol y a reducir su presión arterial a largo plazo.
De hecho, según los resultados publicados en la revista Diabetes Care, han visto que después de cuatro años incluso quienes volvieron a su peso inicial seguían teniendo un mejor perfil glucémico que quienes no habían perdido peso en ese periodo.
"Dado que muchas personas pierden peso y luego lo recuperan, es importante saber si esto conllevaba peores o mejores resultados que en quienes no perdían nada", ha reconocido Rena Wing, profesora de Psiquiatría del Warren Alpert Medical School y coautora del estudio.
Los investigadores utilizaron datos de más de 1.400 adultos con sobrepeso u obesos con diabetes tipo 2 que participaron en un ensayo aleatorizado en el que, durante 10 años, se analizaron los cambios de dieta y la práctica de ejercicio que llevaron a cabo, en comparación con quienes no modificaron sus hábitos de vida.
Los participantes fueron animados a que perdieran al menos el 7 por ciento de su peso y a que hicieran una media de 175 minutos de actividad física moderada cada semana.
Al término de cuatro años fueron divididos en diferentes categorías en función del peso que habían perdido (nada, una pérdida moderada de entre el 3 y 8 por ciento de su peso; una más grande, del 8 al 20 por ciento de su peso) y cuánto habían recuperado, sólo un poco o por completo.
La mayoría de los participantes logró perder una cantidad importante pero en parte lo recuperaron después de cuatro años. Cuanto mayor fue la pérdida mejor lograron controlar los niveles de azúcar en sangre, su presión arterial sistólica, el colesterol y los niveles de triglicéridos, según los resultados.
En quienes luego recuperaron los kilos perdidos se vio como después de un año los niveles de azúcar volvían a empeorar pero, al menos en el cuarto año, todavía seguían mejores que en quienes no habían perdido tanto peso.
"La pérdida de peso reduce el tejido adiposo y mejora la sensibilidad a la insulina", ha explicado Wing, lo que también conlleva una reducción de la inflamación y una mejoría de los factores de riesgo que se mantiene en el tiempo, lo que consideran una especie de "memoria metabólica".
Dado que el estudio se ha limitado a cuatro años, los autores tienen dudas de si los efectos de la diabetes pueden reajustarse después de más tiempo en caso de volver a engordar, de ahí que esta experta insista en que "lo mejor es bajar de peso y luego mantenerse", ha insistido.
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