Obesidad abdominal (visceral) | 01 MAR 17
Mujeres mayores: la grasa abdominal es más peligrosa que el sobrepeso
Mientras que un poco de peso de más no aumenta el riesgo de morir, el peso en el vientre sí lo hace
En las mujeres mayores, lo que resulta letal no es el exceso de peso, pero el lugar donde ese exceso de peso se acumula puede acortar la vida, informa un nuevo estudio.
Entre las mujeres de 70 a 79 años, tener sobrepeso o ser obesa no pareció restar años de vida, a menos que el peso se centrara en la cintura. Pero tener peso de menos también pareció reducir la vida, encontraron los investigadores.
"La grasa abdominal es mucho más letal que tener peso en exceso", advirtió la investigadora líder, Zhao Chen, catedrática del departamento de epidemiología y estadísticas en el Colegio de Salud Pública de la Universidad de Arizona.
Aunque el estudio encontró que una cintura de circunferencia grande es nociva, las mujeres hispanas tenían cierta protección: presentaban unas tasas más bajas de mortalidad con cualquier medida de cintura o nivel de IMC que las mujeres blancas o negras.
Chen añadió que "una mujer mayor debe preocuparse cuando su peso es inferior de lo normal para su estatura, y preocuparse menos cuando tiene un poco más de peso de lo normal".
Los investigadores encontraron que el riesgo de mortalidad aumentaba cuando la circunferencia de la cintura medía más de 31.5 pulgadas (80 centímetros), y clasificaron cualquier medida por encima de casi 35 pulgadas (88 centímetros) como un "riesgo extremo".
El estudio observó el peso usando las medidas del índice de masa corporal (IMC). El IMC es un cálculo aproximado de la grasa corporal de una persona basado en la estatura y el peso. Un IMC de 18.5 a 24.9 es considerado como peso normal. Por debajo de 18.5 es peso bajo, mientras que de 25 a 29.9 se considera sobrepeso.
La obesidad es un IMC de 30 o más. Pero la obesidad se puede dividir en tres clases, como hizo este estudio. La obesidad clase I o "leve" es un IMC de 30 a 34.9. La clase II es de 35 a 39.9, y la clase III es un IMC de a partir de 40.
Aunque tener sobrepeso con frecuencia se considera como algo generalmente malo para la salud, qué tan malo sea puede depender de la edad, la raza y la etnia, señaló Chen.
"Algunas de esas diferencias podrían relacionarse con el hecho de que el peso corporal no captura el riesgo de mortalidad, como hacen las medidas de la circunferencia de la cintura, que encontramos que está asociado de forma constante con una mortalidad más alta", dijo Chen.
En general, estos hallazgos sugieren que tener poco peso es más nocivo en las mujeres mayores, y tener un poco más de peso a una edad avanzada podría resultar beneficioso, explicó.
El peso corporal puede reflejar varios aspectos distintos de la composición del cuerpo, y cada uno refleja la salud y la enfermedad de su propia forma, dijo Chen.
"El peso se debe interpretar con precaución respecto a la edad, la etnia, la raza y otras medidas de la salud, como la circunferencia de la cintura", dijo.
En el estudio, Chen y sus colaboradores revisaron datos de casi 162,000 mujeres de 50 a 79 años de edad que participaron en la Iniciativa de Salud de las Mujeres, un importante estudio sobre las mujeres postmenopáusicas realizado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Al inicio del estudio, los investigadores midieron la estatura, el peso y el tamaño de la cintura de todas las participantes, y registraron otros datos sobre el estilo de vida.
A lo largo de 11 años de seguimiento, murieron más de 18,000 mujeres.
Los investigadores encontraron que tener sobrepeso o ser ligeramente obesa no afectó a la longevidad. La obesidad clase II o III aumentó las probabilidades de muerte precoz en más o menos un 10 por ciento.
Una mayor circunferencia de la cintura se vinculó de forma constante con unas tasas de mortalidad más altas durante el estudio.
La Dra. Jill Rabin es jefa conjunta de la división de atención ambulatoria en los Programas de Salud de las Mujeres y Servicios PCAP de Northwell Health en New Hyde Park, Nueva York. Cree que estos hallazgos pueden ser útiles para las mujeres mayores.
"Es alentador que las mujeres mayores no tengan que ser flacas ni intentar mantener el mismo peso que cuando eran jóvenes", comentó Rabin. "Quizá sea más saludable tener un poco más de peso, excepto si la grasa rodea a la cintura".
"Las mujeres cuyo peso se centra en la cintura deben intentar perder ese peso con dieta y ejercicio", planteó Rabin.
Otra especialista concurrió en que la grasa en la cintura es el tipo más peligroso.
"La adiposidad central aumenta el riesgo de muerte de cualquier persona", advirtió Sharon Zarabi, directora del programa bariátrico del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Como practicantes sanitarios, estamos abandonando al índice de masa corporal como indicador del riesgo de la salud y observando más a la composición corporal, usando la circunferencia de la cintura y el porcentaje de grasa corporal", dijo Zarabi.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 23 de febrero de la revista Journal of the American Geriatrics Society.
FUENTES: Zhao Chen, Ph.D., M.P.H., professor and chair, department of epidemiology and biostatistics, College of Public Health, University of Arizona, Tucson; Sharon Zarabi, R.D., director, bariatric program, Lenox Hill Hospital, New York City; Jill Rabin, M.D., co-chief, division of ambulatory care, Women's Health Programs-PCAP Services, Northwell Health, New Hyde Park, N.Y.; Feb. 23, 2017, Journal of the American Geriatrics Society
Entre las mujeres de 70 a 79 años, tener sobrepeso o ser obesa no pareció restar años de vida, a menos que el peso se centrara en la cintura. Pero tener peso de menos también pareció reducir la vida, encontraron los investigadores.
"La grasa abdominal es mucho más letal que tener peso en exceso", advirtió la investigadora líder, Zhao Chen, catedrática del departamento de epidemiología y estadísticas en el Colegio de Salud Pública de la Universidad de Arizona.
Aunque el estudio encontró que una cintura de circunferencia grande es nociva, las mujeres hispanas tenían cierta protección: presentaban unas tasas más bajas de mortalidad con cualquier medida de cintura o nivel de IMC que las mujeres blancas o negras.
Chen añadió que "una mujer mayor debe preocuparse cuando su peso es inferior de lo normal para su estatura, y preocuparse menos cuando tiene un poco más de peso de lo normal".
Los investigadores encontraron que el riesgo de mortalidad aumentaba cuando la circunferencia de la cintura medía más de 31.5 pulgadas (80 centímetros), y clasificaron cualquier medida por encima de casi 35 pulgadas (88 centímetros) como un "riesgo extremo".
El estudio observó el peso usando las medidas del índice de masa corporal (IMC). El IMC es un cálculo aproximado de la grasa corporal de una persona basado en la estatura y el peso. Un IMC de 18.5 a 24.9 es considerado como peso normal. Por debajo de 18.5 es peso bajo, mientras que de 25 a 29.9 se considera sobrepeso.
La obesidad es un IMC de 30 o más. Pero la obesidad se puede dividir en tres clases, como hizo este estudio. La obesidad clase I o "leve" es un IMC de 30 a 34.9. La clase II es de 35 a 39.9, y la clase III es un IMC de a partir de 40.
Aunque tener sobrepeso con frecuencia se considera como algo generalmente malo para la salud, qué tan malo sea puede depender de la edad, la raza y la etnia, señaló Chen.
"Algunas de esas diferencias podrían relacionarse con el hecho de que el peso corporal no captura el riesgo de mortalidad, como hacen las medidas de la circunferencia de la cintura, que encontramos que está asociado de forma constante con una mortalidad más alta", dijo Chen.
En general, estos hallazgos sugieren que tener poco peso es más nocivo en las mujeres mayores, y tener un poco más de peso a una edad avanzada podría resultar beneficioso, explicó.
El peso corporal puede reflejar varios aspectos distintos de la composición del cuerpo, y cada uno refleja la salud y la enfermedad de su propia forma, dijo Chen.
"El peso se debe interpretar con precaución respecto a la edad, la etnia, la raza y otras medidas de la salud, como la circunferencia de la cintura", dijo.
En el estudio, Chen y sus colaboradores revisaron datos de casi 162,000 mujeres de 50 a 79 años de edad que participaron en la Iniciativa de Salud de las Mujeres, un importante estudio sobre las mujeres postmenopáusicas realizado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Al inicio del estudio, los investigadores midieron la estatura, el peso y el tamaño de la cintura de todas las participantes, y registraron otros datos sobre el estilo de vida.
A lo largo de 11 años de seguimiento, murieron más de 18,000 mujeres.
Los investigadores encontraron que tener sobrepeso o ser ligeramente obesa no afectó a la longevidad. La obesidad clase II o III aumentó las probabilidades de muerte precoz en más o menos un 10 por ciento.
Una mayor circunferencia de la cintura se vinculó de forma constante con unas tasas de mortalidad más altas durante el estudio.
La Dra. Jill Rabin es jefa conjunta de la división de atención ambulatoria en los Programas de Salud de las Mujeres y Servicios PCAP de Northwell Health en New Hyde Park, Nueva York. Cree que estos hallazgos pueden ser útiles para las mujeres mayores.
"Es alentador que las mujeres mayores no tengan que ser flacas ni intentar mantener el mismo peso que cuando eran jóvenes", comentó Rabin. "Quizá sea más saludable tener un poco más de peso, excepto si la grasa rodea a la cintura".
"Las mujeres cuyo peso se centra en la cintura deben intentar perder ese peso con dieta y ejercicio", planteó Rabin.
Otra especialista concurrió en que la grasa en la cintura es el tipo más peligroso.
"La adiposidad central aumenta el riesgo de muerte de cualquier persona", advirtió Sharon Zarabi, directora del programa bariátrico del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Como practicantes sanitarios, estamos abandonando al índice de masa corporal como indicador del riesgo de la salud y observando más a la composición corporal, usando la circunferencia de la cintura y el porcentaje de grasa corporal", dijo Zarabi.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 23 de febrero de la revista Journal of the American Geriatrics Society.
FUENTES: Zhao Chen, Ph.D., M.P.H., professor and chair, department of epidemiology and biostatistics, College of Public Health, University of Arizona, Tucson; Sharon Zarabi, R.D., director, bariatric program, Lenox Hill Hospital, New York City; Jill Rabin, M.D., co-chief, division of ambulatory care, Women's Health Programs-PCAP Services, Northwell Health, New Hyde Park, N.Y.; Feb. 23, 2017, Journal of the American Geriatrics Society
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