En cinco años, la técnica CRISPR tendrá aplicaciones reales

Los padres de la tecnología CRISPR, los investigadores Francisco Martínez Mojica, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, reciben este jueves el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA por sus investigaciones en la tecnología CRISPR, método que en cinco años dispondrá de aplicaciones reales.

Raquel Serrano. Madrid | 14/06/2017 13:59

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Los premiados Emmanuelle Charpentier, Jennifer Doudna y Francisco Martínez Mojica. (Fbbva)

Emmanuelle Charpentier, directora del Instituto Max Planck de la Biología de la Infección de Berlín (Alemania), Jennifer Doudna, catedrática de Química y Biología Molecular de la Universidad de California, en Berkeley (Estados Unidos) y Francisco Martínez Mojica, profesor titular del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, reciben este jueves el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento.

Este trío de ases de la investigación básica son los ganadores de la IX edición en la categoría de Biomedicina por sus trabajos en la técnica de edición genética CRISPR esta herramienta es fruto de la constancia del español Francisco Mojica con el estudio de una bacteria en las salinas de Santa Pola. En la actualidad, el método, conocido popularmente corta-pega centra las investigaciones de equipos científicos de todo el mundo. Esta tecnología podría abanderar en un futuro el diagnóstico y tratamiento de muchas de las patologías que, actualmente, carecen de soluciones concretas.

Garantizar su solidez

Para Charpentier, la comunidad científica dispone de una herramienta muy valiosa que debe utilizarse "para solucionar problemas reales y no para crear problemas". En este sentido, ha manifestado a DM que en los próximos cinco años "asistiremos a la aplicación de este tipo de tecnología en la que hay que garantizar, y esto incluye a la comunidad científica pero también a a la sociedad, su solidez como única forma de no generar problemas".

Doudna, se ha mostrado optimista en el despegue de la tecnología CRISPR pues prevé que en uno o dos años empezarán a surgir ensayos clínicos, tanto de laboratorios como académicos, en enfermedades genéticas y hematológicas. Por ejemplo, en algunos centros ya se trabaja con aplicaciones hematológicas muy precisas en niños", ha adelantado a DM la investigadora, quien añade que uno de los retos futuros en el terreno de la tecnología CRISPR es concretar "cómo hacer llegar estas moléculas a las zonas modificadas en agricultura, por ejemplo, un aspecto muy presente en el Instituto Genómico de Alemania.

A la vanguardia terapéutica

Martínez Mojica, padre del desarrollo de esta metodología, ha señalado que ya se están llevando ensayos en los que CRISPR se emplean como herramientas como "potenciadoras de las células inmunitarias, lo que podría favorecer su empleo en ciertos tumores, como el cáncer de pulmón". El pasado año, oncólogos del Hospital Universitario de Sichuan, en China, inyectaron a un paciente con cáncer pulmonar células de su sistema inmune que previamente habían sido editadas para potenciar su actividad de reconocimiento y ataque frente a las células cancerígenas, "aunque los estudios aún están en marcha", señala Charpentier.

El uso de CRISPR también se investiga, en modelo experimental, en degeneración retiniana y en distrofia muscular de Duchenne, en cáncer de páncreas, cultivo de órganos genéticamente humanos en otras especies, entre otras áreas. Un amplio abanico de posibilidades para el desarrollo de, según Martínez Mojica, "una herramienta multifuncional y modelo de investigación básica que ha generado beneficio probado.