MIÉRCOLES, 6 de diciembre de 2017 (HealthDay News) -- Es un consejo común de los médicos para las personas mayores: camine alrededor de la manzana cada día, para ayudar a mantenerse en forma.
El problema es que ese consejo podría hacer más mal que bien si uno vive en un vecindario en que el aire está lleno de esmog, muestra un nuevo estudio. Una investigación británica sugiere que los efectos malsanos de respirar aire contaminado podrían superar a cualquier beneficio que caminar a diario ofrece.
"Con frecuencia, el único ejercicio que pueden hacer muchas personas, como los adultos mayores o las que tienen una enfermedad crónica, es caminar", anotó el investigador líder, el Dr. Kian Fan Chung, del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Colegio Imperial de Londres.
Pero "nuestro estudio sugiere que podríamos aconsejar a esa gente que camine en espacios verdes, lejos de las áreas urbanizadas y la contaminación del tráfico", planteó Chung en un comunicado de prensa de la Universidad de Duke. "Pero para los que viven en áreas marginadas, esto podría resultar difícil, y podría tener un costo asociado si tienen que desplazarse más lejos de donde viven o trabajan".
El estudio se realizó en Londres, pero un experto en salud respiratoria de EE. UU. dijo que es probable que los hallazgos apliquen en todos sitios.
"No es sorprendente que las calles contaminadas por el tráfico pudieran negar los efectos cardiorrespiratorios de caminar para los adultos mayores", dijo el Dr. Len Horovitz, especialista pulmonar en el Hospital Lenox Hill, de la ciudad de Nueva York.
Aconseja que "este grupo [mayor], que también podría sufrir de EPOC, evite caminar en las horas pico del tráfico, y el ejercicio bajo techo podría ser más preferible y seguro".
El nuevo estudio aparece en la edición del 5 de diciembre de la revista The Lancet, y en el mismo participaron 119 adultos de a partir de 60 años de edad. De esas personas, 40 estaban sanas, 40 estaban siendo tratadas por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y 39 estaban siendo tratadas por enfermedad cardiaca. Ninguno de los pacientes era un fumador actual.
Cada participante se asignó al azar a caminar durante dos horas: en una calle con mucho tráfico, o en una zona tranquila de un parque. Entre tres y ocho semanas más tarde, los voluntarios cambiaron y caminaron en el otro lugar.
Antes y después de cada caminata, los investigadores evaluaron los niveles de contaminantes aéreos relacionados con el tráfico, como el carbono negro, la materia particulada y el dióxido de nitrógeno. También midieron la función pulmonar y la salud cardiaca de los participantes.
El estudio mostró que caminar en el parque tranquilo mejoró la capacidad pulmonar y alivió la rigidez de las arterias de las personas mayores durante hasta 26 horas.
Pero por otra parte, caminar en las calles concurridas proveyó menos beneficios para los pulmones de los participantes, y también se vinculó con un endurecimiento de sus arterias. Según los investigadores, esto probablemente se deba a una mayor exposición al hollín del carbón y a otras formas de contaminación del aire asociadas con el escape del diesel.
Los efectos fueron incluso más notables en las personas con EPOC, que desarrollaron bloqueos en las vías respiratorias pequeñas que los hicieron toser, respirar con sibilancia y sentir falta de aire, señaló el equipo de Chung.
Las personas con enfermedad cardiaca también tuvieron más endurecimiento de las arterias si no tomaban medicamentos para controlar su afección, mostró la investigación. Eso sugiere que los medicamentos podrían ayudar a aliviar los efectos nocivos del aire lleno de esmog en este grupo.
"Tomar medicamentos que mejoran la rigidez de las arterias, como las estatinas, los inhibidores de la ECA y los bloqueadores del canal del calcio bien podría reducir los efectos de la contaminación atmosférica en los individuos con enfermedad cardiaca isquémica", comentó Chung en un comunicado de prensa de la Lancet. También aconseja que "donde sea posible, los adultos mayores caminen en parques u otros espacios verdes, lejos de las calles concurridas".
Junfeng Zhang, coautor del estudio, dijo que las implicaciones para las políticas de aire limpio son claras.
"Esto amplía las crecientes evidencias que muestran los impactos negativos cardiovasculares y respiratorios incluso de exposiciones cortas de dos horas a la contaminación del tráfico motor", advirtió Zhang, profesor de salud global y ambiental en la Universidad de Duke.
"Resalta la necesidad de unos límites más estrictos para la calidad del aire, y unas mejores medidas de control de tráfico en nuestras ciudades", dijo Zhang en un comunicado de la Duke.
El Dr. Puneet Gandotra, especialista cardiaco en el Hospital de Southside en Bay Shore, Nueva York, leyó los hallazgos, y se mostró de acuerdo en que este es un caso en el que "a medida que los humanos tienen un impacto en el ambiente, el ambiente tiene a su vez un impacto en nosotros".
"Aunque el número de sujetos es pequeño, este estudio revela la necesidad de una acción agresiva necesaria para revertir el daño que la contaminación está causando", añadió Gandotra.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Len Horovitz, M.D., pulmonary specialist, Lenox Hill Hospital, New York City; Puneet Gandotra, M.D., director, Cardiac Catheterization Lab, Southside Hospital, Bay Shore, N.Y.; Duke University and The Lancet, news releases, Dec. 5, 2017
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