Carmen Cáceres. Sevilla | 21/12/2017 10:55
Un grupo de doce expertos de diferentes países elegidos por el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) ha elaborado una guía -recientemente publicada en la revista Antimicrobial Resistance & Infection Control- para la valoración del riesgo de colonización por enterobacterias resistentes a carbapenemas en los pacientes que ingresan en los hospitales.
Jesús Rodríguez Baño, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen Macarena, de Sevilla, y el único autor español de la guía, ha explicado que en función del riesgo se plantean medidas para su detección y evitar su transmisión en entornos sanitarios.
El objetivo es evitar o minimizar el riesgo de entrada de enterobacterias productoras de carbapenemasas (EPC) en los hospitales vehiculadas con pacientes que están colonizados por estas bacterias. Estas bacterias tan comunes como Escherichia coli o Klebsiella son actualmente uno de los mayores riesgos de salud pública en resistencias a antibióticos. El ingreso de pacientes colonizados (portadores) puede suponer que desde ellos se transmita a otros pacientes ocasionando brotes epidémicos. "Existen muchos ejemplos -comenta este experto- de que el ingreso de pacientes colonizados de forma inadvertida ha causado brotes y es la forma más común de diseminación entre hospitales, como en Israel, Grecia o Italia".
Para su elaboración, el grupo se ha reunido para discutir los objetivos, alcance y metodología; ha decidido las preguntas a contestar; ha actualizado la revisión previa de la literatura realizada por el grupo en 2014 y ha consensuado las recomendaciones en base a la evidencia. De ahí, ha surgido un resumen de la evidencia y recomendaciones sobre categorización del riesgo, junto con acciones en forma de árbol de decisión en función de éste.
Los principales factores que pueden poner a los pacientes en "riesgo" de portar EPC son el ingreso reciente en hospitales, el contacto significativo con cuidados sanitarios (diálisis, quimioterapia) y ser portador previamente o haber estado en contacto con portadores. Frente a esto, "la idea es que promover desde medidas estándar en todos los centros (higiene de manos, limpieza ambiental adecuada) hasta el aislamiento de contacto preventivo o una vez conocido que el paciente es portador", ha indicado Rodríguez Baño.
Los pacientes con alguno de esos factores de riesgo deben ser estudiados mediante muestras de screening para descartar que sean portadores; en caso de alto riesgo, además se recomiendan precauciones de contacto mientras se obtienen los resultados de dichas muestras. Rodríguez Baño considera imprescindible incorporar la valoración de riesgo de colonización por estas bacterias para evitar importarlas en los hospitales. Para ello, recomienda que a las preguntas habituales que siempre se realizan a los pacientes (como las alergias, etc.) añadir algunas referidas a este riesgo (ejemplo: ¿ha estado ingreso en hospitales con casos de estas bacterias? etc.).
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