JUEVES, 7 de diciembre de 2017 (HealthDay News) -- En un desafío a la práctica médica actual, una nueva investigación sugiere que el uso de potentes trombolíticos en las personas con unos coágulos peligrosos en las piernas quizá no se justifique rutinariamente.
La trombosis venosa profunda (TVP), que es el desarrollo de un coágulo en la parte inferior de las piernas, puede resultar letal, dado que el coágulo puede desplazarse al corazón y a los pulmones. Las TVP se conocen comúnmente como "síndrome de la clase turista", después de que se reportaran casos en pacientes que realizaron vuelos largos.
Un método común tras una TVP es usar un catéter para administrar un potente trombolítico, como el activador del plasminógeno tisular (APT), en el lugar del coágulo. Se pensaba que esto ayudaba a prevenir una afección llamada síndrome postrombótico.
La complicación puede provocar un dolor e inflamación crónicos en las extremidades, dificultando que la gente que ha sufrido una TVP camine o haga las actividades diarias, explicaron los investigadores.
Pero usar el APT y fármacos parecidos para la afección conlleva el riesgo de sangrado excesivo. Entonces, investigadores dirigidos por el Dr. Suresh Vedantham de la Universidad de Washington en St. Louis, buscaban determinar si el método de verdad ayuda a los pacientes.
Su conclusión: en la mayoría de los casos, no ayudó.
El hallazgo tiene un lado positivo, dijo Vedantham.
"Lo que sabemos es que podemos evitar a la mayoría de pacientes la necesidad de someterse a un tratamiento riesgoso y costoso", comentó en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio de casi 700 pacientes con TVP encontró que usar catéteres para eliminar el bloqueo con trombolíticos no redujo el riesgo de síndrome postrombótico. La afección ocurrió en un 47 por ciento de las personas que realizaron el procedimiento, y en un 48 por ciento de las que no, encontró el estudio.
Pero sí hubo un ligero beneficio en términos de reducciones en la gravedad del síndrome postrombótico en las personas que recibieron los trombolíticos.
Por otro lado, el uso de los fármacos aumentó el riesgo de sangrado peligroso de los pacientes, según el estudio publicado el 7 de diciembre en la revista New England Journal of Medicine.
Entonces, la terapia estándar (el uso de anticoagulantes) podría seguir siendo la acción más prudente tras una TVP, concluyó el equipo de investigación.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) de EE. UU.
"Este relevante estudio, realizado en 56 centros clínicos, demostró de forma no sesgada que la trombólisis [la eliminación de coágulos] dirigida con catéter no tiene beneficios como tratamiento de primera línea para la TVP, lo que permite a los pacientes evitar un procedimiento médico innecesario", señaló el Dr. Andrei Kindzelski, director del programa del NHLBI conectado con el nuevo ensayo.
Vedantham dijo que el estudio aborda un difícil acto de malabarismo para los médicos.
"Afrontamos una espada de doble filo muy agudo", explicó. "A ninguno nos sorprendió encontrar que este tratamiento sea más riesgoso que los anticoagulantes solos".
"Para justificar ese riesgo adicional, tendríamos que haber mostrado una mejora dramática en los resultados a largo plazo, y el estudio no lo mostró. Vimos cierta mejora en la gravedad de la enfermedad, pero no suficiente como para justificar los riesgos en la mayoría de los pacientes".
Vedantham dijo que el procedimiento quizá todavía podría usarse como tratamiento de "segunda línea" cuando el síndrome postrombótico es grave y no responde a los anticoagulantes.
Dos especialistas cardiacos que revisaron el estudio concurrieron en que tiene un valor real.
La Dra. Maja Zaric es cardióloga intervencionista en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. Apuntó que, además de no tener ningún efecto en la incidencia del síndrome postrombótico, "las puntuaciones generales de calidad de vida no fueron significativamente distintas entre ambos grupos en ningún momento hasta los 24 meses de seguimiento".
Dijo que este también es el estudio más grande de su tipo hasta la fecha. Pero dado que a los pacientes se les permitió tomar cualquiera de una variedad de anticoagulantes, comparar los resultados fue difícil, y "sin duda se necesitarán estudios similares [en el futuro]", aseguró Zaric.
El Dr. Craig Greben, jefe de servicios de radiología intervencionista en Northwell Health en New Hyde Park, Nueva York, se mostró de acuerdo en que los trombolíticos todavía podrían tener un lugar tras la TVP, pero solo en ciertos casos.
Aunque el método "quizá no se use como la terapia de primera línea para una trombosis venosa profunda significativa en las piernas de la mayoría de los pacientes, quizá todavía tenga un rol como terapia de segunda línea cuando el tratamiento de primera línea [los anticoagulantes] no funcione", planteó.
Cada año en Estados Unidos, entre 300,000 y 600,000 personas son diagnosticadas con un primer episodio de trombosis venosa profunda, anotaron los investigadores.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Maja Zaric, M.D., interventional cardiologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Craig Greben, M.D., chief, interventional radiology services, Northwell Health, New Hyde Park, N.Y.; Washington University School of Medicine, news release, Dec. 6, 2017
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