sábado, 22 de junio de 2013

'¿Dónde estás? ¿A quién escribes? ¿Por qué te has conectado?' | España | elmundo.es

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VIOLENCIA DE GÉNERO | Alarma entre las asociaciones

'¿Dónde estás? ¿A quién escribes? ¿Por qué te has conectado?'

Javi MartínezJavi Martínez
  • En 2012, la Policía Nacional detuvo al triple de personas que en 2011 por injurias, amenazas y delitos contra la intimidad a través de teléfono o internet
  • Las organizaciones piden que se tipifiquen nuevos delitos como el ciberacoso
Raquel Quílez | Madrid
Actualizado sábado 22/06/2013 04:16 horas
 

-"Dónde estás?". "En casa". "Mentira, sé que has salido". "Te juro que estoy en casa". "No te creo. Mándame una foto de lo que están dando en la tele".- La conversación -vía whatsapp- es real. Está grabada en el teléfono de una joven de 20 años que sufre el control permanente de su pareja. Cada vez que el aparato vibra, ella se estremece.

Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea están facilitando un fenómeno del que alertan los expertos: el acoso constante, a distancia, bajo una falsa sensación de impunidad. En 2012, la Policía Nacional detuvo a 750 personas por injurias, amenazas y delitos contra la intimidad a través de estos canales, el triple que en 2011. Según el balance de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), el número de denuncias y delitos contra la intimidad, el honor y la imagen de las personas a través de Internet y redes sociales ha aumentado exponencialmente. También las consultas y peticiones de ayuda.

- "Te espero esta tarde". "No puedo". "Como no vengas, subiré a Facebook la foto que me mandaste"... La amenaza llega de un teléfono encendido. Las 24 horas. "Estamos todo el día conectados por lo que la sensación de indefensión y vulnerabilidad es permanente y facilita la sumisión. A menos que se aíslen del mundo, no hay un espacio en el que escapar de esa situación de acoso", afirma Benjamín Ballesteros, director de programas de la Fundación Anar. En su centro trabajan con menores pero, con más de 20 millones de 'smartphones' y 2,2 millones de tabletas en España, el fenómeno se extiende a todas las facetas de la vida social: desde el colegio, a las relaciones de pareja o el puro chantaje entre adultos.

Alerta entre las asociaciones de mujeres



Desde las organizaciones de ayuda a las víctimas de violencia de género ya han lanzado la voz de alarma. "Se están disparando los casos de acoso a través de estos canales. Los agresores miran la última vez que se ha conectado a Whatsapp, con quién ha hablando en redes sociales... Controlan cada movimiento y las hostigan para retenerlas", describe Natividad Hernández-Claverie, psicóloga desde hace 12 años en la Comisión para la investigación de malos tratos. Es parte del maltrato psicológico, advierte. En esta organización han atendido casos en los que las llamadas a una joven por parte de su pareja eran tan incesantes, día y noche, que estuvo a punto de perder su trabajo. No son aislados, especialmente entre jóvenes.

"El varón quiere establecer una estrategia de dominio/sumisión y, como ahora se relacionan por redes sociales, teléfono o whatsapp, éstos son los vehículos y contextos en los que se están produciendo los delitos y las infracciones. Se recurre al acoso con palabras vejatorias, humillantes, machistas...", cuenta la fiscal de menores Consuelo Madrigal. En 2011, la Fiscalía de Menores contabilizó 473 casos por este tipo de delitos, mientras que en 2012 se incrementaron hasta los 640.
"Estamos todo el día conectados por lo que la sensación de indefensión y vulnerabilidad es permanente y facilita la sumisión"
Benjamín Ballesteros

En muchos casos, el acoso se lleva al extremo con la difusión de archivos personales de las víctimas. "Estamos viendo cómo durante la relación les piden que les envíen fotos desnudas o graban sus relaciones sexuales y luego les chantajean con ellas. Así aumenta el miedo a que pueden extender el drama a su entorno y, por tanto, su vulnerabilidad", añade Hernández-Claverie. Los casos están tan extendidos que los juzgados con competencia en violencia de género suelen unir la orden de alejamiento a la prohibición de comunicación entre agresor y víctima. Una prohibición en la que se especifica el veto a los correos electrónicos o mensajes por whatsapp -en 2012, esta medida se estableció en el 81% de los casos en que se dictaron órdenes de protección. En total, 24.190 mujeres-.
Incluso la delegada nacional para la Violencia de Género, Blanca Hernández, ha insistido en la importancia de tipificar nuevos delitos en la reforma del Código Penal para "mejorar el sistema punitivo sobre los maltratadores", incluyendo entre ellos el ciberacoso o el hostigamiento, algo en lo que insisten desde las asociaciones. "Es fundamental que se haga porque hasta ahora dependemos de la sensibilidad del juez, de que entienda este acoso como coacciones o maltrato psicológico", afirma Susana Martínez Novo, abogada y presidenta de la Comisión de Malos Tratos.
"Los agresores miran la última vez que se ha conectado a Whatsapp, con quién ha hablando en redes sociales... Controlan cada detalle y las hostigan para retenerlas"
Natividad Hernández-Claverie

La importancia de denunciar

Aunque exista sensación de impunidad, los delitos cometidos en redes sociales responden a los mismos tipos penales que los cometidos en la vida real (coacciones, amenazas, insultos, usurpación de identidad, etc.). Los agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica insisten en hacer pedagogía y recuerdan que la revelación de secretos a terceros, los atentados contra el honor o la intimidad y las injurias graves son delito, aunque se hagan desde un supuesto anonimato. Y es que en muchos casos víctimas y agresores no les dan la importancia que tienen y desconocen que están cometiendo una infracción penal con consecuencias. Supuestos cotilleos que en realidad son injurias graves, afirmaciones contra el honor, calumnias e intromisiones en la intimidad... Todos están tipificados en el Código Penal, aunque la policía reconoce que es más difícil perseguir un delito cometido en Facebook, Twitter u otras redes radicadas en EEUU que en sitios españoles como Tuenti debido a que responden a distintas legislaciones.
Supuestos cotilleos que en realidad son injurias graves, afirmaciones contra el honor, calumnias e intromisiones en la intimidad... Todos están tipificados en el Código Penal


Desde la Policía Nacional se detuvo en 2012 a 250 personas por injurias, amenazas y delitos contra la intimidad entre adultos y 500 si contabilizamos este tipo de delitos entre menores, como el 'sexting' (compartir fotos sexuales vía Internet o mensajería instantánea), el 'grooming' (un paso más allá, cuando se extorsiona o se chantaje a las víctimas con fines sexuales) o el 'cyberbullying' -acoso entre iguales-. El balance global de la Secretaría de Estado de Seguridad habla por sí solo: los delitos a través de internet pasaron de 3.757 en 2010 a 11.731 en 2011 -aún no han contabilizado los casos de 2012-.

Los menores son especialmente vulnerables a estas prácticas. Según Facua, el 15% de los adolescentes se ha sentido alguna vez acosado en las redes sociales. La Fundación Anar recibió el año pasado 324.643 llamadas de menores en problemas, un 67% más que 2011, y entre ellas se han disparado los casos de acoso por teléfono o internet. "Este acoso lleva en última estancia a las agresiones físicas, ése es el final de todo un proceso", advierte Benjamin Ballesteros, director de programas de la Fundación. Y cuenta casos concretos, como el de una niña de 13 años que empezó a chatear con el que creía que era un chico de su edad y después de horas de contacto le pidió que conectara su webcam y fuese haciendo lo que él decía. Resultó ser un adulto que quiso obligarla a quedar chantajeándola con difundir sus imágenes comprometidas.

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