El CSIC colabora en avanzar nuevos datos sobre el proceso de formación de la mielina
Madrid (30/09/2011) - Redacción
Un trabajo con participación del CSIC avanza en la comprensión de la mielinización, un complejo mecanismo implicado en la esclerosis múltiple
Un trabajo con participación de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) arroja luz sobre el proceso de formación de la vaina de mielina, un aislante fundamental para que la transmisión del impulso nervioso a través de las neuronas se produzca de forma correcta. La mielinización, que es como se denomina este proceso, es un mecanismo llevado a cabo en el sistema nervioso. Se cree que varias patologías, incluida la esclerosis múltiple, tienen relación con ella.
Los responsables de la formación de las vainas de mielina son los oligodendrocitos, células que se enrollan alrededor de los axones, es decir, las prolongaciones de las neuronas. "La mielina recubre los axones formando una capa como el aislante del hilo conductor de un cable. Sin ella, la velocidad de transmisión sería demasiado lenta para que las funciones nerviosas se desarrollasen adecuadamente", señala el coordinador de la investigación, publicada en la revista PLoS ONE, José Antonio López Guerrero, investigador en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (un centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid).
Los científicos han observado que la proteína proteolipídica (PLP), la más abundante de la mielina, se mueve dentro de los oligodendrocitos siguiendo una ruta determinada desde el retículo endoplásmico, donde se forma, hasta llegar a su destino final, la membrana apical. "En esa ruta, esta proteína llega al dominio apical haciendo una especie de desvío, yendo primero a la membrana basolateral antes de dirigirse a su destino final. Hemos comprobado cómo PLP se internaliza desde la membrana basolateral asociándose a continuación a una proteína llamada MAL2. Esta forma de transporte indirecto se llama transcitosis", aclara Raquel Bello-Morales, investigadora del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.
Para los científicos, este estudio, que por primera vez prueba la interacción de PLP y MAL2 en los oligodendrocitos, aportará "datos imprescindibles" para el estudio de enfermedades desmielinizantes, caracterizadas por lesiones en las vainas de mielina.
Los responsables de la formación de las vainas de mielina son los oligodendrocitos, células que se enrollan alrededor de los axones, es decir, las prolongaciones de las neuronas. "La mielina recubre los axones formando una capa como el aislante del hilo conductor de un cable. Sin ella, la velocidad de transmisión sería demasiado lenta para que las funciones nerviosas se desarrollasen adecuadamente", señala el coordinador de la investigación, publicada en la revista PLoS ONE, José Antonio López Guerrero, investigador en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (un centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid).
Los científicos han observado que la proteína proteolipídica (PLP), la más abundante de la mielina, se mueve dentro de los oligodendrocitos siguiendo una ruta determinada desde el retículo endoplásmico, donde se forma, hasta llegar a su destino final, la membrana apical. "En esa ruta, esta proteína llega al dominio apical haciendo una especie de desvío, yendo primero a la membrana basolateral antes de dirigirse a su destino final. Hemos comprobado cómo PLP se internaliza desde la membrana basolateral asociándose a continuación a una proteína llamada MAL2. Esta forma de transporte indirecto se llama transcitosis", aclara Raquel Bello-Morales, investigadora del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.
Para los científicos, este estudio, que por primera vez prueba la interacción de PLP y MAL2 en los oligodendrocitos, aportará "datos imprescindibles" para el estudio de enfermedades desmielinizantes, caracterizadas por lesiones en las vainas de mielina.
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