El control nocturno de la hipertensión reduce las muertes
El hallazgo sugiere que es mejor tomar la medicación al acostarse
PRIMITIVO CARBAJO - Vigo - 27/09/2011
La medición de la presión arterial (PA) durante la noche predice mejor los infartos y demás episodios cardiovasculares que los marcadores obtenidos durante el día. Las investigaciones que centraliza el Laboratorio de Bioingeniería y Cronobiología de la Universidad de Vigo sugieren ahora que para reducir la PA nocturna los medicamentos deben tomarse en el momento de acostarse. Aplicando ambos hallazgos, la investigación concluye que los traumas cardiovasculares de pacientes hipertensos podrían reducirse en más del 50%.
La hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y renal. Más del 30% de la mortalidad está relacionada con ella a través de infartos de miocardio, ictus e insuficiencias cardiacas. Tiene también una alta incidencia en la diabetes o la obesidad. Las pautas para su tratamiento parten primordialmente de los resultados de la MAPA (monitorización ambulatoria de la PA), en la que un aparato de 200 gramos de peso que llevan los pacientes va registrando las mediciones y, en función de esos datos, se prescribe la medicación.
En España, como en todo el entorno occidental, las enfermedades del corazón y el ictus son las primeras causas de fallecimiento (unos 110.000 al año), con un alto coste social y sanitario. Los nuevos enfoques que propone la investigación de Vigo, a coste cero, solo con la introducción de nuevas rutinas terapéuticas, conllevan además ahorros espectaculares de gasto farmacéutico.
La investigación dirigida por Ramón Hermida, y catedrático de Telecomunicación en Vigo, está avalada por el seguimiento realizados a 3.344 pacientes entre 2000 y 2007. En el modelo y protocolos que nutren los datos de la investigación están implicados ya 40 centros de salud y hospitales, con un trabajo en red dentro del proyecto Hygia -homenaje a la diosa griega de la curación, la sanidad y la limpieza-, diseñado como un estudio paralelo a la labor asistencial. Las investigaciones inducen que, aunque la hipertensión afecta a más del 40% de la población adulta, una cuarta parte de los pacientes sometidos a la MAPA no precisaban el tratamiento que se les aplicaba. A su vez, afloraron un 30% de pacientes en los que no se identificaba la hipertensión y que, sin embargo, precisan medicación.
La prestigiosa Journal of the American College of Cardiology publica recoge en su último número el trabajo de Hermida y, en un editorial, anticipa que sus resultados "pueden provocar cambios importantes en el manejo de la hipertensión". "La mera sugerencia de que las tasas de eventos cardiovasculares en pacientes con hipertensión pueden reducirse en más del 50%, con una estrategia de coste cero, es poco menos que revolucionaria", concluye. Reconoce el rigor del estudio y la coherencia de sus resultados, aunque habrá que someterlos a muestras más amplias y sucesivas comprobaciones.
El trabajo del Laboratorio de Bioingeniería y Cronobiología de Vigo, para llegar a sus resultados sobre la prevalencia de la PA nocturna como marcador de riesgo y los efectos de usarla como diana terapéutica, relaciona las mediciones de la MAPA con, entre otras variables, la dosificación de nueve medicamentos utilizados para el tratamiento de la hipertensión y con eventos como muerte por cualquier causa, infarto de miocardio, angina de pecho, revascularización coronaria, insuficiencia cardiaca, oclusión arterial aguda de las extremidades inferiores, oclusión trombótica de la arteria retiniana, hemorragia cerebral, ictus isquémico y ataque isquémico transitorio. Durante el seguimiento -por un tiempo mínimo de seis meses, con una mediana mínima de cinco años- también se documentaron 331 primeros eventos (58 muertes, 45 infartos, etcétera).
El régimen antihipertensivo del paciente aplicado durante la noche, según propone Hermida, debe convertirse en el estándar por defecto, aunque la seguridad de la administración rutinaria de drogas durante la noche debe estar claramente establecida. "Solo está contraindicado en casos de riesgo muy elevado de hipotensión, no en la casuística general", precisa el director de la investigación. La incidencia de sus hallazgos sobre la hipertensión está siendo comprobada en otras dolencias asociadas, como las renales o la diabetes.
La American Society of Nephrology ya anunció que emitirá un comunicado avalando el proceso para reducir los eventos cardiovasculares.
Hospitales del norte de Italia, Hungría y otros países europeos también están interesados en incorporarse al proyecto Hygia, según Hermida.
Las enfermedades cardiovasculares causan 110.000 defunciones al año
Cambiar la pauta terapéutica tendría un coste cero para el paciente
La hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y renal. Más del 30% de la mortalidad está relacionada con ella a través de infartos de miocardio, ictus e insuficiencias cardiacas. Tiene también una alta incidencia en la diabetes o la obesidad. Las pautas para su tratamiento parten primordialmente de los resultados de la MAPA (monitorización ambulatoria de la PA), en la que un aparato de 200 gramos de peso que llevan los pacientes va registrando las mediciones y, en función de esos datos, se prescribe la medicación.
En España, como en todo el entorno occidental, las enfermedades del corazón y el ictus son las primeras causas de fallecimiento (unos 110.000 al año), con un alto coste social y sanitario. Los nuevos enfoques que propone la investigación de Vigo, a coste cero, solo con la introducción de nuevas rutinas terapéuticas, conllevan además ahorros espectaculares de gasto farmacéutico.
La investigación dirigida por Ramón Hermida, y catedrático de Telecomunicación en Vigo, está avalada por el seguimiento realizados a 3.344 pacientes entre 2000 y 2007. En el modelo y protocolos que nutren los datos de la investigación están implicados ya 40 centros de salud y hospitales, con un trabajo en red dentro del proyecto Hygia -homenaje a la diosa griega de la curación, la sanidad y la limpieza-, diseñado como un estudio paralelo a la labor asistencial. Las investigaciones inducen que, aunque la hipertensión afecta a más del 40% de la población adulta, una cuarta parte de los pacientes sometidos a la MAPA no precisaban el tratamiento que se les aplicaba. A su vez, afloraron un 30% de pacientes en los que no se identificaba la hipertensión y que, sin embargo, precisan medicación.
La prestigiosa Journal of the American College of Cardiology publica recoge en su último número el trabajo de Hermida y, en un editorial, anticipa que sus resultados "pueden provocar cambios importantes en el manejo de la hipertensión". "La mera sugerencia de que las tasas de eventos cardiovasculares en pacientes con hipertensión pueden reducirse en más del 50%, con una estrategia de coste cero, es poco menos que revolucionaria", concluye. Reconoce el rigor del estudio y la coherencia de sus resultados, aunque habrá que someterlos a muestras más amplias y sucesivas comprobaciones.
El trabajo del Laboratorio de Bioingeniería y Cronobiología de Vigo, para llegar a sus resultados sobre la prevalencia de la PA nocturna como marcador de riesgo y los efectos de usarla como diana terapéutica, relaciona las mediciones de la MAPA con, entre otras variables, la dosificación de nueve medicamentos utilizados para el tratamiento de la hipertensión y con eventos como muerte por cualquier causa, infarto de miocardio, angina de pecho, revascularización coronaria, insuficiencia cardiaca, oclusión arterial aguda de las extremidades inferiores, oclusión trombótica de la arteria retiniana, hemorragia cerebral, ictus isquémico y ataque isquémico transitorio. Durante el seguimiento -por un tiempo mínimo de seis meses, con una mediana mínima de cinco años- también se documentaron 331 primeros eventos (58 muertes, 45 infartos, etcétera).
El régimen antihipertensivo del paciente aplicado durante la noche, según propone Hermida, debe convertirse en el estándar por defecto, aunque la seguridad de la administración rutinaria de drogas durante la noche debe estar claramente establecida. "Solo está contraindicado en casos de riesgo muy elevado de hipotensión, no en la casuística general", precisa el director de la investigación. La incidencia de sus hallazgos sobre la hipertensión está siendo comprobada en otras dolencias asociadas, como las renales o la diabetes.
La American Society of Nephrology ya anunció que emitirá un comunicado avalando el proceso para reducir los eventos cardiovasculares.
Hospitales del norte de Italia, Hungría y otros países europeos también están interesados en incorporarse al proyecto Hygia, según Hermida.
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