Mejora en hemangiomas con los betabloqueantes

Milton Waner y Alejandro Berenstein, del Hospital St. Luke-Roosevelt, en Nueva York, han repasado para DM las novedades en el abordaje de los hemangiomas infantiles y las malformaciones vasculares.

Ana Callejo Mora | 27/09/2011 00:00

Ricardo Ruiz Rodríguez, Ignacio Sánchez-Carpintero, Alejandro Berenstein y Milton Waner. (Lenda)

La incidencia de hemangiomas -tumores vasculares benignos de la infancia- se estima en un 10 por ciento de los niños entre el nacimiento y el primer año de vida. La localización más frecuente es el polo cefálico. Dicho esto, los ponentes del simposio internacional Avances científicos en el diagnóstico y tratamiento de los hemangiomas infantiles y de las malformaciones vasculares, que se ha celebrado en la Fundación Ramón Areces, en Madrid, se han encargado de exponer las novedades en el abordaje de estas complejas lesiones.

Milton Waner, cirujano del Hospital St. Luke-Roosevelt, en Nueva York (Estados Unidos), ha indicado las ventajas de los fármacos betabloqueantes. "Este tipo de fármacos, como el propranolol, han revolucionado el tratamiento de los hemangiomas. Además, reducen el número de pacientes que requieren una intervención quirúrgica. La única opción con la que contábamos antes eran los corticoides, que tienen más efectos secundarios".

Los betabloqueantes, como es el caso de propranolol, reducen el número de pacientes con hemangioma que requieren una intervención quirúrgica

Los betabloqueantes son antagonistas de los receptores beta-adrenérgicos y bloquean estos receptores en diferentes órganos como el corazón, los vasos periféricos, los bronquios, el páncreas y el hígado. Sus principales indicaciones son la hipertensión arterial, la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio, determinadas arritmias, la insuficiencia cardiaca y la tirotoxicosis. "Propranolol se emplea desde el año 2008, después de que un grupo de dermatólogos franceses descubriera, por casualidad, su efecto en los hemangiomas", ha comentado al respecto Ricardo Ruiz Rodríguez, jefe de la Unidad de Dermatología de la Clínica Ruber, en Madrid, y coordinador de la reunión, junto con Ignacio Sánchez-Carpintero, de la misma unidad.

Multidisciplinariedad
El abordaje tanto de los hemangiomas como de las malformaciones vasculares (ver apoyo) avanza hacia una forma esencialmente multidisciplinar. Así lo han expresado a DM Waner y Alejandro Berenstein, del Centro de Cirugía Endovascular del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Centro Médico Beth Israel y del Hospital St. Luke-Roosevelt, que llevan años trabajando mano a mano en el citado centro. "Este simposio demuestra que se están rompiendo las barreras entre las especialidades de Radiología, Dermatología, Cirugía General y Plástica, Pediatría, Atención Primaria y Patología.

Tenemos que aprender los unos de los otros y el que se beneficia de ello es el paciente", ha afirmado Berenstein. En ese sentido y "parafraseando a su esposa", ha comentado que "el enemigo no son los otros médicos sin0 la enfermedad. Y la enfermedad se puede tratar mucho mejor de manera multidisciplinar". Además, Berenstein ha señalado que "están globalizando el tratamiento de estas enfermedades para lograr resultados igual de espectaculares en Nueva York y en Madrid".

Por su parte, Waner ha recalcado la necesidad de las unidades de anomalías vasculares en los centros hospitalarios. Es fundamental para que se confirme el diagnóstico y pueda instaurarse lo antes posible el tratamiento oportuno.

ANTIANGIOGÉNICOS PARA MALFORMACIONES VASCULARES

Alejandro Berenstein ha ofrecido la siguiente clasificación de las malformaciones vasculares: "Las de flujo rápido o arterio-venosas, que son las más complejas, y las de flujo lento o venosas -entre ellas las capilares-". La terapia de elección para malformaciones vasculares capilares sigue siendo un tipo de láser conocido como láser de colorante pulsado. Los resultados en algunos pacientes son escasos. Sin embargo, actualmente se encuentran en investigación diferentes tratamientos en los que se combina otra fuente de luz además del láser colorante pulsado. En concreto, hay ensayos en marcha para valorar el efecto beneficioso adicional de la terapia fotodinámica, la aplicación del láser alejandrita, el láser Nd:YAG, la luz pulsada intensa y radiofrecuencia subablativa. Otros tratamientos en estudio para la comúnmente llamada mancha en vino de Oporto son los fármacos antiangiogénicos. Con frecuencia, tras el tratamiento con láser colorante pulsado, se observa una mejoría llamativa pero poco tiempo después se vuelve a la situación basal. Para conseguir que el efecto del láser perdure, se está estudiando el efecto de la aplicación tópica de diferentes fármacos con acción antiangiogénica, como la rapamicina o imiquimod (ya empleado en cáncer de piel y melanoma).En las malformaciones vasculares complejas siguen empleándose tratamientos tradicionales como la escleroterapia, la embolización y la cirugía.

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