Europa implanta una nueva forma de actuar ante el infarto agudo de miocardio basada en estudios de investigadores españoles
· Investigadores
españoles han proporcionado la clave sobre qué hacer cuando no se
tienen los medios técnicos necesarios in situ en los primeros momentos
del IAM.
· El nuevo procedimiento choca frontalmente con los anteriores.
· Hasta ahora el tratamiento ideal del IAM sólo podía aplicarse en menos del 30% de los casos debido a falta de medios logísticos.
Una
nueva forma de abordar el infarto agudo de miocardio (IAM) en sus
primeros momentos basada en estudios realizados por investigadores
españoles de la RECAVA (Red de Investigación Cardiovascular) es la que
recomiendan las nuevas Guías de Actuación en IAM de la Sociedad Europea
de Cardiología.
GRACIAS a investigadores españoles hay una nueva clave
En la fase inicial del IAM se producen más de la mitad de los fallecimientos. La nueva clave para evitarlos en gran medida es la llamada reperfusión fármaco-mecánica,
una nueva forma de actuación que ahora recomiendan las Guías de
Actuación de la Sociedad Europea de Cardiología y que procede
fundamentalmente de los estudios realizados por el grupo de
investigadores españoles llamado GRACIA tal y como se resalta en las
propias guías y han publicado revistas de máximo prestigio científico
como The Lancet, Circulation y European Heart Journal.
El
Grupo GRACIA (Grupo de Análisis de la Cardiopatía Isquémica Aguda) está
constituido por más de 20 centros españoles de investigación clínica
integrados dentro de la red RECAVA que coordina el Prof. Francisco
Fernández-Avilés, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio
Marañón.
Su
investigación no vinculada a la industria farmacéutica y basada en
fondos públicos, se ha centrado en buscar soluciones eficaces para los
pacientes con infarto que no tienen acceso inmediato a las soluciones
tecnológicas complejas, es decir, cómo actuar cuando no se tienen los
medios técnicos necesarios in situ en los primeros momentos del IAM, lo
cual suele producirse en numerosos casos y afecta a amplios sectores de
la población.
El
tratamiento ideal del IAM es la apertura de la arteria responsable
mediante una angioplastia implantando un stent (angioplastia primaria).
Esta técnica es muy eficaz reduciendo el tamaño del infarto, lo que
aumenta la supervivencia a corto y largo plazo. Debe realizarse muy
pronto (entre 90 y 120 minutos desde el primer contacto médico) por un
equipo muy experto y en hospitales con dotación tecnológica adecuada.
Esto hace que por motivos logísticos solo pueda aplicarse en menos del
30% de los casos de IAM.
Otra
forma de tratar el IAM en sus momentos iniciales es administrar un
fármaco que abra la arteria responsable y disuelva el coágulo que la ha
“atascado”. Es la llamada trombólisis y tiene la ventaja de que estos
fármacos pueden administrase muy fácilmente en cualquier nivel
asistencial (ambulancias, centros de salud, domicilio, etc), incluso por
personal paramédico. Sin embargo no es tan eficaz como la técnica
anterior pues las arterias así tratadas se abren con mayor dificultad y
tienden más a volver a cerrarse.
Los
investigadores españoles del equipo GRACIA han sido pioneros en
desarrollar una estrategia que combina los beneficios de las dos
técnicas, la angioplastia primaria y la trombólisis. Esta combinación se
conoce como reperfusión fármaco-mecánica. Consiste en que ante
un IAM cuando en el primer contacto el médico detecta que la logística
del momento impide la realización de una angioplastia como primer
tratamiento, se administra el trombolítico in situ y se envía al
paciente a un centro con la tecnología necesaria para hacer una
angioplastia complementaria con stent, lo que puede
diferirse entre 3 y 24 horas desde la administración del trombolítico.
Este margen permite que el traslado del paciente pueda hacerse en
condiciones no urgentes recorriendo sin riego incluso grandes
distancias.
Cambio ante la evidencia científica
La
nueva estrategia de actuación estuvo inicialmente “proscrita”, porque
algunos estudios consideraban que la combinación
trombolíticos-angioplastia derivaba en mayor riesgo de hemorragia y de
reinfarto. De hecho las guías europeas y norteamericanas desaconsejaban
radicalmente esta combinación por considerarla “inútil y peligrosa”.
Sin
embargo, los estudios liderados por el grupo GRACIA y que han secundado
otros grupos de investigación del mundo, demuestran según comenta su
responsable el Prof. Francisco Fernández-Avilés que “En los tiempos del
stent y de los antitrombóticos modernos, estos riesgos no existen. Al
contrario, los pacientes tratados con esta técnica combinada podrían
tener un pronóstico inicial a corto plazo equivalente al que proporciona
la angioplastia primaria y es fehacientemente mucho mejor del que se
observa en pacientes tratados únicamente con trombolíticos”.
Añade
Fernández-Avilés que “En contraste con lo que sucedía anteriormente,
las nuevas guías dicen tajantemente que esta estrategia es útil y que,
en ausencia de contraindicaciones, debe ser aplicada a todos los
pacientes en los que no se puede realizar una angioplastia primaria en
el momento. Le otorgan el nivel de recomendación I-A, que es el
máximo posible e indica que el tratamiento debe realizarse sin ninguna
duda (indicación grado I) porque su utilidad se ha demostrado de forma
abrumadora con muchos pacientes sometidos a estudios comparativos
aleatorizados (nivel de evidencia
A)”.
Nueva coordinación logística
Las
nuevas Guías, redactadas de forma concisa y clara, proporcionan
criterios de actuación sin ambigüedades respecto a todo el proceso ante
el IAM: organización, retrasos máximos, estrategias, técnicas, fármacos,
etc.
Enfatizan
la importancia de la precocidad en el tiempo para evitar la muerte y
mejorar el impacto sobre la calidad de vida en estos pacientes, lo que
consagra la importancia de que las decisiones se tomen, no
necesariamente en el hospital, sino en el sitio donde se
produzca el primer contacto con el paciente. Destacan como fundamental
la coordinación y por eso promueven la creación de redes regionales
multidisciplinares que permitan la participación coordinada y organizada
de todos los agentes involucrados: SAMUR, SUMMA, Servicios de
Urgencias, Servicios de Cuidados Intensivos, Servicios de Cardiología,
Atención Primaria, etc.
En
este sentido fue presentado recientemente el llamado “Código Infarto
Madrid” que ha sido coordinado por el Dr. Joaquín Alonso, Jefe del
Servicio de Cardiología del Hospital de Fuenlabrada e investigador de la
RECAVA.
Se adjunta foto del Prof. Francisco Fernández-Avilés
Para más información y/o gestión de entrevistas:
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