martes, 8 de enero de 2013

El cambio climático podría traer otra enfermedad transmitida por los mosquitos a los EE. UU.: MedlinePlus

El cambio climático podría traer otra enfermedad transmitida por los mosquitos a los EE. UU.: MedlinePlus

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El cambio climático podría traer otra enfermedad transmitida por los mosquitos a los EE. UU.

Un estudio utiliza un modelo computarizado para evaluar el riesgo del virus de chikungunya
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_132803.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 04/04/2013)
Traducido del inglés: viernes, 4 de enero, 2013 HealthDay Logo
Imagen de noticias HealthDay JUEVES, 3 de enero (HealthDay News) -- Es posible que un virus grave transmitido por los mosquitos, para el cual no hay vacunas ni tratamientos conocidos, migre de África Central y Asia del Suroeste a Estados Unidos en un plazo de un año, sugiere un estudio reciente.
Las probabilidades de un brote en EE. UU. del virus de chikungunya (VC) varía según la estación y la geografía, y las regiones tipificadas por periodos más largos de tiempo cálido se enfrentan a periodos más prolongados de riesgo alto, según el nuevo modelo computarizado de los investigadores.
"La única forma de que esta enfermedad se transmita es si un mosquito pica a un humano infectado y unos días más tarde pica a un individuo sano, transmitiéndole el virus", señaló el autor líder del estudio Diego Ruiz-Moreno, asociado postdoctoral del departamento de ecología y biología evolutiva de la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York. "La repetición de esta secuencia de eventos puede llevar a un brote de enfermedad".
Y eso, dijo Ruiz-Moreno, es donde el tiempo entra en el asunto, ya que las simulaciones computarizadas revelan que el riesgo de un brote aumenta cuando las temperaturas se incrementan, junto con las poblaciones de mosquitos.
El estudio analizó posibles escenarios de brotes en tres lugares de EE. UU.
En 2013, la región de Nueva York está preparada para enfrentarse a su mayor riesgo de un brote de VC durante los meses calientes de agosto y septiembre, sugiere el análisis. Al contrario, el periodo de mayor riesgo de Atlanta se identificó como más largo, comenzando en junio y durando hasta septiembre. El tiempo constantemente cálido de Miami significa que la región se enfrenta a un mayor riesgo todo el año.
"Un tiempo más cálido aumenta la duración del periodo de alto riesgo", señaló Ruiz-Moreno. "Esto es particularmente preocupante si pensamos en los efectos del cambio climático sobre las temperaturas [promedio] en un futuro cercano".
Ruiz-Moreno comentó la investigación de su equipo, que fue parcialmente financiada por el Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura de EE. UU., en una edición reciente de la revista PLoS Neglected Tropical Diseases.
El VC se identificó por primera vez en Tanzania en 1953, anotaron los autores, y sus síntomas (dolor articular y muscular grave, fiebre, fatiga, dolores de cabezas, sarpullidos y náuseas) a veces se confunden con los del dengue.
Pocos pacientes mueren de la enfermedad, y alrededor de una cuarta parte no muestran ningún síntoma. Sin embargo, muchos pacientes experimentan dolor articular prolongado, y no hay un tratamiento efectivo para la enfermedad, lo que deja a los médicos enfocándose en el alivio de los síntomas.
La propagación de la enfermedad es una preocupación de la más alta importancia en la semana tras la infección, cuando el paciente sirve como anfitrión viral para los mosquitos que pican. Entonces, los mosquitos infectados pueden transmitir el virus y provocar un brote en toda regla.
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. notaron la creciente amenaza de un brote global en 2005 y 2006, tras el surgimiento de epidemias en India, en Asia del Suroeste, en la Isla Reunión y en otras islas del Océano Índico. En 2007, las inquietudes de salud pública aumentaron tras un brote en Italia.
Para evaluar el riesgo de una epidemia en EE. UU., los autores recolectaron datos sobre los patrones regionales de las poblaciones de mosquitos, sobre el tiempo regional diario y sobre las estadísticas de la población humana.
Analizaron la información con una simulación computarizada diseñada para procesar las cifras de forma conservadora según las probabilidades de que ocurriera un brote en el siguiente año después de que una sola persona infectada con el VC entrara en cualquiera de las tres regiones evaluadas.
Los resultados sugirieron que dado que los factores ambientales afectan los ciclos de desarrollo de los mosquitos, el riesgo regional de un brote de VC es, en gran parte, función del tiempo. Los autores dijeron que las organizaciones de salud pública deben mantenerse "atentas", y propugnaron por una planificación específica según la región para abordar los variados niveles de riesgo que existen en el país.
Sin embargo, la Dra. Erin Staples, epidemióloga médica de los CDC con sede en Fort Collins, Colorado, dijo que aunque el estudio "estuvo bien realizado y de forma cuidadosa", el enfoque de la investigación sobre el rol de la temperatura en el riesgo de un brote de VC no debe negar la importancia de otros factores claves, como la conducta humana.
"Estamos conscientes de la introducción y propagación potenciales del virus, además de varias enfermedades más que transmiten los mosquitos", planteó. "Hemos estado trabajando para crear y preparar una respuesta al riesgo de que este virus podría expandirse por EE. UU.".
"Igual que con los mensajes sobre el virus del Nilo Occidental, otra enfermedad transmitida por los mosquitos, creemos que la prevención es lo más importante en lo que debemos enfocarnos", aseguró Staples. "Esto significa usar mangas largas, usar aire acondicionado o asegurarse de que los mosquiteros estén intactos, evitar el agua estancada, y usar repelente anti mosquitos. Porque si [el VC] se introduce en EE. UU., la mejor forma de prevenir la propagación es evitar las picaduras de mosquito en primer lugar".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Diego Ruiz-Moreno, Ph.D., postdoctoral associate, department of ecology and evolutionary biology, Cornell University, Ithaca, N.Y.; Erin Staples, M.D, Ph.D, epidemiologist, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Fort Collins, Colo.; November 2012 PLoS Neglected Tropical Diseases
HealthDay
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