La bacteria de la lepra apenas ha mutado en mil años
La comparación de genomas del patógeno de los siglos 10 y 14 con el actual ayuda a descifrar la evolución de la enfermedad
A.R. Madrid 18 JUN 2013 - 23:20 CET
La lepra afecta cada año a unas 250.000 personas en todo el mundo, pese a que existen medicamentos efectivos contra ella. En la edad media, en Europa, había zonas donde estaba infectada una de cada tres personas y los leprosos eran marginados por la sociedad e incluso se les obligaba a llevar una campanilla que alertar de su presencia. La enfermedad en el siglo XVI. ¿Por qué? ¿Acaso mutó la bacteria hacia una forma menos dañina? Para conocer la evolución de ese patógeno, un equipo de investigadores alemanes han realizado las secuencias casi completas de Mycobacerium leprae, causante de la lepra, obtenidas de muestras de enfermos actuales así como de cinco esqueletos de leprosos de los siglos X y XIV enterrados en el Reino Unido, Suecia y Dinamarca. Han descubierto que los genomas de las cepas medievales y las actuales son casi iguales (los análisis comparativos muestran solo 800 mutaciones entre los 16 genomas), por lo que apenas ha variado en mil años.
Verena J. Schuenemann, Johannes Krause (ambos de la Universidad de Tübingen) y todo su equipo de arqueólogos y biólogos no solo recuperaron muestras de los esqueletos de leprosos de la edad media, sino que pusieron a punto un método eficaz para aislar el material genético de los viejos huesos humanos (apenas el 0,1% es ADN de Mycobacerium leprae).
Tras su estudio, que han publicado en la revista Science, los investigadores concluyen que el declive de la lepra en Europa desde el siglo XVI no se explica por la evolución del patógeneo hacia forman menos dañinas. Ellos sugieren que o la enfermedad decayó por la mejora de las condiciones de vida de la población o resultó eclipsada por otras infecciones, como la peste y la tuberculosis.
Verena J. Schuenemann, Johannes Krause (ambos de la Universidad de Tübingen) y todo su equipo de arqueólogos y biólogos no solo recuperaron muestras de los esqueletos de leprosos de la edad media, sino que pusieron a punto un método eficaz para aislar el material genético de los viejos huesos humanos (apenas el 0,1% es ADN de Mycobacerium leprae).
Tras su estudio, que han publicado en la revista Science, los investigadores concluyen que el declive de la lepra en Europa desde el siglo XVI no se explica por la evolución del patógeneo hacia forman menos dañinas. Ellos sugieren que o la enfermedad decayó por la mejora de las condiciones de vida de la población o resultó eclipsada por otras infecciones, como la peste y la tuberculosis.
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