La radioembolización parcial aumenta el volumen de hígado libre de tumor permitiendo la cirugía en un 30% más de pacientes con tumores hepáticos
Pamplona (14/06/2013) - Redacción
Según especialistas en Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra, el tratamiento con microesferas de Ytrio 90 consigue una hipertrofia o aumento de la región de hígado no radioembolizada que posibilita la intervención quirúrgica
Especialistas en Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra han comprobado que el tratamiento de tumores de hígado primarios mediante radioembolización con Ytrio 90, cuando se practica sobre un volumen parcial, provoca un aumento del volumen de la región hepática no tratada. Esta circunstancia permitiría la intervención quirúrgica en aquellos casos en los que inicialmente se había descartado debido a que la extirpación del tumor dejaría un volumen de hígado insuficiente.
La radioembolización con microesferas de Ytrio 90 es una terapia indicada habitualmente para el tratamiento paliativo (de los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad) de pacientes con tumores de hígado primarios (hepatocarcinomas) o secundarios, sin metástasis extrahepáticas. "Son tumores que no han respondido a otros tratamientos previos o para los que otras terapias no están claramente indicadas", explica el doctor Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra. La experiencia obtenida por este equipo médico ha sido publicada recientemente en dos artículos científicos, uno en la revista de la International Hepato-Pancreato-Biliary Association (HPB) y otro en el European Journal of Cancer Surgery (EJSO).
En tumores primarios de hígado, como es el hepatocarcinoma o el colangiocarcinoma, el tratamiento con radioembolización se administra sólo en la zona hepática afectada, lo que se llama una radioembolización parcial. "Se aplica con mayor frecuencia en tumores primarios porque suelen producirse en hígados cirróticos o con alguna enfermedad crónica, motivo por el que no se puede extirpar ese volumen parcial, ya que la porción de hígado que quedaría sería insuficiente o estaría enferma", describe el doctor Sangro.
Según el especialista, "el tratamiento con radioembolización está indicado en aquellos casos en los que la enfermedad tumoral hepática no ocupa la totalidad del volumen hepático, pero que no es susceptible de ser extirpada porque el remanente no es suficiente".
Tras varios años de experiencia, este y otros grupos de investigadores han observado que tras administrar dosis altas de radioembolización se producía una atrofia del volumen tratado y una hipertrofia compensadora del volumen que no se trataba, no afectado por el tumor.
Grado de hipertrofia con radioembolización
En el artículo publicado en la revista oficial de la Hepato-Pancreato-Billiary Association (HPB), los especialistas de la Clínica han analizado el grado de hipertrofia que se produce con la radioembolización. Los estudios han comprobado que pasadas 26 semanas del tratamiento con microesferas de Ytrio 90, la hipertrofia conseguida se establece en un 35 por ciento de aumento del volumen de la zona hepática sin tratar. "Así, el índice de pacientes en los que el volumen no radioembolizado era pequeño, por debajo del 40 por ciento, y que por lo tanto no podían ser operados, pasó de un 47 a un 15 por ciento. Es decir, se consiguió un 30 por ciento más de pacientes aptos para la cirugía", señala el doctor Sangro.
Los resultados demuestran así que esta técnica "no sólo controla muy bien la enfermedad, cuestión que ya conocíamos, sino que permite que el remanente hepático sin tumor crezca lo suficiente como para plantearse intervenciones quirúrgicas que inicialmente eran imposibles", describe el director de la Unidad de Hepatología de la Clínica.
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