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Institutos Nacionales de la Salud
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¿Podría un consumo 'moderado' de alcohol ser seguro durante el embarazo?
Un estudio británico no halló problemas con el equilibrio en los niños, pero los hallazgos preocupan a algunos expertos
Traducido del inglés: miércoles, 19 de junio, 2013
Los investigadores evaluaron el impacto a largo plazo para la salud de la ingesta de alcohol durante el embarazo al examinar a aproximadamente 7,000 niños de 10 años de edad respecto a su capacidad de equilibrio, un método que ofrece un reflejo fiable del neurodesarrollo fetal. Para el estudio, un consumo "moderado" de alcohol se definió como entre tres y siete copas de alcohol por semana.
Sin embargo, el equipo advirtió que otras variables, como la riqueza y la educación maternas, podrían haber influido sobre los hallazgos.
Según John Mcleod, coautor del estudio, la conclusión es que "ciertamente no [hay] evidencia de que un uso moderado de alcohol en las mujeres embarazadas sea bueno para sus hijos, y [hay] motivos para ser cautos sobre otros mensajes respecto a los 'beneficios' del uso moderado de alcohol entre las madres embarazadas. Pero de la misma forma, tampoco [hay] evidencia firme sobre efectos nocivos importantes".
Macleod, catedrático de epidemiología clínica y atención primaria de la Facultad de Medicina Social y Comunitaria de la Universidad de Bristol, y colegas, hablan sobre sus hallazgos en la edición en línea del 17 de junio de la revista BMJ Open.
La investigación sale poco después de otro estudio británico, publicado en abril, que reportó que no había conexión entre un consumo "ligero" de alcohol (una a dos copas por semana) durante el embarazo y un mayor riesgo de defectos mentales entre los niños a los 7 años de edad.
Para el nuevo estudio, los investigadores se enfocaron en 6,915 niños del suroeste de Inglaterra que participaron en el Estudio longitudinal de padres e hijos de Avon, un estudio de mayor tamaño.
Primero, el equipo analizó los hábitos maternos de consumo de alcohol, que reportaron las mismas madres a las 18 semanas de embarazo y una vez más cuando los niños tenían 4 años de edad.
La gran mayoría de las madres (el 70 por ciento) dijeron que no bebían alcohol durante el embarazo, mientras que el 25 por ciento dijeron que habían tenido un consumo entre "bajo" (una a dos bebidas por semana) y "moderado" semanalmente. Entre esas bebedoras, una de cada siete en realidad había tenido "atracones de bebida", lo que significa por lo menos cuatro copas de alcohol en una sola ocasión.
Para cuando sus hijos tenían cuatro años de edad, el 50 por ciento de las madres dijeron que consumían entre tres y siete copas de alcohol por semana. El equipo de investigación anotó que las que bebían con moderación eran mayores, más ricas y con un mejor nivel educativo.
A los diez años, los niños se sometieron a dos pruebas de equilibrio, que incluían caminar en una barra de equilibrio (para evaluar el "equilibrio dinámico"), permanecer de pie con un pie delante del otro con los ojos abiertos y cerrados (para evaluar el "equilibrio estático"), y permanecer de pie en una sola pierna, con los ojos abiertos y cerrados.
El resultado: el consumo de alcohol materno (y paterno) moderado durante el embarazo, y el consumo de alcohol de la madre después de dar a luz parecieron asociarse con un mejor equilibrio en general, sobre todo respecto al equilibrio estático.
Las pruebas genéticas en las madres también revelaron que los hijos de madres con un gen conocido como de "bajo consumo de alcohol" (que se sabe que reduce las conductas de consumo de alcohol) no rindieron peor en las pruebas de equilibrio que aquellos cuyas madres no portaban el gen.
La Dra. Francine Einstein, del departamento de obstetricia y ginecología y de salud de las mujeres del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York, describió el estudio como "interesante", al mismo tiempo que advirtió que los informes de los mismos participantes sobre el consumo de alcohol "deben ser considerados con cierto escepticismo".
"Algunas mujeres quizás no recuerden cuánto bebían o reporten menos consumo del real, sobre todo cuando hay un estigma social asociado con lo que se pregunta", anotó. Entonces, "obtener una evaluación precisa de a cuánto alcohol se expuso el niño resultará difícil".
Añadió que también se deben evaluar las habilidades de lectura y de matemáticas, al igual que el impacto de factores que no tienen que ver con el alcohol (como el nivel de riqueza de la familia) sobre el rendimiento del niño.
"Por esos motivos, dudaría en decir a mis pacientes que beber alcohol en el embarazo es una buena idea", apuntó Einstein.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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