Reunión de la Sociedad Europea de Neurología
Sueño y olfato, focos rojos en neuropatologías
Los trastornos del sueño y el olfato se consolidan como marcadores de riesgo de varias patologías neurológicas.
Barcelona. Karla Islas Pieck | karla.islas@diariomedico.com | 11/06/2013 00:00
Los trastornos del sueño pueden ser la primera manifestación clínica de algunas enfermedades neurológicas, como el Parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy o la atrofia multisistémica, según ha quedado de manifiesto durante la XXIII Reunión de la Sociedad Europea de Neurología (ENS, por sus siglas en inglés), que estos días congrega en Barcelona a más de 3.500 participantes.
El presidente de esta sociedad científica, Claudio Bassetti, del Hospital Universitario de Berna (Suiza), ha detallado que dos tercios de las personas que sufren trastornos del sueño REM desarrollan alguna neuropatología. No obstante, este factor aún está subestimado en la detección temprana de estas enfermedades.
Según los más recientes estudios, el insomnio pronunciado y la dificultad para alcanzar la fase REM del sueño se asocian con algunos trastornos autoinmunes del cerebro, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y el delirium tremens. Además, una somnolencia excesiva durante el día puede ser motivo de sospecha de apoplejía, esclerosis múltiple o narcolepsia.
Otro estudio presentado en el congreso demuestra que la calidad del sueño ofrece un valor pronóstico en la recuperación después de una apoplejía.
El presidente del comité local del congreso, Xavier Montalbán, del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, ha añadido que los trastornos en el olfato también tienen un valor premonitorio en la detección de las enfermedades que afectan al sistema nervioso central.
Entre las principales novedades del congreso, ha destacado el valor predictivo de la atrofia cerebral que ocurre durante el primer año de diagnóstico de la esclerosis múltiple como indicador del riesgo de discapacidad a largo plazo en estos enfermos.
Ha destacado la importancia de impulsar la terapia personalizada en esta patología, ya que los fármacos de la nueva generación son mucho más eficaces que los anteriores, pero se asocian a más efectos adversos.
Actualmente se están estudiando en todo el mundo un centenar de biomarcadores de respuesta terapéutica que ayudarán a los especialistas a elegir la mejor opción en cada caso, pero sin una "tendencia clara", lo que refleja la complejidad de la patología.
Ojos y estado de conciencia
La intensidad con la que intenta abrir los ojos una persona que se considera que está en estado de coma podría ser un indicador del nivel de conciencia que realmente tiene ese paciente, según ha explicado Xavier Montalbán, presidente del comité local del congreso de la ENS. Aunque aún no se dispone de una técnica fiable para medir este factor de manera precisa, los últimos hallazgos sugieren su valor predictivo y abren nuevas líneas de investigación en este sentido.
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