ESTUDIO ESPAÑOL | En 103 mujeres
Tras las claves de las largas supervivientes en cáncer de mama
No es una buena noticia, pero es una realidad que los oncólogos conocen desde años. El cáncer de mama metastásico, el que se extiende a otros órganos o se reproduce después de una curación inicial, sigue siendo una enfermedad incurable. Sin embargo, como sucede con la aldea de Asterix, algunas mujeres resisten años y años al invasor, algunas incluso sin rastro de él en su organismo. "No nos arriesgamos a hablar de curación, eso en cáncer de mama avanzado es mucho decir, porque pueden recaer muchos años después", explica el oncólogo del Hospital de La Paz de Madrid Enrique Espinosa.
Este especialista es el primer firmante de un estudio para el que, desgraciadamente, ha sido muy complicado seleccionar pacientes, que tenían que pertenecer a ese grupo de largas supervivientes, esas enfermas que llevan años tratándose de un cáncer complicado y que, según las estadísticas, tenían que haber recibido ya la peor de las noticias, el "ya no podemos hacer nada más por usted".
Al final se logró seleccionar a 103 pacientes de 16 hospitales. Las participantes estaban afectadas por uno de los peores tipos de cáncer de mama, el HER 2 positivo que, sin embargo, responde muy bien a la que la fue la primera terapia personalizada contra el cáncer, trastuzumab.
Así, la primera opción para estas pacientes al presentar una metástasis o serles detectado un cáncer de mama avanzado es tratarlas con el medicamento, hasta que este deja de ser eficaz, momento para el cual existen otras terapias, ninguna de ellas curativa por el momento.
Las participantes de LongHER (así se llama el estudio presentado ayer en Chicago, en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, ASCO) nunca han requerido de esas otras terapias. Y los investigadores españoles han querido averiguar porqué. Sin embargo, el trabajo ha dado pocas luces sobre las claves de esas afortunadas. El único rasgo común a la mayoría es que ninguna se había tratado con trastuzumab antes de recaer de la enfermedad, algo que ahora es el estándar en la práctica clínica en las mujeres con este tipo de cáncer.
Pero el trabajo, que comparó a estas 'largas supervivientes' con un grupo control de las mismas características que había respondido mal al tratamiento, sí dio claves sobre las características de las menos afortunadas. El análisis del genoma de los tumores permitió distinguir las características que hacían a un cáncer de mama HER 2 positivo no responder al medicamento que se diseñó específicamente para él.
"Esto nos permitirá saber a quien prescribir los nuevos fármacos directamente", subraya Espinosa quien, sin embargo, apunta a que aún faltan "alrededor de tres años" para que este análisis se lleve a cabo de forma rutinaria. Es el tiempo que tardarían en tener resultados de un estudio, para el que van a pedir financiación a través de una beca del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), que permita estandarizar las pruebas necesarias para averiguar lo que este primer análisis ha apuntado.
Los investigadores han concluido que el factor que más ayuda a predecir una supervivencia corta es que transcurra muy poco tiempo entre la cirugía y la recaída, en concreto menos de un año. El estudio 'exculpa' a otros factores que se consideraban muy negativos, como la condición de triple negativo, un tipo de cáncer de mama de muy mal pronóstico.
Este especialista es el primer firmante de un estudio para el que, desgraciadamente, ha sido muy complicado seleccionar pacientes, que tenían que pertenecer a ese grupo de largas supervivientes, esas enfermas que llevan años tratándose de un cáncer complicado y que, según las estadísticas, tenían que haber recibido ya la peor de las noticias, el "ya no podemos hacer nada más por usted".
Al final se logró seleccionar a 103 pacientes de 16 hospitales. Las participantes estaban afectadas por uno de los peores tipos de cáncer de mama, el HER 2 positivo que, sin embargo, responde muy bien a la que la fue la primera terapia personalizada contra el cáncer, trastuzumab.
Así, la primera opción para estas pacientes al presentar una metástasis o serles detectado un cáncer de mama avanzado es tratarlas con el medicamento, hasta que este deja de ser eficaz, momento para el cual existen otras terapias, ninguna de ellas curativa por el momento.
Las participantes de LongHER (así se llama el estudio presentado ayer en Chicago, en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, ASCO) nunca han requerido de esas otras terapias. Y los investigadores españoles han querido averiguar porqué. Sin embargo, el trabajo ha dado pocas luces sobre las claves de esas afortunadas. El único rasgo común a la mayoría es que ninguna se había tratado con trastuzumab antes de recaer de la enfermedad, algo que ahora es el estándar en la práctica clínica en las mujeres con este tipo de cáncer.
Pero el trabajo, que comparó a estas 'largas supervivientes' con un grupo control de las mismas características que había respondido mal al tratamiento, sí dio claves sobre las características de las menos afortunadas. El análisis del genoma de los tumores permitió distinguir las características que hacían a un cáncer de mama HER 2 positivo no responder al medicamento que se diseñó específicamente para él.
"Esto nos permitirá saber a quien prescribir los nuevos fármacos directamente", subraya Espinosa quien, sin embargo, apunta a que aún faltan "alrededor de tres años" para que este análisis se lleve a cabo de forma rutinaria. Es el tiempo que tardarían en tener resultados de un estudio, para el que van a pedir financiación a través de una beca del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), que permita estandarizar las pruebas necesarias para averiguar lo que este primer análisis ha apuntado.
Factores pronósticos
Además del LongHER, otro trabajo español ha pretendido buscar las factores que permiten predecir una mayor o menor supervivencia en afectadas por este tipo de cáncer de mama, que supone el 20% de los totales de este tumor. El estudio dirigido por Antonio LLombart, del Hospital Vall d'Hebron, se sirve de una de los mayores estudios de pacientes de cáncer de mama avanzado, que analizó a 2.264 mujeres con esta dolencia.Los investigadores han concluido que el factor que más ayuda a predecir una supervivencia corta es que transcurra muy poco tiempo entre la cirugía y la recaída, en concreto menos de un año. El estudio 'exculpa' a otros factores que se consideraban muy negativos, como la condición de triple negativo, un tipo de cáncer de mama de muy mal pronóstico.
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