El mercurio puede ser un factor de riesgo para las enfermedades autoinmunitarias
El desarrollo de los trastornos autoinmunitarios, que son más frecuentes en mujeres que en hombres, no puede explicarse por factores genéticos. Investigadores estadounidenses han encontrado posiblemente una relación con un posible factor ambiental. En un estudio publicado en “Environmental Health Perspectives”, indicaron que la exposición al mercurio (por ejemplo, a través del pescado o los mariscos) puede constituir un factor de riesgo.
Científicos de la Universidad de Michigan (Ann Arbor) analizaron los datos de mujeres con edades comprendidas entre los 16 y 49 años que habían participado en el estudio NHANES (Encuesta nacional de salud y nutrición; National Health and Nutrition Examination Survey) entre 1999 y 2004. Observaron que cuanto mayor es la exposición al mercurio, mayor es el nivel de autoanticuerpos.
Estos son los precursores de la enfermedades autoinmunitarias. Se trata de proteínas producidas por el sistema inmunitario cuando es incapaz de distinguir entre sus propios tejidos y las células potencialmente dañinas. Su presencia no conduce automáticamente a una enfermedad autoinmunitaria, pero puede ser un indicador significativo y puede preceder a su desarrollo con los años.
En general, el consumo de pescado se considera una dieta saludable y se recomienda especialmente para las mujeres que están embarazadas o en fase de lactancia, así como para los niños. Los investigadores destacaron que los nutrientes contenidos son importantes para el organismo. Sin embargo, según la autora del estudio, Emily Somers, las mujeres en edad fértil que demuestran un alto riesgo de enfermedades autoinmunitarias deben tener cuidado con el tipo de pescado que comen: el pez espada, la caballa y el pez blanquillo tienen niveles muy altos de mercurio, mientras que los langostinos, el atún en lata y el salmón tienen niveles bajos.
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