El empeoramiento de la calidad del aire intensifica las crisis asmáticas

Los contaminantes ambientales impactan significativamente en los pacientes asmáticos, agudizando su condición, especialmente en niños y adolescentes. La industria y el trasporte son los principales sectores en los que es necesario adoptar medidas destinadas a disminuir las concentraciones de estos contaminantes a la atmósfera.

Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 03/06/2016 12:39

"El objetivo de nuestra investigación es analizar la frecuencia de visitas a urgencias de los pacientes asmáticos y su relación con la calidad del aire ambiental junto con el incremento de ciertos contaminantes del aire", explica Laura Caballero Ballesteros, neumóloga y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que presentará la comunicación Análisis de la frecuentación de urgencias de los pacientes asmáticos. Relación con la calidad ambiental, en el marco de las actividades científicas del 49º Congreso Nacional de SEPAR, que se celebrará en los próximos días -del 10 al 13 de junio- en Granada.

Los resultados del estudio muestran, en relación a la frecuencia con que acuden los pacientes al servicio de urgencias, que un 43,4 por ciento se produjeron en pacientes con diagnóstico previo de asma. De estos, un 24,6 por ciento requirieron ingreso hospitalario ya que se trataron de episodios graves. En relación al seguimiento de la condición crónica, los datos reflejan que un 89,5 por ciento de los pacientes incluidos en el estudio mantenía un control de su patología a través de los profesionales asistenciales de las consultas de neumología. Asimismo, "el análisis realizado también ha servido para demostrar que los niveles de polinización tienen un impacto en el aumento del número de broncoespasmos", explica Caballero. Aunque este factor no ha sido objeto de este estudio, "cabe destacar que tales niveles, junto con la ola de calor experimentada durante el mes de mayo de 2015 favorecieron la aparición de crisis asmáticas severas", concluye Caballero.

La exposición a la contaminación de partículas pequeñas conlleva efectos sanitarios aunque ésta sea en muy bajas concentraciones. Las partículas de menor tamaño están compuestas porelementos más tóxicos, y en la mayoría de los casos provienen de las emisiones de los vehículos diésel. Los sectores con actividades potencialmente contaminantes son el transporte, la gestión de residuos energéticos, la construcción y la agricultura.

Las partículas procedentes del tráfico urbano se asocian con incrementos en la morbilidad y la mortalidad de la población expuesta. Tal exposición predispone a los ciudadanos a desarrollar problemas respiratorios severos, como el asma o alergias, especialmente en la población infantil. La ligereza de las partículas de menor tamaño facilita la penetración de estas en el aparato respiratorio, concretamente en los alvéolos pulmonares, provocando una disminución lenta pero progresiva de la función pulmonar.

El asma es una enfermedad crónica cuya prevalencia ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Según el European Community Respiratory Health Survey (ECRHS) un 52 por ciento de los españoles que padecen asma no están adecuadamente diagnosticados, y entre los que sufren síntomas frecuentes, un 26 por ciento no sigue ningún tratamiento.