El 'stent' diversor de flujo supone un avance en aneurismas gigantes y fusiformes

Los resultados alcanzados hasta ahora eran pobres y algunos casos resultaban intratables.

Covadonga Díaz, Oviedo | 23/06/2016 12:31

Pedro Vega, neurorradiólogo intervencionista del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). (Covadonga Díaz)

La aparición de nuevos dispositivos está proporcionando una eficaz vía de abordaje en el caso de determinados aneurismas complejos, sobre todo, gigantes o fusiformes, difíciles de abordar por vía quirúrgica o endovascular o para los que hasta ahora no se habían conseguido buenos resultados. Uno de los más destacados es el stent diversor de flujo.

El tratamiento tradicional de los aneurismas está basado en la oclusión endosacular, a través decoils y dispositivos que actúan dentro del saco.

Uno de los avances recientes es la aparición de nuevos sistemas de embolización que permiten la reconstrucción de la pared arterial, evitando "tener que colocar dispositivos dentro del aneurisma", ha explicado Pedro Vega, neurorradiólogo intervencionista del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en la Reunión Anual del grupo Español de Neurorradiología Intervencionista , que se ha celebrado en Oviedo.

Se calcula que entre un 10 y un 15 por ciento de los aneurismas son candidatos a beneficiarse de esta técnica, "que abre la puerta al tratamiento de casos que hasta ahora eran intratables, fundamentalmente fusiformes y de bifurcación, y aneurismas gigantes con cuellos muy grandes o ramas arteriales que requieren ser preservadas. Los resultados eran tanto con cirugía como por vía endovascular muy pobres y algunos ni siquiera eran tratables", ha explicado este especialista.

Otro de los temas centrales abordados en la reunión ha sido el de las malformaciones arteriovenosas, con una incidencia de algo menos de 10 casos por millón de habitantes. Uno de los avances en esta materia está relacionado con la técnica denominada olla a presión, que consiste en bloquear el flujo de la arteria que va a la malformación arterial para facilitar el avance y penetración del líquido embolizante.

"Con esta técnica estamos consiguiendo elevar el índice de cierre de un mayor volumen de malformaciones", ha indicado Pedro Vega, quien insiste en la importancia del abordaje multidisciplinar de una patología que resulta "muy compleja".