"En la actualidad existen diversas opciones de tratamiento dependiendo del tipo de incontinencia. En algunas ocasiones hay que realizar una cirugía mínimamente invasiva, aunque la mayoría de los casos puede resolverse sin necesidad de operar. Entre los tratamientos más novedosos se encuentran nuevos fármacos y también la posibilidad de realizar rehabilitación con kinesiología o estimulando nervios que se encargan del control de la vejiga”, enumeró el Dr. Agustín Sampietro, médico del staff de Ginecología del Hospital Austral.
Otra de las principales novedades es la utilización de toxina botulínica para generar el alivio de los síntomas de urgencia. “El equipo de piso pelviano de nuestro Hospital está conformado por referentes nacionales y latinoamericanos de la especialidad; y ofrecemos los mismos tratamientos, con iguales resultados, que en los principales centros de salud del mundo. De hecho, algunas de las técnicas utilizadas a nivel mundial para el tratamiento de la incontinencia y el prolapso han sido desarrolladas por médicos del Austral”, remarcó.
La incontinencia de orina y el prolapso genital son patologías que afectan la calidad de vida, aunque no son tan conocidas o difundidas porque muchas pacientes no consultan por vergüenza, o quizás porque alguien les dijo que es normal “perder un poco de orina después de la menopausia”.
“Sin embargo, el momento ideal para consultar es cuando la mujer reconoce el síntoma y comienza a generarle una molestia. No existe la incontinencia normal, cuando se presenta es una patología que puede ser tratada con tasas de éxito superiores al 90 por ciento en algunos casos. La gravedad de la enfermedad se mide por cuánto le molesta a la paciente. Es decir que se puede perder sólo una gotita y que aun así esto constituya un evento grave. Es por ello que la consulta debe realizarse siempre y cuando la pérdida moleste, para de esa forma consensuar entre el médico y la paciente cuál es el mejor tratamiento”, explicó el Dr. Sampietro.
Entre los diferentes tipos de incontinencia urinaria, la más frecuente es la incontinencia de orina de urgencia, que es aquella que se produce luego de un deseo imperioso de ir al baño. En estos casos las mujeres no llegan hasta el baño y su vejiga comienza a vaciarse.
Si bien puede suceder en cualquier momento, es frecuente que ocurra llegando a casa, en la puerta, y se da principalmente en mujeres que han pasado la menopausia, aunque puede desarrollarse a cualquier edad.
El otro tipo de incontinencia frecuente es la incontinencia de orina de esfuerzo, que es aquella que se produce luego de reírse, toser, estornudar o realizar un esfuerzo físico como correr o simplemente caminar. Este tipo de incontinencia suele darse en mujeres más jóvenes, en algunos casos durante el embarazo o después del parto, y el problema es que lamentablemente muchas veces las pacientes posponen la consulta por vergüenza o desconocimiento.
Finalmente, en cuanto a las estrategias de prevención, el Dr. Agustín Sampietro enumeró: “Algunas incluyen la realización de consultas y sesiones de kinesiología, sobre todo en aquellas mujeres que han tenido muchos partos vaginales o recién nacidos de más de cuatro kilos. Otras, aplicables a todas las mujeres, tienen que ver con los hábitos: el manejo de la ingesta de líquidos, evitar demorar las micciones por más de tres horas, disminuir la ingesta de irritantes de la vejiga como café, mate, té, o gaseosas, y concurrir a la consulta oportuna con el especialista. Todas éstas son estrategias que pueden prevenir la aparición de los síntomas o bien demorarlos por muchos años”.
En el marco de la Semana Mundial de la Continencia que abarca desde el 20 al 24 de junio, el Hospital Universitario Austral destaca su compromiso con el desarrollo de novedosas técnicas de tratamiento de esta patología que se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina y que, se calcula, padecen alrededor de 1.5 millones de adultos, principalmente mujeres.
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