CONGRESO INSUFICIENCIA CARDÍACA 2016
LCZ696 reduce un 20% las muertes en cierta IC
Indicado en determinados pacientes, puede utilizarse además junto con ivabradina y resincronización.
Covadonga Díaz. Oviedo | dmredaccion@diariomedico.com | 20/06/2016 00:00
José Luis Rodríguez Lambert, del Servicio de Cardiología del HUCA. (Covadonga Díaz)
Las nuevas guías en el abordaje de la insuficiencia cardíaca recogen cambios importantes tanto en lo que a definición de la enfermedad se refiere como en cuanto a tratamiento, con el establecimiento de LCZ696 (sacubitril) más valsartán como fármacos de segunda línea en pacientes sintomáticos a pesar del tratamiento con betabloqueantes e inhibidores de la ECA o antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II), con una reducción de la mortalidad de un 20 por ciento.
El congreso Insuficiencia Cardíaca 2016, celebrado en Oviedo durante la XIII Reunión de la Sección de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha servido para difundir estas guías, entre otras novedades.
La agencia reguladora estadounidense FDA aprobó el uso de LCZ696 el año pasado; la europea EMA lo hizo a primeros de año, y se espera que en otoño llegue el visto bueno del Ministerio de Sanidad español, según José Luis Rodríguez Lambert, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y presidente de la Sección de Insuficiencia Cardíaca de la SEC.
Una de las novedades de las guías es el establecimiento de una nueva clasificación de la enfermedad, en la que, además de los dos tipos tradicionales de insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (HFpEF) y con fracción de eyección disminuida (HFrEF), aparece una variante intermedia (HFmEF).
Además, se ha comenzado a trabajar con un nuevo algoritmo, centrado sobre todo en la clínica y la exploración y "que simplifica la toma de decisiones con esos criterios, si acaso complementados con ecografía".
Según el algoritmo, se consolida el tratamiento de primera línea con betabloqueantes e inhibidores de la ECA o ARA II para todos los pacientes, y la adición de antagonistas de los receptores de los mineralcorticoides en caso de persistencia de los síntomas.
El LCZ696 como terapia de segunda línea se sumará al trípode anterior, en caso de que los pacientes continúen sintomáticos, "dado el buen resultado que ha demostrado, pudiendo utilizarse en combinación con ivabradina y resincronización". En caso de ser necesario se recurrirá también a diuréticos y al desfibrilador automático implantable.
Así, el LCZ696 reduce hasta un 20 por ciento la mortalidad y la hospitalización de los pacientes en el subgrupo en el que se indica: pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección disminuida y periodo de tratamiento abierto, que toleran los inhibidores de la ECA "y a pesar de lo cual siguen sintomáticos", ha indicado Rodríguez Lambert.
Resincronización
Otro asunto importante que se ha abordado en el congreso es la identificación más precisa del subgrupo de pacientes que más se benefician de la resincronización, "que no está indicada en enfermos con un QRS menor de 120 milisegundos en el electrocardiograma y teniendo en cuenta que los mejores resultados se consiguen en pacientes que con tratamiento médico óptimo siguen sintomáticos y presentan bloqueo de rama izquierda y un QRS superior a 150 milisegundos".También se ha insistido en la importancia del abordaje multidisciplinar de la insuficiencia cardíaca, "la enfermedad cardíaca más prevalente y en la que atención primaria, medicina interna y enfermería tiene un papel fundamental".
Otro asunto importante que se ha abordado en el congreso es la identificación más precisa del subgrupo de pacientes que más se benefician de la resincronización, "que no está indicada en enfermos con un QRS menor de 120 milisegundos en el electrocardiograma y teniendo en cuenta que los mejores resultados se consiguen en pacientes que con tratamiento médico óptimo siguen sintomáticos y presentan bloqueo de rama izquierda y un QRS superior a 150 milisegundos".También se ha insistido en la importancia del abordaje multidisciplinar de la insuficiencia cardíaca, "la enfermedad cardíaca más prevalente y en la que atención primaria, medicina interna y enfermería tiene un papel fundamental".
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