Cánceres de cabeza y cuello
¿Qué son los cánceres de cabeza y cuello?
Los cánceres que se conocen en conjunto como cánceres de cabeza y cuello, generalmente, comienzan en las células escamosas que revisten las superficies húmedas y mucosas del interior de la cabeza y del cuello (por ejemplo, dentro de la boca, de la nariz y de la garganta). Los cánceres de células escamosas se llaman, con frecuencia, carcinomasde células escamosas de cabeza y cuello. Los cánceres de cabeza y cuello pueden comenzar también en las glándulas salivales, pero los cánceres de estas glándulas son relativamente poco comunes. Las glándulas salivales contienen muchos tipos diferentes de células que pueden volverse cancerosas, de manera que existen muchos tipos diferentes de cáncer de glándulas salivales.
Los cánceres de cabeza y cuello se categorizan, a su vez, de acuerdo a la zona de la cabeza o del cuello en la que empiezan. Estas zonas se describen abajo y están rotuladas en el dibujo de las regiones de cáncer de cabeza y cuello.
Cavidad oral. Comprende los labios, dos terceras partes del frente de la lengua, las encías, el revestimiento dentro de las mejillas y labios, la base de la boca debajo de la lengua, el paladar duro (parte superior ósea de la boca) y la zona pequeña de la encía detrás de las muelas del juicio.
Faringe. La faringe (garganta) es un tubo hueco casi 5 pulgadas de largo que comienza detrás de la nariz y se extiende hasta el esófago. Tiene tres partes: la nasofaringe (la parte superior de la faringe, detrás de la nariz); la orofaringe (la parte central de la faringe, incluido el paladar blando (la parte de atrás de la boca), la base de la lengua y las amígdalas); la hipofaringe (la parte inferior de la faringe).
Laringe. La laringe es un conducto corto formado por cartílago situado justo abajo de la faringe en el cuello. La laringe contiene las cuerdas vocales. Tiene también un tejidopequeño, llamado epiglotis, el cual se mueve para cubrir la laringe e impedir que los alimentos entren en las vías respiratorias.
Senos paranasales y cavidad nasal. Los senos paranasales son pequeños espacios huecos en los huesos de la cabeza localizados alrededor de la nariz. La cavidad nasal es el espacio hueco dentro de la nariz.
Glándulas salivales. La mayoría de las glándulas salivales se encuentran en el piso de la boca y cerca de la mandíbula. Las glándulas salivales producen saliva.
Los cánceres de cerebro, de ojo, de esófago y de glándula tiroides, así como los cánceres de cuero cabelludo, de piel, músculos y huesos de la cabeza y del cuello no se clasifican generalmente como cánceres de cabeza y cuello.
En ocasiones, es posible encontrar células escamosas cancerosas en los ganglios linfáticosde la parte superior del cuello cuando no hay evidencia de cáncer en otras partes de la cabeza y del cuello (1). Cuando esto sucede, el cáncer se llama cáncer escamoso metastático de cuello con tumor primario desconocido (oculto). Hay más información acerca de este tipo de cáncer en Cáncer metastático escamoso de cuello con tumor primario oculto (PDQ®).
¿Qué causa los cánceres de cabeza y cuello?
El uso de alcohol y de tabaco (incluso el tabaco sin humo, llamado algunas veces "tabaco de mascar" o "rapé") son los dos factores de riesgo más importantes de los cánceres de cabeza y cuello, especialmente los cánceres de la cavidad oral, de orofaringe, hipofaringe y de laringe (2–5). Por lo menos, 75 % de los cánceres de cabeza y cuello son causados por el uso de tabaco y consumo de alcohol (6). Las personas que usan tanto tabaco como alcohol tienen un riesgo mayor de presentar estos cánceres que las personas que usan solo tabaco o solo alcohol (6–8). El consumo de tabaco y alcohol no es factor de riesgo para cánceres de glándulas salivales.
La infección con los tipos de virus del papiloma humano, VPH, que causan cáncer, especialmente el tipo 16, es un factor de riesgo para algunos tipos de los cánceres de cabeza y cuello, en particular los cánceres de orofaringe que implican las amígdalas o la base de la lengua (9–11). En Estados Unidos, la incidencia de cánceres de orofaringe causados por infección por VPH está aumentando, mientras que la incidencia de cánceres de orofaringe relacionados con otras causas está bajando (9). Más información está disponible en la hoja informativa Los virus del papiloma humano y el cáncer.
Otros factores de riesgo de los cánceres de cabeza y cuello son:
Paan (betel quid). Los inmigrantes del Sudeste Asiático que usan paan (betel quid) en la boca deberán saber que este hábito ha sido asociado vigorosamente con un riesgo mayor de cáncer de boca (12, 13).
Alimentos salados o preservados. El consumo de ciertos alimentos salados o preservados durante la niñez es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (14, 15).
Salud bucal. La higiene bucal pobre y la falta de dientes pueden ser factores de riesgo leves de cánceres de la cavidad oral (16, 17). El uso de enjuague bucal con un contenido alto de alcohol es un posible factor de riesgo de cánceres de cavidad oral, aunque no es comprobado (16, 17).
Exposición ocupacional. La exposición ocupacional al polvo de madera es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (14, 15). Exponerse a ciertos productos industriales, como al asbesto y a fibras sintéticas, ha sido asociado con cáncer de laringe, pero el aumento del riesgo es debatido aún (18). Las personas que trabajan en ciertos oficios en las industrias de construcción, metalurgia, textil, cerámica, maderera y alimentaria pueden presentar mayor riesgo de cáncer de laringe (19). La exposición industrial al polvo de madera o de níquel o de formaldehído es un factor de riesgo de cánceres de los senos paranasales y de cavidad nasal (20–22).
Exposición a radiación. La radiación a la cabeza y al cuello, por padecimientos no cancerosos o por cáncer, es un factor de riesgo de cáncer de glándulas salivales (16, 23, 24).
Infección por el virus de Epstein-Barr. La infección por el virus de Epstein-Barr es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe (25) y de cáncer de glándulas salivales (26, 27).
¿Cuáles son los síntomas de los cánceres de cabeza y cuello?
Los síntomas de los cánceres de cabeza y cuello pueden ser: un bulto o una llaga que no sana, irritación de garganta que no desaparece, dificultad para pasar y cambio o ronquera en la voz. Estos síntomas pueden ser causados también por otras afecciones menos graves. Es importante consultar con su médico o con su dentista sobre cualquiera de estos síntomas. Los síntomas que pueden afectar zonas específicas de la cabeza o cuello son las siguientes:
Cavidad oral. Un parche blanco o rojo en la encía, en la lengua o en el revestimiento de la boca; inflamación de la mandíbula que causa que la prótesis dental no esté ajustada o que se sienta incómoda; y sangrado o dolor poco común en la boca.
Faringe. Dificultad para respirar o para hablar; dolor al pasar; dolor en el cuello o en la garganta que no desaparece; dolores de cabeza frecuentes, dolor o zumbido en los oídos; dificultad para oír.
Laringe. Dolor al pasar o dolor de oído.
Senos paranasales y cavidad nasal. Senos nasales congestionados que no se despejan; sinusitis que no reacciona al tratamiento con antibióticos; sangrado por la nariz; dolores frecuentes de cabeza, inflamación u otros problemas de ojos; dolor en los dientes superiores; o problemas con las prótesis dentales.
Glándulas salivales. Hinchazón debajo del mentón o alrededor de la mandíbula, adormecimiento o parálisis de los músculos en la cara, o dolor en la cara, en el mentón o en el cuello que no desaparece.
¿Qué tan comunes son los cánceres de cabeza y cuello?
Los cánceres de cabeza y cuello representan cerca de 4 % de todos los cánceres en Estados Unidos (28). Esos cánceres son más de dos veces comunes en los hombres que en las mujeres (29). Los cánceres de cabeza y cuello son también diagnosticados con más frecuencia entre personas que tienen más de 50 años de edad que entre personas más jóvenes.
Los investigadores calcularon que más de 65 000 hombres y mujeres en este país serían diagnosticados con cánceres de cabeza y cuello en 2017 (29).
¿Cómo puedo hacer que disminuya mi riesgo de presentar cánceres de cabeza y cuello?
Las personas que tienen el riesgo de padecer cánceres de cabeza y cuello, en especial quienes usan tabaco, deberán consultar con su médico acerca de la forma de reducir su riesgo. Deberán también hablar con sus médicos de la frecuencia de los exámenes de seguimiento. Además, estudios clínicos en curso están evaluando la efectividad de varios medicamentos para prevenir los cánceres de cabeza y cuello en personas que tienen un riesgo alto de presentar esas enfermedades. Una lista de estos estudios clínicos se encuentra disponible en inglés en el enlace siguiente.
Especialistas en información del Servicio de Información sobre el Cáncer (CIS) del NCIpueden también ayudar a personas a localizar estudios clínicos para la prevención de los cánceres de cabeza y cuello. Usted puede comunicarse con el CIS en el teléfono 1–800–422–6237 (1–800–4–CANCER).
Al evitar la infección oral por VPH se puede reducir el riesgo de los cánceres de cabeza y cuello asociados con los VPH. Sin embargo, todavía no se sabe si las vacunas contra los VPH, Gardasil®, Gardasil 9® y Cervarix®, aprobadas por la Administración de Medicamentos y Alimentos impiden la infección por VPH de la cavidad oral, y ninguna de esas vacunas ha sido aprobada todavía para la prevención del cáncer de orofaringe. Más información sobre estas vacunas se encuentra en la hoja informativa del NCI Vacunas contra los virus del papiloma humano.
¿Cómo se hace el diagnóstico de los cánceres de cabeza y cuello?
Para encontrar la causa de los signos o síntomas de un problema en la zona de la cabeza y del cuello, el médico evalúa los antecedentes médicos de la persona, lleva a cabo un examen físico y ordena pruebas de diagnóstico. Los exámenes y las pruebas pueden variar dependiendo de los síntomas. Siempre es necesario examinar una muestra de tejido al microscopio para confirmar un diagnóstico de cáncer.
Si el diagnóstico es de cáncer, el médico querrá saber el estadio (etapa o extensión) de la enfermedad. La estadificación es un intento cuidadoso de descubrir si el cáncer se ha diseminado y, si es así, a qué partes del cuerpo. La estadificación quizás requiera exámenes con anestesia (en un quirófano), radiografías y otros procedimientos de exploración con imágenes y análisis de laboratorio. Al saber cuál es el estadio de la enfermedad, el médico podrá planificar un tratamiento.
¿Cómo se tratan los cánceres de cabeza y cuello?
El plan de tratamiento para cada paciente depende de varios factores, tales como la ubicación del tumor, el estadio del cáncer, la edad y la salud general de la persona. El tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o una combinación de tratamientos.
Las personas que son diagnosticadas con cáncer de orofaringe causado por VPH reciben un tratamiento diferente de las personas con cáncer de orofaringe que no es causado por VPH. La investigación reciente ha mostrado que pacientes con tumores de orofaringe causados por VPH tienen un pronóstico mejor y pueden ponerse bien con un tratamiento menos intenso. Un estudio clínico en curso está investigando esta cuestión.
Usted encontrará más información sobre el tratamiento para tipos específicos de cánceres de cabeza y cuello en los siguientes resúmenes de tratamiento de cáncer de PDQ®, los cuales están disponibles en versiones para pacientes y para profesionales de salud, en español y en inglés (los enlaces a continuación son de versiones en español para pacientes):
- Cáncer escamoso metastático de cuello con tumor primario oculto
- Cáncer de hipofaringe
- Cáncer de labio y de cavidad oral
- Cáncer de la glándula salival
- Cáncer de laringe
- Cáncer del seno paranasal y de la cavidad nasal
- Cáncer de nasofaringe
- Cáncer de orofaringe
El paciente y su médico deberán considerar las opciones de tratamiento cuidadosamente. Deberán hablar de cada tipo de tratamiento y de la forma como el tratamiento podría cambiar el aspecto del paciente, su forma de hablar, de comer o de respirar.
¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento?
La cirugía para los cánceres de cabeza y cuello altera, con frecuencia, la facultad del paciente para masticar, para pasar o para hablar. Quizás el aspecto del paciente sea diferente después de la cirugía, y su cara y su cuello pueden estar hinchados. Generalmente, la hinchazón desaparece en unas pocas semanas. Sin embargo, si se extirpan los ganglios linfáticos, el flujo de la linfa puede ser más lento en donde se extirparon, y la linfa se puede acumular en los tejidos. Esto puede causar más hinchazón que dure más tiempo.
Después de una laringectomía (cirugía para extirpar la laringe) o de otras cirugías del cuello, quizás el paciente sienta entumecimiento en algunas regiones del cuello y de la garganta debido a que se cortaron algunos nervios. Si se extirparon los ganglios linfáticos en el cuello, los hombros y el cuello pueden volverse débiles y tiesos.
Los pacientes que reciben radiación a la cabeza y al cuello pueden presentar enrojecimiento, irritación y llagas en la boca; sequedad de la boca o saliva espesa; dificultad para pasar; cambios en el sabor; o náuseas. Otros problemas que quizás ocurran durante el tratamiento son la falta del sentido del gusto, lo cual puede hacer que no haya apetito y afectar la nutrición, y dolor de oído (causado por cerumen endurecido). Los pacientes pueden notar también algo de hinchazón o flacidez de la piel debajo del mentón, y cambios en la textura de la piel. La mandíbula se puede sentir rígida, y es posible que los pacientes no puedan abrir la boca tanto como lo hacían antes del tratamiento.
Los pacientes deberán reportar cualquier efecto secundario a sus médicos o enfermeras y preguntar cómo manejarlo. Más adelante se encuentra información sobre la rehabilitacióndespués de la cirugía para el cáncer de cabeza y cuello.
¿En dónde puedo encontrar más información sobre estudios clínicos para pacientes con cánceres de cabeza o cuello?
Los estudios clínicos son estudios de investigación que se llevan a cabo con personas que participan voluntariamente. La participación en estudios clínicos es una opción para muchos pacientes con cánceres de cabeza y cuello. Una lista de estudios clínicos para tratar los cánceres de cabeza y cuello se puede encontrar en el enlace de abajo.
Las personas interesadas en participar en un estudio clínico deberán hablar con su médico. Información sobre estudios clínicos está disponible en la hoja informativa del NCI Estudios clínicos de cáncer en la lista de recursos al final. Esta hoja informativa explica cómo se llevan a cabo los estudios de investigación y sus posibles beneficios y riesgos.
El NCI ofrece información sobre estudios clínicos específicos para personas con cánceres de cabeza y cuello. El Servicio de Información sobre el Cáncer puede responder preguntas sobre estos estudios clínicos en el teléfono 18004226237 (18004CANCER).
¿Qué opciones de rehabilitación o de apoyo están disponibles para pacientes con cánceres de cabeza y cuello?
El objetivo del tratamiento de cánceres de cabeza y cuello es controlar la enfermedad, pero los médicos se preocupan también de preservar, tanto como sea posible, la función de las zonas afectadas y de ayudar a que el paciente regrese a sus actividades normales lo más pronto posible después del tratamiento. La rehabilitación es una parte muy importante de este proceso. Las metas de la rehabilitación dependen de la extensión de la enfermedad y del tratamiento recibido por el paciente.
De acuerdo a la ubicación del cáncer y al tipo de tratamiento, la rehabilitación puede incluir fisioterapia, asesoría de alimentación, terapia del habla o aprendizaje para cuidar un estoma. Un estoma es una abertura en la tráquea por la que respira el paciente después de una laringectomía, la cual es la cirugía para extirpar la laringe. La Biblioteca Nacional de Medicina tiene más información sobre la laringectomía en MedlinePlus.
En ocasiones, especialmente en cáncer de la cavidad oral, el paciente puede necesitar cirugía reconstructiva y cirugía plástica para reconstruir huesos o tejidos. Sin embargo, la cirugía reconstructiva no siempre se puede realizar debido a daños al tejido restante por la cirugía original o por la radioterapia. Si no hay posibilidad de cirugía reconstructiva, quizás un especialista en prótesis dentales pueda crear una prótesis (parte artificial dental o facial) para restaurar con satisfacción la facultad de pasar alimentos, de hablar y la apariencia. Los pacientes recibirán entrenamiento especial para usar dicho dispositivo.
Es posible que los pacientes con problemas del habla después del tratamiento necesiten terapia para hablar. Por lo general, un patólogo del habla y lenguaje visita al paciente en el hospital para planificar la terapia y enseñarle ejercicios para el habla o métodos alternativos de hablar. Dicha terapia usualmente continúa después de que el paciente regresa a casa.
Quizás se dificulte comer después del tratamiento para cánceres de cabeza y cuello. Algunos pacientes reciben nutrientes directamente en una vena después de cirugía o necesitan una sonda de gastrostomía hasta que puedan comer por sí mismos. Una sondaes un tubo flexible de plástico que se pasa hasta el interior del estómago por la nariz o por una incisión en el abdomen. Una enfermera o un patólogo del habla y lenguaje puede ayudar a los pacientes a aprender de nuevo cómo ingerir después de la cirugía. El folleto del NCI, Consejos de alimentación, contiene varias sugerencias y recetas útiles.
¿Es necesario un tratamiento de seguimiento? ¿Qué es lo que implica?
Los cuidados de seguimiento con regularidad, después del tratamiento de cáncer de cabeza y cuello, son muy importantes para asegurarse de que el cáncer no regrese o de que un segundo cáncer primario (nuevo) no se haya formado. De acuerdo al tipo de cáncer, los cuidados médicos de seguimiento pueden consistir en exámenes del estoma, si se creó uno, y de la boca, del cuello y de la garganta. Se pueden necesitar exámenes dentales con regularidad.
De vez en cuando, el médico puede llevar a cabo un examen físico completo, análisis de sangre, radiografías y tomografía computarizada (TC), tomografía por emisión de positrones (TEP) o exploraciones con resonancia magnética. El médico puede vigilar la función de la tiroides y de la hipófisis, en especial si la cabeza o el cuello fueron tratados con radiación. Además, el médico puede brindar asesoramiento a los pacientes para que dejen de fumar. Algunas investigaciones han mostrado que continuar el uso de tabaco por un paciente con cáncer de cabeza y cuello puede reducir la efectividad del tratamiento y aumentar la posibilidad de un segundo cáncer primario.
Puede encontrar información adicional en la hoja informativa del NCI Cuidados de seguimiento después del tratamiento del cáncer.
¿Cómo pueden las personas que han tenido cánceres de cabeza y cuello reducir su riesgo de un segundo cáncer primario (nuevo)?
Las personas que recibieron tratamiento para cánceres de cabeza y cuello tienen una posibilidad mayor de presentar un nuevo cáncer, usualmente en la cabeza, en el cuello, en el esófago o en los pulmones (30–32). La posibilidad de un segundo cáncer primario varía y depende del sitio del cáncer original, pero es mayor para las personas que consumen tabaco y alcohol (30).
Debido específicamente a que los pacientes que fuman tienen un riesgo mayor de un segundo cáncer primario, los médicos recomiendan que los pacientes que fuman dejen de hacerlo. La información para dejar de fumar está disponible por medio del Servicio de Información sobre el Cáncer en el teléfono 1–800–422–6237 (1–800–4–CANCER) y en la hoja informativa del NCI En dónde obtener ayuda si usted decide dejar de fumar. El recurso principal del gobierno federal para ayudar a la gente a dejar de usar tabaco es BeTobaccoFree.gov. El gobierno patrocina también Smokefree Women, un sitio web para ayudar a las mujeres a dejar el tabaco, y Smokefree Teen, el cual está diseñado para ayudar a los adolescentes a que entiendan las decisiones que toman y cómo esas decisiones afectan sus vidas. El número gratuito 1–800–784–8669 (1–800–QUIT–NOW) sirve también como punto único de acceso a líneas telefónicas estatales para ayudar a dejar de fumar.
Head and Neck Cancers
What are cancers of the head and neck?
Cancers that are known collectively as head and neck cancers usually begin in the squamous cells that line the moist, mucosal surfaces inside the head and neck (for example, inside the mouth, the nose, and the throat). These squamous cell cancers are often referred to as squamous cell carcinomas of the head and neck. Head and neck cancers can also begin in the salivary glands, but salivary gland cancers are relatively uncommon. Salivary glands contain many different types of cells that can become cancerous, so there are many different types of salivary gland cancer.
Cancers of the head and neck are further categorized by the area of the head or neck in which they begin. These areas are described below and labeled in the image of head and neck cancer regions.
Oral cavity: Includes the lips, the front two-thirds of the tongue, the gums, the lining inside the cheeks and lips, the floor (bottom) of the mouth under the tongue, the hard palate (bony top of the mouth), and the small area of the gum behind the wisdom teeth.
Pharynx: The pharynx (throat) is a hollow tube about 5 inches long that starts behind the nose and leads to the esophagus. It has three parts: the nasopharynx (the upper part of the pharynx, behind the nose); the oropharynx (the middle part of the pharynx, including the soft palate [the back of the mouth], the base of the tongue, and the tonsils); the hypopharynx (the lower part of the pharynx).
Larynx: The larynx, also called the voicebox, is a short passageway formed by cartilage just below the pharynx in the neck. The larynx contains the vocal cords. It also has a small piece of tissue, called the epiglottis, which moves to cover the larynx to prevent food from entering the air passages.
Paranasal sinuses and nasal cavity: The paranasal sinuses are small hollow spaces in the bones of the head surrounding the nose. The nasal cavity is the hollow space inside the nose.
Salivary glands: The major salivary glands are in the floor of the mouth and near the jawbone. The salivary glands produce saliva.
What causes cancers of the head and neck?
Alcohol and tobacco use (including smokeless tobacco, sometimes called “chewing tobacco” or “snuff”) are the two most important risk factors for head and neck cancers, especially cancers of the oral cavity, oropharynx, hypopharynx, and larynx (2–5). At least 75% of head and neck cancers are caused by tobacco and alcohol use (6). People who use both tobacco and alcohol are at greater risk of developing these cancers than people who use either tobacco or alcohol alone (6–8). Tobacco and alcohol use are not risk factors for salivary gland cancers.
Infection with cancer-causing types of human papillomavirus (HPV), especially HPV type 16, is a risk factor for some types of head and neck cancers, particularly oropharyngeal cancers that involve the tonsils or the base of the tongue (9–11). In the United States, the incidence of oropharyngeal cancers caused by HPV infection is increasing, while the incidence of oropharyngeal cancers related to other causes is falling (9). More information is available in the HPV and Cancer fact sheet.
Other risk factors for cancers of the head and neck include the following:
Paan (betel quid). Immigrants from Southeast Asia who use paan (betel quid) in the mouth should be aware that this habit has been strongly associated with an increased risk of oral cancer (12, 13).
Preserved or salted foods. Consumption of certain preserved or salted foods during childhood is a risk factor for nasopharyngeal cancer (14, 15).
Oral health. Poor oral hygiene and missing teeth may be weak risk factors for cancers of the oral cavity (16, 17). Use of mouthwash that has a high alcohol content is a possible, but not proven, risk factor for cancers of the oral cavity (16, 17).
Occupational exposure. Occupational exposure to wood dust is a risk factor for nasopharyngeal cancer (14, 15). Certain industrial exposures, including exposures to asbestos and synthetic fibers, have been associated with cancer of the larynx, but the increase in risk remains controversial (18). People working in certain jobs in the construction, metal, textile, ceramic, logging, and food industries may have an increased risk of cancer of the larynx (19). Industrial exposure to wood or nickel dust or formaldehyde is a risk factor for cancers of the paranasal sinuses and nasal cavity (20–22).
Radiation exposure. Radiation to the head and neck, for noncancerous conditions or cancer, is a risk factor for cancer of the salivary glands (16, 23, 24).
Epstein-Barr virus infection. Infection with the Epstein-Barr virus is a risk factor for nasopharyngeal cancer (25) and cancer of the salivary glands (26, 27).
What are the symptoms of head and neck cancers?
The symptoms of head and neck cancers may include a lump or a sore that does not heal, a sore throat that does not go away, difficulty in swallowing, and a change or hoarseness in the voice. These symptoms may also be caused by other, less serious conditions. It is important to check with a doctor or dentist about any of these symptoms. Symptoms that may affect specific areas of the head and neck include the following:
Oral cavity. A white or red patch on the gums, the tongue, or the lining of the mouth; a swelling of the jaw that causes dentures to fit poorly or become uncomfortable; and unusual bleeding or pain in the mouth.
Pharynx. Trouble breathing or speaking; pain when swallowing; pain in the neck or the throat that does not go away; frequent headaches, pain, or ringing in the ears; or trouble hearing.
Larynx. Pain when swallowing or ear pain.
Paranasal sinuses and nasal cavity. Sinuses that are blocked and do not clear; chronic sinus infections that do not respond to treatment with antibiotics; bleeding through the nose; frequent headaches, swelling or other trouble with the eyes; pain in the upper teeth; or problems with dentures.
Salivary glands. Swelling under the chin or around the jawbone, numbness or paralysis of the muscles in the face, or pain in the face, the chin, or the neck that does not go away.
How common are head and neck cancers?
Head and neck cancers account for approximately 4% of all cancers in the United States (28). These cancers are more than twice as common among men as they are among women (29). Head and neck cancers are also diagnosed more often among people over age 50 than they are among younger people.
Researchers estimated that more than 65,000 men and women in this country would be diagnosed with head and neck cancers in 2017 (29).
How can I reduce my risk of developing head and neck cancers?
People who are at risk of head and neck cancers―particularly those who use tobacco―should talk with their doctor about ways that they may be able to reduce their risk. They should also discuss with their doctor how often to have checkups. In addition, ongoing clinical trials are testing the effectiveness of various medications in preventing head and neck cancers in people who have a high risk of developing these diseases. A list of these trials can be found at the link below.
Information specialists from NCI’s Cancer Information Service (CIS) can also help people find clinical trials for the prevention of head and neck cancers. The CIS can be reached at 1–800–4–CANCER (1–800–422–6237) or by chatting with a cancer information specialist online through LiveHelp.
Avoiding oral HPV infection may reduce the risk of HPV-associated head and neck cancers. However, it is not yet known whether the Food and Drug Administration-approved HPV vaccines Gardasil®, Gardasil 9®, and Cervarix® prevent HPV infection of the oral cavity, and none of these vaccines has yet been approved for the prevention of oropharyngeal cancer. More information about these vaccines is in the NCI fact sheet Human Papillomavirus (HPV) Vaccines.
How are head and neck cancers diagnosed?
To find the cause of the signs or symptoms of a problem in the head and neck area, a doctor evaluates a person’s medical history, performs a physical examination, and orders diagnostic tests. The exams and tests may vary depending on the symptoms. Examination of a sample of tissue under a microscope is always necessary to confirm a diagnosis of cancer.
If the diagnosis is cancer, the doctor will want to learn the stage (or extent) of disease. Staging is a careful attempt to find out whether the cancer has spread and, if so, to which parts of the body. Staging may involve an examination under anesthesia (in an operating room), x-rays and other imaging procedures, and laboratory tests. Knowing the stage of the disease helps the doctor plan treatment.
How are head and neck cancers treated?
The treatment plan for an individual patient depends on a number of factors, including the exact location of the tumor, the stage of the cancer, and the person’s age and general health. Treatment for head and neck cancer can include surgery, radiation therapy, chemotherapy, targeted therapy, or a combination of treatments.
People who are diagnosed with HPV-positive oropharyngeal cancer may be treated differently than people with oropharyngeal cancers that are HPV-negative. Recent research has shown that patients with HPV-positive oropharyngeal tumors have a better prognosis and may do just as well on less intense treatment. An ongoing clinical trial is investigating this question.
More information about treatment for specific types of head and neck cancers is in the following PDQ® cancer treatment summaries, which are available in patient and health professional versions, as well as in Spanish (the links below go to the patient versions in English):
- Hypopharyngeal Cancer
- Laryngeal Cancer
- Lip and Oral Cavity Cancer
- Metastatic Squamous Neck Cancer with Occult Primary
- Nasopharyngeal Cancer
- Oropharyngeal Cancer
- Paranasal Sinus and Nasal Cavity Cancer
- Salivary Gland Cancer
The patient and the doctor should consider treatment options carefully. They should discuss each type of treatment and how it might change the way the patient looks, talks, eats, or breathes.
What are the side effects of treatment?
Surgery for head and neck cancers often changes the patient’s ability to chew, swallow, or talk. The patient may look different after surgery, and the face and neck may be swollen. The swelling usually goes away within a few weeks. However, if lymph nodes are removed, the flow of lymph in the area where they were removed may be slower and lymph could collect in the tissues, causing additional swelling; this swelling may last for a long time.
After a laryngectomy (surgery to remove the larynx) or other surgery in the neck, parts of the neck and throat may feel numb because nerves have been cut. If lymph nodes in the neck were removed, the shoulder and neck may become weak and stiff.
Patients who receive radiation to the head and neck may experience redness, irritation, and sores in the mouth; a dry mouth or thickened saliva; difficulty in swallowing; changes in taste; or nausea. Other problems that may occur during treatment are loss of taste, which may decrease appetite and affect nutrition, and earaches (caused by the hardening of ear wax). Patients may also notice some swelling or drooping of the skin under the chin and changes in the texture of the skin. The jaw may feel stiff, and patients may not be able to open their mouth as wide as before treatment.
Patients should report any side effects to their doctor or nurse, and discuss how to deal with them.
Where can I find more information about clinical trials for patients with head and neck cancers?
Clinical trials are research studies conducted with people who volunteer to take part. Participation in clinical trials is an option for many patients with head and neck cancer. A list of clinical trials to treat head and neck cancers can be found at the link below.
People interested in taking part in a clinical trial should talk with their doctor. Information about clinical trials is available in the NCI booklet Taking Part in Cancer Treatment Research Studies. This booklet describes how research studies are carried out and explains their possible benefits and risks.
NCI provides information about specific clinical trials for people who have head and neck cancers. Questions about these trials can be answered by NCI’s Cancer Information Service at 1–800–4–CANCER (1–800–422–6237), or by chatting with a cancer information specialist online through LiveHelp.
What rehabilitation or support options are available for patients with head and neck cancers?
The goal of treatment for head and neck cancers is to control the disease, but doctors are also concerned about preserving the function of the affected areas as much as they can and helping the patient return to normal activities as soon as possible after treatment. Rehabilitation is a very important part of this process. The goals of rehabilitation depend on the extent of the disease and the treatment that a patient has received.
Depending on the location of the cancer and the type of treatment, rehabilitation may include physical therapy, dietary counseling, speech therapy, and/or learning how to care for a stoma. A stoma is an opening into the windpipe through which a patient breathes after a laryngectomy, which is surgery to remove the larynx. The National Library of Medicine has more information about laryngectomy in MedlinePlus.
Sometimes, especially with cancer of the oral cavity, a patient may need reconstructive and plastic surgery to rebuild bones or tissues. However, reconstructive surgery may not always be possible because of damage to the remaining tissue from the original surgery or from radiation therapy. If reconstructive surgery is not possible, a prosthodontist may be able to make a prosthesis (an artificial dental and/or facial part) to restore satisfactory swallowing, speech, and appearance. Patients will receive special training on how to use the device.
Patients who have trouble speaking after treatment may need speech therapy. Often, a speech-language pathologist will visit the patient in the hospital to plan therapy and teach speech exercises or alternative methods of speaking. Speech therapy usually continues after the patient returns home.
Eating may be difficult after treatment for head and neck cancer. Some patients receive nutrients directly into a vein after surgery or need a feeding tube until they can eat on their own. A feeding tube is a flexible plastic tube that is passed into the stomach through the nose or an incision in the abdomen. A nurse or speech-language pathologist can help patients learn how to swallow again after surgery. The NCI booklet Eating Hints: Before, During, and After Cancer Treatment contains many useful suggestions and recipes.
Is follow-up care necessary? What does it involve?
Regular follow-up care is very important after treatment for head and neck cancer to make sure that the cancer has not returned, or that a second primary (new) cancer has not developed. Depending on the type of cancer, medical checkups could include exams of the stoma, if one has been created, and of the mouth, neck, and throat. Regular dental exams may also be necessary.
From time to time, the doctor may perform a complete physical exam, blood tests, x-rays, and computed tomography (CT), positron emission tomography (PET), or magnetic resonance imaging (MRI) scans. The doctor may monitor thyroid and pituitary glandfunction, especially if the head or neck was treated with radiation. Also, the doctor is likely to counsel patients to stop smoking. Research has shown that continued smoking by a patient with head and neck cancer may reduce the effectiveness of treatment and increase the chance of a second primary cancer.
Additional information can be found in the NCI fact sheet Follow-up Care After Cancer Treatment.
How can people who have had head and neck cancers reduce their risk of developing a second primary (new) cancer?
People who have been treated for head and neck cancers have an increased chance of developing a new cancer, usually in the head, neck, esophagus, or lungs (30–32). The chance of a second primary cancer varies depending on the site of the original cancer, but it is higher for people who use tobacco and drink alcohol (30).
Especially because patients who smoke have a higher risk of a second primary cancer, doctors encourage patients who use tobacco to quit. Information about tobacco cessation is available from NCI’s Cancer Information Service at 1–800–4–CANCER (1–800–422–6237) and in the NCI fact sheet Where To Get Help When You Decide To Quit Smoking. The federal government’s main resource to help people quit using tobacco is BeTobaccoFree.gov.The government also sponsors Smokefree Women, a website to help women quit using tobacco, and Smokefree Teen, which is designed to help teens understand the decisions they make and how those decisions fit into their lives. The toll-free number 1–800–QUIT–NOW (1–800–784–8669) also serves as a single point of access to state-based telephone quitlines.
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