Salud mental en las emergencias
Datos y cifras
- La población padece una serie extensa de problemas de salud mental durante y mucho después de situaciones de emergencia.
- Las personas tienen más probabilidades de recuperarse si se sienten seguras, relacionadas, calmas y esperanzadas; tienen acceso a servicios de asistencia social, física y emocional; y encuentran los medios para bastarse por sí mismas.
- Los organismos coinciden en la existencia de una pirámide de intervención, que incluye desde medidas y servicios básicos hasta servicios altamente especializados, con miras a ayudar a los países a compatibilizar las estrategias de respuesta con las necesidades de la comunidad y los conocimientos técnicos adecuados.
- La OMS recomienda que en situaciones de emergencia humanitaria todos los establecimientos de atención general asignen funciones de evaluación y manejo de problemas de salud mental a 1 profesional sanitario como mínimo, y ello bajo la debida supervisión.
- Pese a su naturaleza trágica y sus efectos adversos en la salud mental, las tragedias también brindan la ocasión de construir mejores sistemas de salud mental para todas las personas que los precisen.
- Los avances mundiales de cara a la reforma de la salud mental se acelerarán si en todas las crisis se realiza un esfuerzo por transformar los intereses a corto plazo perseguidos en esta esfera en un dinámico movimiento en pro de una mejora a largo plazo.
- La salud mental es clave para el bienestar general, el funcionamiento y la resiliencia de las personas, las sociedades y los países en fase de recuperación tras una emergencia.
Antecedentes
Durante y después de situaciones de emergencia aumentan las probabilidades de padecer una serie de problemas de salud mental.
Algunas personas desarrollan nuevos trastornos mentales después de una emergencia, mientras que otras experimentan sufrimiento psicológico. Las que ya padecían trastornos mentales suelen necesitar más apoyo que antes.
Los primeros auxilios psicológicos recomendados por la OMS incluyen asistencia humanitaria, de apoyo y práctica a las personas que sufren tras una crisis. Esa asistencia se proporcionará de forma tal que respete su dignidad y cultura, y también sus capacidades. Abarcará la asistencia tanto social como psicológica.
Las personas con problemas de salud específicos y urgentes deben poder recibir inmediatamente asistencia psicológica y psiquiátrica dispensada con la supervisión de profesionales de salud mental en el marco de la respuesta sanitaria.
Las comunidades afectadas por situaciones de emergencia necesitan un acceso a largo plazo a la atención de salud mental, ya que la adversidad es un potente factor de riesgo para toda una serie de problemas de salud mental.
Efectos de las emergencias
Algunos problemas son consecuencia de la emergencia, algunos de la respuesta a la situación, y otros son preexistentes o más graves.
Problemas sociales importantes:
Problemas sociales importantes:
- causados por la emergencia: separación de la familia, inseguridad, discriminación, pérdida de medios de subsistencia y descomposición del tejido social de la vida cotidiana, disminución de la confianza y los recursos;
- causados por la respuesta humanitaria: hacinamiento, falta de privacidad en los campamentos, pérdida del apoyo comunitario o tradicional; y
- preexistentes: pertenencia a un grupo marginado.
Problemas de carácter más psicológico:
- preexistentes: depresión, alcoholismo o trastornos mentales graves, entre ellos la esquizofrenia;
- causados por la emergencia: penurias, sufrimientos, consumo abusivo de alcohol y sustancias, depresión y angustia, incluido el trastorno de estrés postraumático; y
- causados por la respuesta humanitaria: angustia debida a la falta de información acerca de la distribución de alimentos o de la manera de obtener otros servicios básicos.
Síntomas del sufrimiento
Algunas formas comunes en que las personas muestran su sufrimiento como reacción ante una crisis son:
- síntomas físicos: cefalea, fatiga, inapetencia, dolores;
- llanto, tristeza, congoja;
- ansiedad, temor;
- estado de alerta, o nerviosismo;
- insomnio, pesadillas;
- irritabilidad, enfado;
- confusión, aturdimiento.
No todas las personas que atraviesan una crisis necesitarán o querrán asistencia.
La mayoría de las personas se recuperarán satisfactoriamente con el tiempo si consiguen satisfacer sus necesidades básicas, hallar los medios para volver a la normalidad y obtener algún apoyo cuando lo necesiten. El acceso a servicios de manejo clínico es primordial en cuanto los síntomas de una persona interfieren con su capacidad para desenvolverse en la vida diaria.
Eficacia de la respuesta de emergencia
Los datos y la experiencia revelan que las personas que se sienten seguras, relacionadas, calmas y esperanzadas, tienen acceso a la asistencia social, física y emocional y hallan los medios para bastarse por sí mismas después de un desastre tendrán más probabilidades, a largo plazo, de recuperase de los problemas de salud mental.
La OMS y sus asociados han desarrollado una pirámide de intervención que incluye desde medidas y servicios básicos hasta servicios altamente especializados, con miras a ayudar a los países a compatibilizar las estrategias de respuesta con las necesidades de la comunidad y los conocimientos técnicos adecuados. Por ejemplo, los servicios clínicos de salud mental en la cúspide de la pirámide se deberían prestar con la supervisión de especialistas en salud mental tales como personal de enfermería psiquiátrica, psicólogos o psiquiatras.
El personal que actúa sobre el terreno, en particular los profesionales sanitarios, docentes o voluntarios capacitados, pueden dispensar los primeros auxilios psicológicos, y no siempre se necesitan profesionales de salud mental.
Con la debida capacitación y supervisión, los trabajadores de los servicios de salud generales pueden ofrecer atención de primera línea para los trastornos mentales.
Mirando al futuro: las emergencias pueden contribuir a crear mejores sistemas de salud mental
A pesar del carácter trágico de las situaciones de emergencia, muchos países las han aprovechado para crear mejores sistemas de salud mental. El repentino aumento de la ayuda de donantes internacionales y la creciente atención prestada a las cuestiones relativas a salud mental generan oportunidades para mejorar la atención de salud mental.
Por ejemplo, en muchas regiones de la República Árabe Siria, el acceso a servicios de salud mental dentro de establecimientos de atención de salud general ha mejorado en 2017 con respecto a antes de la guerra. Este tipo de servicios solo estaban disponibles en las grandes ciudades antes de la guerra. Durante la guerra, se impartió capacitación a más de 500 profesionales de la atención primaria, que ahora están dispensando servicios de salud mental en establecimientos de ese nivel de atención.
Respuesta de la OMS
La OMS es el principal organismo en materia de prestación de asesoramiento técnico sobre salud mental en situaciones de emergencia. En 2017, la Organización está trabajando en esta esfera en Guinea, Iraq, Líbano, Liberia, República Árabe Siria, República Centroafricana, Ribera Occidental y Franja de Gaza, Sierra Leona, Turquía y Yemen.
La OMS se esfuerza en el mundo entero por asegurar, en primer lugar, la coordinación y eficacia de las intervenciones de salud mental en situaciones de emergencia y, seguidamente, la reconstrucción de los sistemas de salud y su mantenimiento sostenible.
La OMS elabora y evalúa instrumentos para satisfacer las necesidades de salud mental de las personas en situaciones de emergencia. Estos instrumentos incluyen aspectos como la evaluación, los primeros auxilios psicológicos, el manejo clínico de los trastornos mentales y la recuperación de los sistemas de salud mental.
El material de asesoramiento y los instrumentos de la OMS son utilizados por la inmensa mayoría de las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria activas en el campo de la salud mental.
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