Redacción. Madrid | 17/07/2017 09:41
Los datos divulgados indican que los edulcorantes artificiales o no nutritivos pueden tener efectos negativos sobre el metabolismo, las bacterias intestinales y el apetito, aunque la evidencia es conflictiva. Entre los edulcorantes artificiales que más se consumen están el aspartamo, la sucralosa y la stevia.
Para tratar de explicar la relación entre edulcorantes artificiales y los posibles efectos negativos a largo plazo sobre el peso y las enfermedades cardíacas, los investigadores realizaron una revisión sistemática de 37 estudios que siguieron a más de 400.000 personas durante un período de 10 años. Sólo 7 de estos estudios fueron ensayos controlados aleatorios, con la participación de 1.003 personas seguidas durante 6 meses de promedio.
De esta manera, los estudios observacionales más largos mostraron un vínculo entre el consumo de edulcorantes artificiales y un riesgo relativamente mayor de aumento de peso y obesidad, hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
"La precaución está garantizada hasta que los efectos en la salud de los edulcorantes artificiales estén totalmente caracterizados", ha dicho la autora principal de la investigación, Meghan Azad, profesora asistente de la Facultad Rady de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manitoba. Su equipo está llevando a cabo, en el Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Manitoba, un estudio para entender cómo el consumo de edulcorantes artificiales en mujeres embarazadas puede influir en el aumento de peso, el metabolismo y las bacterias intestinales en sus bebés.
Azad terminó diciendo que "dado el uso generalizado y creciente de edulcorantes artificiales y la actual epidemia de obesidad y enfermedades relacionadas, se necesita más investigaciónpara determinar los riesgos a largo plazo y los beneficios de estos productos".
Respuesta de la ISA
La Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA, por sus siglas en inglés) en respuesta a este estudio afirma que ensayos en humanos han mostrado de forma consistente que los edulcorantes bajos en o sin calorías pueden ser útiles para el control del peso, cuando se utilizan en sustitución del azúcar y como parte de una alimentación y estilo de vida saludables. Añaden que "los estudios observacionales de cohortes, por diseño del estudio, no aportan ni pueden proporcionar pruebas de que los edulcorantes bajos en o sin calorías están asociados a un aumento de peso o enfermedades del corazón, ya que están sujetos a un sesgo de indicación y no puede descartarse una causalidad inversa". Además, añaden que "no existe ningún ensayo controlado aleatorio publicado, el modelo de referencia en investigación nutricional, que haya demostrado que el consumo de edulcorantes bajos en o sin calorías puede conducir a un aumento de peso o a cualquier efecto negativo para la salud".
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