Redacción. Madrid | 31/07/2017 17:00
En 2015 se diagnosticaron más de 21.000 casos de cáncer de vejiga en nuestro país (17.439 en hombres y 3.564 en mujeres), lo que sitúa a este tumor en el quinto lugar en cuanto a incidencia en España, según datos publicados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Una posición que se debe fundamentalmente al hábito tabáquico ya que, explica Pilar López Criado, oncóloga médica de MD Anderson Cancer Center Madrid, "más del 90 por ciento de los casos de cáncer de vejiga tiene una relación directa con el tabaco, de tal forma, que "el cáncer de vejiga sería una enfermedad rara si la gente no fumara"; afirmación que la oncóloga extiende a otro tipo de tumores como el de esófago o los de cabeza y cuello, que disminuirían exponencialmente. Aunque siempre se habla de la relación que existe entre el cáncer de pulmón y el tabaco, la realidad es que esta sustancia es la causa de hasta 14 tipos de cánceres diferentes en fumadores activos, diez menos que en fumadores pasivos, un colectivo del que tampoco habría que olvidarse.
La experta recuerda la importancia de dejar de fumar, incluso aunque el cáncer ya haya sido diagnosticado. Como indica, "hoy sabemos que dejar de fumar es un factor de buen pronóstico que implica una mejor evolución del cáncer en términos de respuesta y supervivencia".
El tabaco condiciona el tratamiento
Actualmente, el descubrimiento del genoma ha desvelado que los pacientes oncológicos fumadores tienen un perfil genético completamente diferente al de los pacientes oncológicos no fumadores, ya que "el tabaco genera unas mutaciones que no existen en las personas cuyos cánceres no dependen del tabaco", López Criado, quien continúa señalando que "cambia el perfil molecular, lo que tiene un impacto directo en los tratamientos.
Por ejemplo, mientras que la inmunoterapia es más eficaz en pacientes fumadores porque son personas con mucha más carga de mutación, los tratamientos dirigidos a una alteración genética determinada son más habituales en pacientes no fumadores". Además, y según la profesional, "en general, los pacientes oncológicos no fumadores tiene una mayor tasa de supervivencia global".
Además, existen tumores como el cáncer microcítico de pulmón, los carcinomas uroteliales o los tumores escamosos de pulmón y de cabeza y cuello que aparecen casi exclusivamente en pacientes fumadores activos e incluso en los pasivos. Estos tumores suelen además asociarse y no es raro el caso del paciente que desarrolla tumores múltiples, es decir, que desarrolla un cáncer de pulmón y, con los años, un cáncer de garganta o de vejiga, de forma secuencial o simultánea.
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