La exposición a corto plazo a la contaminación del aire a niveles inferiores a los estándares actuales de calidad del aire se vincula con un mayor riesgo de muerte en adultos mayores, según un estudio que se publia en JAMA.
La Ley de Aire Limpio estadounidense requiere que los Estándares Nacionales de Calidad del Aire Ambiental para partículas finas y el ozono sean revisados cada cinco años. Se necesitan estimaciones del riesgo de muerte en niveles de contaminación del aire por debajo de los estándares actuales y una gran población de estudio para calcularlos.
Los autores de la investigación analizaron a pacientes de Medicare -un programa estatal y federal de cobertura de costes sanitarios- en Estados Unidos entre 2000 y 2012 que viven en más de 39.000 códigos postales. Se realizaron estimaciones de las partículas finas en el ambiente y de los niveles de ozono y de la mortalidad.
Los investigadores, liderados por Joel D. Schwartz, de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, diseñaron un estudio de casos cruzados para evaluar los resultados de una posible exposición transitoria como la contaminación del aire en una gran población a lo largo del tiempo.
De esta forma, los resultados mostraron que los incarementos diarios en las partículas finas y en los niveles de ozono se asociaron con un mayor riesgo de muerte en más de 22 millones beneficiarios de Medicare, incluso cuando estas sustancias se encontraban por debajo de los estándares actuales de calidad del aire. Según los autores, es poco probable que los hallazgos se puedan generalizar a adultos más jóvenes que la población de Medicare.
No obstante, los investigadores consideran que es posible que sea necesario reevaluar los estándares actuales de calidad del aire nacional porque la exposición a partículas finas y a ozono en niveles inferiores a los estándares se relacionaron con un mayor riesgo de muerte.
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