El 76% de los mensajes de Twitter tienen contenido ofensivo hacia las personas con obesidad y sobrepeso
En el marco del Día Nacional de la Persona Obesa, que se celebra el próximo 14 de diciembre, se presentan los resultados de un estudio elaborado por Novo Nordisk, sobre más de 34.000 comentarios, dirigidos a personas con obesidad o sobrepeso, en Twitter, foros y noticias publicadas online.
Las personas con obesidad no solo sufren los efectos negativos que esta patología crónica tiene sobre su estado de salud general, sino también los psicológicos. Los ataques a los que dichas personas se tienen que enfrentar son numerosos, más ahora, con el auge de internet y las redes sociales, donde los usuarios pueden ocultar sus identidades y aprovechar este anonimato para insultar y ofender con impunidad a las personas que conviven con esta patología crónica.
Esta es una de las principales conclusiones extraídas del `Primer Estudio Novo Nordisk sobre el trato en internet a las personas con obesidad y sobrepeso´, un informe avalado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), y que analiza los contenidos de los mensajes vertidos en distintos ámbitos online, en relación con personas que tienen obesidad o sobrepeso.
El objetivo de este informe es doble, según explica Silvia Muñoz, Communications Manager de Novo Nordisk para Europa del Sur. "Por un lado, se pretende contribuir a determinar el grado de conocimiento y concienciación social sobre la obesidad y el sobrepeso, en un medio como internet, que cuenta con un elevado índice de alcance y una gran capacidad para generar opinión y tendencias de comportamiento".
"Por otro lado- continúa Muñoz- y seguramente el más importante, a partir de las conclusiones extraídas, se pretende desarrollar campañas, principalmente en el ámbito digital, orientadas a concienciar a la población sobre las causas y consecuencias de la obesidad, para que, además, sea considerada como una enfermedad crónica que precisa de un abordaje integral".
A partir de los datos extraídos, "se observa que las personas con obesidad o sobrepeso son estigmatizadas, insultadas y culpabilizadas a nivel social, una tendencia que se agudiza más en internet y redes sociales, según hemos podido ver en el estudio, ya que la gente puede recurrir al anonimato y esto le confiere mayor impunidad a la hora de insultar y ofender", concluye Muñoz.
El Dr. Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, SEEDO, explica que "vivimos en un momento en el que la percepción de la obesidad no tiene el mismo rango de enfermedad que pueden tener otras patologías, claramente reconocidas como un problema de salud". "A la persona con obesidad se la culpabiliza- reconoce el doctor- mientras que otras personas con enfermedades también relacionadas con los estilos de vida, como la hipertensión, no reciben esa culpabilización".
Falta de reconocimiento de la obesidad como patología
Para el doctor Tinahones, esta actitud social radica en la falta de información y de reconocimiento social de la obesidad como una enfermedad. "Cuando identifiquemos a las personas con obesidad como personas con un problema sanitario, con una enfermedad y que no se les puede culpabilizar por padecerla, en ese momento cambiaremos la percepción de esta enfermedad como algo peyorativo".
El presidente de SEEDO alerta de que se trata de un problema de una "magnitud importantísima de salud pública", si bien reconoce que "la subida espectacular de la prevalencia de la obesidad registrada en los últimos 20 años, está despertando la conciencia tanto en profesionales como a instituciones públicas y la sociedad en general".
Por su parte el Dr. Ignacio Bernabéu, vicepresidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, SEEN, coincide con Tinahones en que sigue existiendo una percepción generalizada de que la persona con obesidad o sobrepeso no padece una enfermedad, y se atribuye su estado físico a una cuestión de falta de voluntad. "Sin embargo, existen otros factores que van más allá de la voluntad", puntualiza el Dr. Bernabéu, quien destaca "otros factores que influyen en el desarrollo de la obesidad como pueden ser la variable percepción de las sensaciones de hambre o saciedad o los mecanismos que regulan la eficiencia metabólica del organismo".
Para el doctor, la situación de culpabilización y estigmatización que sufren las personas con obesidad se puede reducir ofreciendo información rigurosa a la sociedad. "Se podría recurrir a estrategias que han funcionado en otras ocasiones con enfermedades que, en un principio se percibían como problemas generados por una falta de voluntad del individuo, por ejemplo, el consumo en exceso de alcohol, y que ahora son consideradas realmente como enfermedades".
Para el Dr. Bernabéu es fundamental comenzar a trabajar en campañas de información y concienciación sobre la obesidad y sus causas.
La ofensa y el insulto predominan en Twitter y foros
Para el informe se han analizado, durante un año, 30.970 mensajes de Twitter, 2.000 comentarios realizados en hilos de foros, y 1.235 comentarios sobre noticias publicadas en prensa en relación con personas con aparente obesidad o sobrepeso.
Twitter y los foros constituyen las plataformas donde se han registrado los mensajes más ofensivos. En Twitter, un 76% de los comentarios analizados tienen contenido catalogado como negativo, es decir, cuyo objetivo es el insulto y la ofensa a otras personas, o bien el autoinsulto. El 24% restante presenta un contenido positivo en distintos contextos: referencias a información de carácter profesional (10%); argumentos en defensa de la diversidad de complexiones físicas o críticas a las actitudes de excesiva presión social, especialmente sobre las mujeres, por ceñirse a determinados cánones de belleza (8%); apelativos, como `gordo´ o `gorda´, utilizados con intención cariñosa (6%).
En los cinco foros analizados, el porcentaje de mensajes insultantes y ofensivos asciende al 80% de los analizados. Estos foros se escogieron tomando como referencia el ránking Alexa, que mide el tráfico de visitas a una web, para seleccionar los de mayor impacto en España.
En el apartado de noticias publicadas en prensa, relacionadas con personas que tienen aparente obesidad o sobrepeso, la tendencia se invierte y el porcentaje de comentarios positivos sobre las informaciones analizadas, es ligeramente superior a los comentarios ofensivos (59% y 41%, respectivamente).
La intencionalidad de los mensajes y género
El estudio ha desvelado que la intención y el contenido de los mensajes varía en función del género de la persona que los lanza. Así, los hombres son más propensos a emitir mensajes de insulto y descalificación contra las personas con obesidad o sobrepeso, mientras que las mujeres suelen difundir más mensajes de autocrítica y autoinsulto sobre su propio cuerpo. En Twitter, un 53% de los mensajes ofensivos e insultantes se alojan en perfiles masculinos, frente al 27% encontrados en perfiles femeninos. El 20% restante procede de perfiles que no permiten determinar con exactitud el género. En el plano del autoinsulto, el 82% de los mensajes clasificados en esta categoría se encuentran en perfiles femeninos, frente al 17% de perfiles masculinos.
También en Twitter, se observa una mayor tendencia de las mujeres a insultar y/o criticar a otras mujeres. El 70% de los mensajes ofensivos de perfiles femeninos contienen insultos a otras mujeres, mientras que, en el caso de perfiles masculinos, un 46% se dirige a otros hombres y el 45% a mujeres.
Desencadenantes de los mensajes negativos
Los hechos que dan lugar a los mensajes ofensivos e insultantes son muy diversos y en pocas ocasiones parten de alguna información publicada en medios y/o relacionada con personas famosas. En el caso de Twitter, solo un 10% de los mensajes ofensivos surgen de alguna noticia sobre un supuesto o real aumento de peso de una persona famosa. Esto significa que la mayoría de los mensajes registrados se dirigen a personas anónimas con supuesta obesidad o sobrepeso, y se producen en contextos diferentes, sin que exista un desencadenante común.
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