XXVIII REUNIÓN DEL GRUPO ESPAÑOL
Los expertos instan a generalizar el cribado universal del HTLV en donantes
La creciente circulación de los retrovirus HTLV-1 y VIH-2 en España y de su transmisión de forma silente, invita a extender el índice de sospecha a personas nacidas en España y no sólo a inmigrantes de zonas endémicas.
Sonia Moreno | 20/12/2017 13:27
El Grupo Español de Estudio de VIH-2 y HTLV, reunido en la Escuela Nacional de Sanidad, en el Instituto de Salud Carlos III, de Madrid. (DM)
Más de 60 investigadores venidos de toda España se han reunido en la Escuela Nacional de Sanidad (Instituto de Salud Carlos III), en Madrid, para presentar los nuevos casos diagnosticados por retrovirus humanos distintos del VIH-1 durante 2017 y debatir las últimas novedades sobre estas infecciones. El Grupo Español de Estudio del VIH-2 y HTLV-1/2 se fundó en el año 1989 y desde entonces existe un registro nacional de casos.
En la puesta al día de esos datos, los investigadores han reseñado que la introducción del cribado de anticuerpos frente al HTLV en la mayoría de centros de transfusión en España ha permitido detectar a un mayor número de personas infectadas asintomáticas. De hecho, el 70 por ciento de los casos registrados de HTLV-1 se han identificado en los últimos 10 años, siendo el 44 por ciento de ellos de donantes de sangre. La coordinadora de la reunión, Carmen de Mendoza, del Laboratorio de Medicina Interna del Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro-Segovia de Arana (Idiphim-Segovia de Arana), en Majadahonda, reflexiona que este hecho se relaciona con la introducción del cribado universal en algunos bancos de sangre, como viene ocurriendo en Barcelona y, desde este año, en Castilla y León. La cifra se dispararía, probablemente, si a ese cribado universal se sumase Madrid, que ahora solo analiza a los donantes que vienen de área endémica. "Sin embargo, nuestro registro refleja que un 18 por ciento de las personas infectadas por HTLV-1 son españoles, casi una de cada cinco, y del 63 por ciento de latinoamericanos, no todos proceden de países definidos como endémicos", afirma De Mendoza.
El año 2017 se ha cerrado con 351 casos registrados de HTLV-1 en España, con 20 nuevos diagnósticos. En cuanto a la sintomatología, 35 han desarrollado paraparesia espástica tropical (TSP/HAM) y 26 leucemia/linfoma de células T del adulto, la mayoría de estos últimos con desenlace fatal. La sospecha clínica de infección por HTLV es baja y el infradiagnóstico es frecuente. En 2017, cinco de los casos diagnosticados presentaban patología asociada a la infección por HTLV: TSP/HAM (uno), ATL (uno) y superinfección por Strongiloides stercoralis (tres).
"Durante la reunión se subrayó la necesidad de cribar a las embarazadas, procedentes o no de zonas endémicas, para evitar la transmisión vertical del HTLV-1 a través de la lactancia materna. Aunque este año no se han identificado nuevos casos de HTLV-1 en donantes de órganos, es también clara la necesidad de generalizar el cribado de HTLV a todos los donantes de órganos en España y no sólo a aquéllos de zonas endémicas, tal como hasta ahora contempla la ley. Hasta ahora se han documentado en España seis casos de transmisión del HTLV-1 en receptores de órganos de dos donantes infectados. Es de subrayar que ambos eran nativos españoles, aunque tenían familiares o parejas sexuales oriundas de áreas endémicas", expone De Mendoza.
Más sospecha del VIH-2
Hasta la fecha se han comunicado un total de 356 casos de infección por VIH-2 en España, de los cuales un 63 por ciento son varones y un 73 por ciento proceden del África subsahariana. Solo 55 (18 por ciento) son españoles de nacimiento. A diferencia del VIH-1, la mayoría de los portadores del VIH-2 se han infectado tras mantener relaciones heterosexuales. Los nuevos casos de 2017 suman 18, siendo 16 de ellos africanos, 1 español y 1 portugués.
El VIH-2 es un virus menos patogénico que el VIH-1, con desarrollo de manifestaciones clínicas generalmente tras varias décadas de infección. De Mendoza destaca que "en la reunión se discutió la necesidad de aumentar el índice de sospecha del VIH-2, tanto en inmigrantes asintomáticos como en españoles nativos que han mantenido relaciones de riesgo, para evitar la transmisión silente del virus. Es esperable que la población sin diagnosticar del VIH-2 sea mayor que para el VIH-1, porque el diagnóstico tardío se da con mayor frecuencia".
También se presentaron los datos de los 35 pacientes VIH-2+ que están coinfectados por VIH-1. "La superinfección de un paciente VIH-2+ por VIH-1 es una posibilidad que complica el tratamiento del paciente y empeora su pronóstico. Se recomienda repetir los test diagnósticos del VIH-1 y descartar periódicamente la superinfección en pacientes VIH-2+ que continúan con prácticas de riesgo", comenta De Mendoza. En estos casos, "manda" el VIH-2. "El tratamiento de la coinfección debe seguir las recomendaciones de tratamiento del VIH-2, siendo las combinaciones más recomendables las que incluyen inhibidores de la integrasa".
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