miércoles, 7 de septiembre de 2011

La historia real del cáncer de cabeza y cuello - DiarioMedico.com

FEDERICO II, FREUD Y HARRISON LO PADECIERoN

La historia real del cáncer de cabeza y cuello

El cáncer de cabeza y cuello es una patología relativamente desconocida y rodeada de cierto estigma al asociarse su aparición, en gran medida, al consumo de alcohol y tabaco. Para mejorar el conocimiento de la sociedad y de la comunidad científica sobre estos tumores, la alemana Merck está editando diferentes patobiografías de personajes famosos que a lo largo de la historia han padecido y sido tratados de esta patología. "Uno de los objetivos es poner cara a los pacientes con cáncer para alcanzar una medicina más humanista.

Isabel Gallardo Ponce | 07/09/2011 00:00



Federico III  y Sigmund Freud

Federico III tuvo cáncer de laringe y Sigmund Freud, de boca.

Conocer las biografías de pacientes que han padecido esta enfermedad permite hacer hincapié en lo crucial de la actuación médica sobre la vida de los pacientes, además de hacer que seamos más conscientes del impacto tan tremendo que tienen estos cánceres en el individuo, en la familia y en su entorno. Esa influencia puede llegar a ser tan amplia como ocurrió en el caso de Federico III, que se extendió a Europa y todo el mundo". ha explicado a DM Javier Martínez Trufero, oncólogo del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, y autor de El cáncer que cambió la historia. Patobiografía de Federico III de Alemania.

El hecho de que Freud, entre otros personajes históricos, lo sufriera es un ejemplo de que no se trata de una patología relacionada con la pobreza y la falta de cultura tal y como cree gran parte de la población, ha explicado Juan José Grau de Castro, del Hospital Clínico de Barcelona.

El cáncer de cabeza y cuello es el tercer tumor más prevalente, por detrás del de mama y colon, y el quinto de mayor incidencia. Aunque es más frecuente en varones, se espera un aumento de los casos en mujeres tras su incorporación al tabaquismo. Además, el virus del papiloma humano es el causante de un nuevo cáncer de transmisión sexual, el orofaríngeo.

La publicación dedicará también sus páginas a Ulysses S. Grant y a Giacomo Puccini.

La laringe de Federico III, una cuestión de Estado
La enfermedad de Federico III tuvo un gran impacto en la política europea de finales del siglo XIX y XX, ya que en él estaban puestas las esperanzas de pacificación de Europa y la creación de una gran nación liberal en el corazón del continente, al suceder a su padre, Guillermo I, de corte absolutista, ha explicado Martínez Trufero.

Cuando en 1887 el príncipe heredero, fumador empedernido, enfermó, sus médicos le detectaron un cáncer de laringe y optaron por operar la lesión. "Federico III eligió al inglés Morell Mackenzie para realizarlo, lo que ofendió a los alemanes". Éste le prescribió hasta enero de 1888 cuatro biopsias que no arrojaron resultados anatomopatólogos. En contra de la opinión de facultativos alemanes y austriacos, que se inclinaban por la cirugía, no se realizó la intervención. "Se retraso mucho la actuación y cuando se planteó, Federico III estaba en muy malas condiciones".

Coronado en marzo, su reinado no duró más de 99 días al fallecer el 15 de junio. La autopsia confirmó el diagnóstico de carcinoma epidermoide de laringe glótica y supraglótica con adenopatía cervical izquierda. La actuación médica fue observada en toda Europa puesto que sus consecuencias eran enormes a nivel político. "Fue un caso del llamado síndrome del recomendado.

El conflicto entre médicos alemanes e ingleses condujo a que se tardara mucho en tomar decisiones y a que no se llegara a un diagnóstico adecuado". El emperador fue sometido a numerosas y repetidas pruebas sin valor diagnóstico y la actuación de Mackenzie le valió "su ruina profesional tras una trayectoria impecable".


El padre del psicoanálisis se sometió a 33 intervenciones
En 1921 Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, observó una formación leucoplásica en su boca. Este síntoma desembocó en la primera de las 33 intervenciones a las que el psiquiatra se sometió durante 16 años para combatir el cáncer escamoso que padeció y que se asoció con su costumbre de fumar puros.

La primera cirugía, realizada por Markus Hayek, produjo una considerable resección de los tejidos, reduciendo el orificio bucal, y fue origen de constantes dificultades físicas posteriores, según Juan José Grau de Castro, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de Barcelona, en la publicación Freud y el Cáncer de Boca.

Tras la primera intervención se le mintió al informarle de que su tumor era benigno. "Freud sabía y entendía qué era un carcinoma y, sin embargo, se le intentó ocultar. En oncología durante años no se ha dicho la verdad porque el cáncer era un tema tabú. Esta postura está empezando a desaparecer".

El cirujano maxilofacial Pichler fue probablemente el que le hizo sobrevivir a Freud más años, gracias a su trabajo conjunto con Schur, médico de familia, que se encargó del seguimiento. "Puesto que el cáncer escamoso avanza lentamente por progresión local, los tratamientos quirúrgicos a base de resecciones ante las reproducciones frecuentes del tumor, que posiblemente fueron la causa de la muerte-, hicieron que pudiera sobrevivir 16 años. Eso sí, con gran sufrimiento y dolores". Según Grau, esta evolución influyó en su producción científica, ya que el dolor que le producían las prótesis dentales le impedía dormir y dedicaba las noches a reflexionar y enunciar sus teorías.

"Hoy probablemente se hubiera curado gracias a las terapias multidisciplinares que combinan cirugía, quimioterapia y los nuevos fármacos antidiana", y que ayudan a aumentar el tratamiento curativo, a reducir la cirugía radical mutilante y, cuando hay reproducciones, la quimioterapia paliativa nos prolonga la supervivencia.

Cirugía y radioterapia, la terapia de la guitarra Beatle
George Harrison, guitarrista de The Beatles, falleció en 2001 a los 58 años a consecuencia de un cáncer de cavidad oral y de pulmón. "Al no existir una biografía oficial, nos hemos guiado por las declaraciones de sus médicos, las notas de prensa emitidas y las opiniones de varios especialistas que le trataron, y qué tratamientos se realizan en cada servicio. Sabemos que se le diagnosticó un cáncer en la cavidad oral, probablemente relacionado con el tabaco" en 1997, ha explicado a DM José Manuel Trigo Pérez, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, autor de la patobiografía George Harrison, el beatle silencioso.

Tras realizar un tratamiento quirúrgico y radioterápico del tumor inicial, se descubrió una lesión de pulmón en 2001. Sin embargo, las informaciones al respecto son confusas y se desconoce si se trataba de metástasis pulmonares del carcinoma primario o un tumor primario pulmonar. "Hemos deducido que tuvo un cáncer de pulmón en el que se realizó una lobectomía y después padeció metástasis cerebrales, que fueron la causa de la muerte. Existe evidencia de que recibió radioterapia esterotáxica. Sin embargo, o bien el paciente no respondió o tuvo un deterioro ya que es un tratamiento que no está exento de toxicidad y falleció".

Según Trigo, poco hubiera cambiado el tratamiento de Harrison una década más tarde, puesto que no parece que la cirugía produjera secuelas funcionales en el paciente por lo que la decisión de complementarlo con radioterapia fue la acertada, aunque bien es cierto que hoy existen otras terapias, que quizá hubieran tenido otros resultados. Por otro lado, el hecho de que fuera tratado inicialmente en el Reino Unido y posteriormente en Suiza y Estados Unidos, quizá obedezca al hecho de quiso mantener su proceso en la intimidad.

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