BUSCAN FÁRMACOS EPIGENÉTICOS
Bellvitge, capital de la epigenética
La apuesta por la investigación traslacional de Manel Esteller ha convertido a su grupo del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), del hospital universitario del mismo nombre, en referente mundial en el campo de la epigenética. La búsqueda de biomarcadores y fármacos epigenéticos, la obtención de epigenomas completos y el descubrimiento de nuevas marcas epigenéticas son algunos de sus objetivos. Esteller y dos de sus principales colaboradores, Esteban Ballestar y Álex Vaquero, desvelan en qué trabajan en estos momentos.
Javier Granda Revilla. Barcelona | 13/10/2011 00:00
Manel Esteller, flanqueado por dos de sus principales colaboradores del PBC, Álex Vaquero y Esteban Ballestar. (Rafa M. Marín)
El Programa de Epigenética y Biología del Cáncer (PBC) del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Bellvitge (Idibell) fue inaugurado a comienzos de 2008 y en menos de cuatro años se ha convertido en una referencia internacional en el ámbito de los mecanismos epigenéticos en la salud y la enfermedad. Como explica su responsable, Manel Esteller, uno de los científicos españoles más destacados del momento, "buscamos los cambios epigenéticos de las células, tendiendo siempre a la excelencia científica y la proyección internacional".
El PBC está formado en estos momentos por nueve grupos de investigación, cuatro senior y cinco junior.
"Abordamos la epigenética desde muchos puntos de vista: estudiando la metilación del ADN -que es una marca química conocida- y también las histonas, que son las proteínas que empaquetan el ADN y permiten que quede en el núcleo. Además, nuestros investigadores están describiendo cómo los mecanismos epigenéticos definen el tipo celular para diferenciar por ejemplo las células de la sangre. También nos interesan los mecanismos epigenéticos implicados en la longevidad: por qué hay gente que vive mucho más que otra y por qué las células tumorales no mueren", ha detallado. Otros aspectos relevantes son el estudio de las mutaciones que presentan los genes epigenéticos en cáncer y la impronta epigenética, es decir, la metilación que depende del cromosoma paterno o materno y que es especialmente importante en enfermedades pediátricas", relata Esteller.
- La ubicación en un contexto hospitalario permite al PBC interactuar con oncólogos, patólogos y radiólogos y contactar con los pacientes
El segundo reto implicaría el descubrimiento de nuevas marcas epigenéticas; "se han descubierto en los últimos años marcas químicas que también regulan la expresión de nuestro genoma y que cambian el ADN y la expresión de las proteínas", apunta.
La tercera línea, pionera en investigación, se dirige a la comprensión del ARN no codificante. "Es un campo aún más grande y complicado, también conocido como el genoma oscuro, porque apenas un 5-10 por ciento del genoma humano origina los genes considerados clásicos, los de Mendel, además de proteínas. El 90 por ciento restante realiza otras acciones y se considera que la mitad de él produce el citado ARN no codificante, que regula muchas otras expresiones de la molécula de la célula. Este ARN va a ser muy importante no sólo para la salud, sino también para la enfermedad. Hoy en día sabemos que los micro- ARN desempeñan un papel clave en cáncer como interruptores moleculares, encendiendo y apagando otros genes".
Investigación traslacional
Esteller recalca que uno de sus principales intereses cuando puso en marcha el PBC fue la ubicación en un contexto hospitalario, "que permite interactuar con oncólogos, patólogos y radiólogos, y que facilita que nos beneficiemos con el contacto directo con los pacientes en el día a día. Creo que estamos aportando en este sentido, porque tenemos dos vías muy traslacionales: encontrar biomarcadores epigenéticos de la enfermedad que predicen si va a ser agresiva o no y si tendrá respuesta o no a una quimioterapia o a un tratamiento".
- Buscan fármacos epigenéticos que reprogramen las células para que recuperen la memoria de actividad genómica que tenían antes de enfermar
Autoinmunes y diabetes I
Esteban Ballestar, jefe del grupo de Cromatina y Enfermedad del PBC, explica, por su parte, que su investigación en laboratorio se centra en el sistema inmune, con dos tipos de modelos: el primero es de enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide o esclerosis múltiple, en las que se estudian las alteraciones epigenéticas relacionadas en su mayoría con alteraciones en la metilación del ADN. También comienzan los trabajos colaborativos en diabetes de tipo 1. "Estamos realizando una caracterización de alteraciones epigenéticas en grupos de enfermedades autoinmunes que son tanto de tipo reumático como del sistema nervioso y de carácter más metabólico".
El grupo de Biología de la Cromatina, coordinado por Álex Vaquero, se centra en tratar de entender cómo se regula la citada cromatina. Como detalla, su función puede ser relevante "en especial en la manera en que bajo ciertas condiciones de estrés -que están muy relacionadas con la aparición de enfermedades en humanos- se desencadena la respuesta a nivel celular y del organismo y cómo se regula a través de la modificación de la epigenética. Estamos trabajando en las sirtuinas, proteínas que podrían ser muy importantes en el futuro en muchos aspectos de la biomedicina: parece que detectan las condiciones de estrés de muchos niveles y son capaces de promover una respuesta, que hace que el organismo pueda adaptarse mejor a esas situaciones que son propicias para que se desencadenen determinadas enfermedades".
No hay comentarios:
Publicar un comentario