Alternativa a métodos de optimización manual
Nueva opción de resincronización en pacientes con insuficiencia cardiaca
El sistema SonR de resincronización cardiaca ha obtenido el marcado CE, por lo que comienza a comercializarse en Europa. Se compone de un sensor hemodinámico integrado en un electrodo de estimulación auricular y de un dispositivo de resincronización implantable provisto de una función de desfibrilación.
Javier Granda. Barcelona | 28/10/2011 00:00
El sistema SonR de resincronización cardiaca ha obtenido el marcado CE, por lo que comienza a comercializarse en Europa. Se compone de un sensor hemodinámico integrado en un electrodo de estimulación auricular y de un dispositivo de resincronización implantable provisto de una función de desfibrilación.
Fabricado por Sorin Group, es el único sistema capaz de optimizar los parámetros de resincronización cardiaca cada semana de forma automática mientras el paciente realiza sus actividades cotidianas: las vibraciones del miocardio son medidas a tiempo real y los valores son enviados al dispositivo de resincronización, que los usa para determinar los parámetros adecuados para el paciente.
Las medidas obtenidas muestran el LVdP/dtmax, indicador que se utiliza para evaluar la contractilidad del ventrículo izquierdo.
Josep Brugada, director médico del Hospital Clínico de Barcelona, explica que este nuevo dispositivo constituye una alternativa a los métodos actuales de optimización manual de los parámetros de la resincronización, que se fundamentan en la ecocardiografía.
La resincronización cardiaca se basa en la aplicación de impulsos eléctricos en las cavidades del corazón, de forma que se consiga que el corazón lata de forma más coordinada y sincronizada. "Los ensayos han demostrado que aproximadamente la tercera parte de los pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada no responden con eficacia al tratamiento eléctrico de resincronización cardiaca".
La resincronización automática permite una mejoría en las tasas de respuesta de los pacientes y el descenso del número de hospitalizaciones en comparación con los tratamientos convencionales. En este sentido, los datos del estudio Clear, presentado el año pasado, mostraron que mientras el 38 por ciento de los pacientes del grupo control no respondieron al tratamiento, un 14 por ciento no lo hizo en el grupo de pacientes a los que se implantó un SonR.
Brugada ha anunciado la puesta en marcha del estudio multicéntrico aleatorizado Respond CRT en el que se comparará la tasa de respondedores de un grupo con SonR versus ecocardiografía. Los principales criterios de evaluación serán muerte por cualquier causa y número de acontecimientos clínicos relacionados.
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