TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN Y DIVORCIO, RETOS PARA EL PEDIATRA
En la atención al niño hay que observar factores psicosociales
Los factores psicológicos y sociales son de gran importancia en el diagnóstico y tratamiento de los niños por parte de los pediatras. Es una de las principales conclusiones de la mesa redonda sobre pediatría psicosocial celebrada en la Real Academia de Medicina de Cataluña.
José A. Rodríguez. Barcelona | 27/10/2011 00:00
Josep Maria Lailla Vicens, Manuel Cruz i Hernández, Lefa S. Eddy, Joaquim Callabed i Carrascedo y Josep Maria Corretger Rauet. (Rafa M. Marín)
La pediatría psicosocial se ocupa sobre todo de las implicaciones que tienen para la sociedad los trastornos psicológicos o físicos que sufren niños y adolescentes. Sin olvidar que los adultos pueden arrastrar las consecuencias de los problemas de salud que sufrieron en el pasado. Asimismo, Cruz ha querido alertar del riesgo de que los profesionales sanitarios confíen excesivamente en la tecnología disponible en detrimento de la atención integral de niños y adolescentes. Y ha destacado que "el enfoque psicosocial es un buen remedio para no caer en los excesos de la medicina biologicista".
- Los factores psicosociales, como el estrés prenatal, familiar o las malas relaciones con el padre, influyen en el trastorno por déficit de atención
Retos y factores
Uno de los principales retos de la pediatría psicosocial es el tratamiento de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En palabras de Lefa Eddy, pediatra de Atención Primaria, "se estima que el 5-7 por ciento de los niños lo sufren". Aunque se trata de un trastorno cuya etiopatogenia es neurobiológica en un 70-80 por ciento, no hay que olvidar "factores psicosociales que, sin ser la causa, tienen una importante influencia en él". Entre ellos, ha destacado factores prenatales como el estrés o consumo de drogas por parte de la madre o, ya durante la infancia y la adolescencia, la relación negativa entre padre e hijo, el estrés psicosocial familiar a causa a la inestabilidad laboral o que ambos padres resten tiempo a la atención de sus hijos debido a su dedicación profesional. Y ha insistido en que el hecho de que los futuros adultos sufran problemas de pareja o laborales o problemas psiquiátricos como el trastorno límite de la personalidad acarrea importantes consecuencias sociales.
Por otro lado, los hijos de padres divorciados también están en riesgo psicosocial, según ha explicado Joaquim Callabed i Carracedo, pediatra: "Más del 60 por ciento de los divorcios incluyen a uno o varios hijos". Y ha defendido que "el divorcio puede ser necesario y tener efectos leves en los niños o los adolescentes si se planifica bien, ya que, en caso contrario, éstos pueden verse muy afectados, sobre todo en los dos años posteriores". Entre los problemas que pueden sufrir ha citado los trastornos de conducta, la depresión y el trastorno de ansiedad por separación. Para evitar que un divorcio suponga un terremoto en la vida psicológica de niños y adolescentes, "pediatras y psicólogos deberían hablar con los jueces y habría que crear programas de ayuda para los padres".
Reproducción asistida
Otro de los retos de la pediatría psicosocial es que cada vez más mujeres recurren a técnicas de reproducción asistida. Y lo hacen a una edad más avanzada. Estas técnicas ayudan a satisfacer el deseo de muchas mujeres de ser madres, pero, por otro lado, "se está generando en la sociedad la percepción de que no hay ningún tipo de riesgo para los niños al recurrir a estas técnicas en edades avanzadas, incluso después de la menopausia", ha explicado Josep Maria Lailla Vicens, ginecólogo. Aunque ha señalado que no hay estudios científicos concluyentes sobre posibles problemas de los niños o adolescentes concebidos por reproducción asistida, "es importante que no se transmita la idea de que es seguro y no va a pasar nada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario