ESTUDIO | Realizado en Barcelona
Una mirada científica al impacto de la violencia etarra
Imagen de 'La Araña' de Louise Bourgeois frente al Guggengheim de Bilbao. | Mitxi
- Estudian los efectos psicológicos de la persecución sobre las víctimas
- Las amenazas y coacciones han tenido un fuerte impacto en el País Vasco
Una investigación de la Universidad de Barcelona (UB), en colaboración con la Universidad de la Ciudad de
Nueva York, ha estudiado los efectos de la llamada 'violencia de persecución' sobre las víctimas de ETA en Euskadi. Un enfoque científico que Javier Martín Peña, investigador principal del estudio, considera "necesario para la construcción de la narrativa e historia de lo sucedido".
"El reciente cese definitivo de la violencia por parte de ETA, con la pertinente prudencia, marca una nueva etapa en especial en Euskadi, donde la violencia, amenazas y coacciones han tenido un fuerte impacto sobre víctimas y amenazados", declara a SINC Javier Martín Peña, investigador de la UB y autor principal de un estudio sobre los efectos de esta situación prolongada.
Los investigadores utilizaron la teoría psicosocial de la exclusión moral como herramienta para enmarcar, desde un enfoque científico, un fenómeno como el de la violencia, amenazas y coacciones que se han venido produciendo en Euskadi sobre distintos colectivos considerados objetivos de ETA.
El estudio, que se hizo en 2009 y se publica este año en la Revista de Psicología Social, se llevó a cabo a partir de entrevistas con personas amenazadas por ETA en Euskadi.
Posteriormente, participaron en la investigación 85 personas objeto o víctimas del entramado de ETA que aportaron su testimonio por escrito. La muestra fue mayoritariamente de hombres (76,5%) con una edad comprendida entre 40 y 49 años, de los cuales el 57% pertenecía al sector profesional público y de los que la mitad (51%) atribuyeron el acoso y amenazas a su actividad política.
Los testimonios analizados en el estudio señalan un proceso de exclusión moral de las víctimas y describen aspectos que van más allá de las acciones de agresión y sus efectos.
"Obtuvimos las siguientes dimensiones de exclusión moral: alcance social limitado a colectivos específicos amenazados por el entramado etarra; comportamientos hostiles –predominantemente de baja intensidad– con estrategias de intimidación y amenaza reforzadas por la potencial violencia física; y una participación pasiva de parte de la sociedad, que facilita la indiferencia hacia las víctimas y en ocasiones su propia culpabilización", explica Martín Peña.
Nueva York, ha estudiado los efectos de la llamada 'violencia de persecución' sobre las víctimas de ETA en Euskadi. Un enfoque científico que Javier Martín Peña, investigador principal del estudio, considera "necesario para la construcción de la narrativa e historia de lo sucedido".
"El reciente cese definitivo de la violencia por parte de ETA, con la pertinente prudencia, marca una nueva etapa en especial en Euskadi, donde la violencia, amenazas y coacciones han tenido un fuerte impacto sobre víctimas y amenazados", declara a SINC Javier Martín Peña, investigador de la UB y autor principal de un estudio sobre los efectos de esta situación prolongada.
Los investigadores utilizaron la teoría psicosocial de la exclusión moral como herramienta para enmarcar, desde un enfoque científico, un fenómeno como el de la violencia, amenazas y coacciones que se han venido produciendo en Euskadi sobre distintos colectivos considerados objetivos de ETA.
El estudio, que se hizo en 2009 y se publica este año en la Revista de Psicología Social, se llevó a cabo a partir de entrevistas con personas amenazadas por ETA en Euskadi.
Posteriormente, participaron en la investigación 85 personas objeto o víctimas del entramado de ETA que aportaron su testimonio por escrito. La muestra fue mayoritariamente de hombres (76,5%) con una edad comprendida entre 40 y 49 años, de los cuales el 57% pertenecía al sector profesional público y de los que la mitad (51%) atribuyeron el acoso y amenazas a su actividad política.
Cese de la violencia
Martín Peña apunta que "ante el cese de la violencia de ETA, el conocimiento de los distintos procesos de victimización puede ser útil para la concienciación social sobre las injusticias padecidas por los afectados y para su memoria".Los testimonios analizados en el estudio señalan un proceso de exclusión moral de las víctimas y describen aspectos que van más allá de las acciones de agresión y sus efectos.
"Obtuvimos las siguientes dimensiones de exclusión moral: alcance social limitado a colectivos específicos amenazados por el entramado etarra; comportamientos hostiles –predominantemente de baja intensidad– con estrategias de intimidación y amenaza reforzadas por la potencial violencia física; y una participación pasiva de parte de la sociedad, que facilita la indiferencia hacia las víctimas y en ocasiones su propia culpabilización", explica Martín Peña.
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