martes, 25 de junio de 2013

Los tumores urinarios en mujeres 'despistan' al médico

DIAGNÓSTICOS | En Atención Primaria

Los tumores urinarios en mujeres 'despistan' al médico

  • En ellas, se confunden con infecciones urinarias con más frecuencia
Entre los síntomas iniciales que puede producir el cáncer de vejiga están el escozor al orinar, la necesidad de ir con frecuencia al baño y dolor al miccionar. Quizás porque estos síntomas son muy similares, o idénticos, que los que se dan en una infección urinaria y porque ésta es más frecuente en las mujeres, en muchas ocasiones hacen que el médico de cabecera tarde más en sospechar que la paciente tiene este tumor, incluso aunque uno de los problemas sea expulsar sangre en la orina.

Bien sea por la similitud de los síntomas o porque los tumores urinarios se dan con más frecuencia en hombres, lo cierto es que, según los datos de un estudio realizado en Reino Unido, los médicos de Atención Primaria de este país tardan más en diagnosticar a las mujeres con este tipo de cáncer. No son los únicos. Según una investigación previa, publicada en 2012 en 'Lancet Oncology', en Estados Unidos también ocurre una situación parecida.

José Luis Pérez Gracia, consultor clínico del departamento de Oncología de la Clínica de Navarra, señala que "aunque en España no hay literatura científica al respecto, es muy probable que la situación sea similar".
En el presente estudio, cuyos datos publica la revista 'BMJ Open', se analizaron los datos recogidos de la Inspección Nacional de los Diagnósticos de Cáncer en Atención Primaria (2009-2010) que se obtienen de los informes que realizan 1.170 médicos generalistas. Los investigadores, de las universidades de Cambridge, Bangor y Boulevard (todas ellas en Reino Unido), buscaron el número de visitas que habían hecho los pacientes hasta que fueron diagnosticados; y el intervalo de tiempo entre la primera visita al médico de cabecera con los síntomas y la derivación al especialista.

De todos los registros evaludados, 920 pacientes fueron diagnosticados de un cáncer de vejiga durante el tiempo del estudio, de los que 252 (un 27%) eran mujeres; y a otros 398 se les detectó un cáncer renal, de los que 165 (42%) eran mujeres. Los pacientes tenían, entre otros síntomas, sangre en la orina. Tras analizar los datos, se comprobó que las mujeres fueron hasta dos veces más propensas que los hombres a tener que ir a la consulta de su médico de cabecera tres o más veces antes de que fueran derivadas a un especialista. En concreto, uno de cada 10 hombres (11%) con cáncer de vejiga tuvo que acudir en tres ocasiones a su centro de atención primaria antes de ser derivado, en comparación con un 27% de las mujeres. Algo parecido ocurrió con el cáncer de riñón: un 18% frente a un 30%.

Esta necesidad de tener que acudir varias veces al centro de salud, se tradujo en un retraso en el tiempo en que el especialista les atendía, no obstante en términos generales este tiempo no fue muy grande, de dos días en el cáncer de vejiga y de seis en el renal. Sin embargo, en el 10% de pacientes que esperan más, ese retraso fue de 64 días en los tumores de vejiga y de tres semanas en los renales.

"Esta situación es algo que se intuía, porque en las mujeres son más frecuentes las infecciones urinarias y la sangre en la orina (debida a la menstruación). Además, los cánceres urinarios son más frecuentes entre los varones", señala Pérez Gracia.

Sin embargo, este oncólogo apunta que esta incidencia está cambiando en los últimos años: "Estos tumores están muy relacionados con el tabaco y cada vez son más las mujeres que fuman y que tienen un riesgo mayor", explica y apunta a que los médicos de atención primaria deberían tener en mente estos datos. De hecho, según apuntan los investigadores británicos, "hay cierta evidencia que indica una relación entre el retraso en el diagnóstico y un peor resultado oncológico para pacientes con cáncer de vejiga que presentan hematuria [sangre en orina]".

Quizás la solución esté en lo que apuntan tantos los expertos británicos como el oncólogo español y que se basa en seguir las guías del NICE [National Institute for Health and Care Excellence], el organismo que regula los protocolos médiscos en Reino Unido, y que indican que cuando un paciente presenta sangre en orina en primer lugar hay que descartar una infección urinaria pero, si no remite, hay que derivarlo al especialista para que haga una evaluación urológica, "y esto no siempre se hace así", concluye Pérez Gracia.

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