ensayo en 10 hospitales españoles
La triple línea de rehabilitación es útil en los pacientes bipolares
El ensayo clínico que ha aplicado este tratamiento protagonizó el XII Seminario de TB. Técnicas funcionales y psicoeducativas y fármacos mejoran la capacidad neurocognitiva.
Ibiza. Pilar Laguna | dmredaccion@diariomedico.com | 10/06/2013 17:51
Ana González-Pintos, José Manuel Montes y Anabel Martínez, en el seminario celebarado en Ibiza. (Pilar Laguna)
"Al inicio se puede hacer un diagnóstico de episodio psicótico porque la euforia se achaca a las drogas y, sobre todo el trastorno bipolar tipo II, cuando el cuadro depresivo es mayor, no se distingue de la depresión", ha advertido González-Pinto durante el XII Seminario Lundbeck sobre Trastorno Bipolar celebrado en Ibiza. La psiquiatra ha insistido en que para un diagnóstico diferencial se tiene que recoger la información clínica de forma minuciosa y hacer un seguimiento pormenorizado del enfermo. A día de hoy no existen marcadores biológicos que puedan objetivar esta enfermedad crónica que cursa en ciclos depresivos, maníacos o mixtos.
La importancia del diagnóstico precoz viene urgida por la prevención de comorbilidades frecuentes en el trastorno bipolar, como el déficit cognitivo, que afecta del 40 al 60 por ciento de los enfermos. Este daño cerebral puede aumentar durante los episodios de manía o depresión y persistir en los periodos intermedios de estabilidad anímica. Se ha visto que hay mayor deterioro cognitivo cuantas más recaídas tenga un paciente, como si éstas ejercieran un efecto tóxico en el cerebro. Se va perdiendo capacidad de atención y concentración, memoria y funciones ejecutivas, lo que conduce a vidas de pareja, familiares, laborales y sociales bastante desastrosas.
Triple rehabilitación
Un novedoso ensayo llevado a cabo en diez hospitales españoles, dirigido por el Programa de Trastornos Bipolares del Idibaps y Hospital Clínico de Barcelona, arroja datos positivos sobre la rehabilitación neurocognitiva en estos pacientes desde la triple línea de rehabilitación funcional, psicoeducación y terapia farmacológico. "No se sabía si este tipo de rehabilitación, que se utiliza en lesiones neurológicas y tiene cierta eficacia en esquizofrenia, podría ser útil en trastornos afectivos, pero hemos aplicado un modelo neurocognitivo conductual que ha mejorado el funcionamiento de los bipolares", ha detallado la psicóloga clínica Anabel Martínez en su ponencia.
Se trata de una terapia de grupo de 21 sesiones semanales (90 minutos por sesión) que, además de mejoras cognitivas, persigue la adaptación psicosocial. Son técnicas neurocognitivas de aplicación a la vida diaria para recuperar la memoria, el hábito de lectura y las funciones ejecutivas, conociendo el nivel de urgencia y el tiempo necesario para cada cosa. Además, al paciente se le instruye sobre los déficits cognitivos y el impacto en su funcionamiento, y se involucra a la familia en el proceso rehabilitador. Para fijar la memoria se utiliza, entre otros materiales, El Principito de Saint-Exupèry.
José Manuel Montes, psiquiatra del Hospital del Sureste de Madrid, recalcó la importancia de una adherencia al tratamiento farmacológico. "La remisión, seis meses sin síntomas, se alcanza en el 75 por ciento de los pacientes pero sólo una tercera parte logra la recuperación, que incluye buen funcionamiento social y laboral".
El terapeuta también indica la psicoeducación, además de los psicofármacos para controlar los síntomas.
"Con ello el paciente manejará la enfermedad, mejorarán sus estrategias de afrontamiento y acudirá al médico cuando lo necesite". El tratamiento será individualizado según los síntomas predominantes de manía o depresión.
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