Encuentro organizado por DM y Amgen
Misión en metástasis ósea: alejar las complicaciones
Las metástasis óseas son frecuentes en diferentes tumores, su prevalencia ha aumentado y provocan complicaciones o eventos que se asocian a una pérdida de calidad de vida, a un aumento de visitas al hospital y a mayores costes sanitarios.
Ester Crespo | dmredaccion@diariomedico.com | 24/06/2013 00:00
Javier Cassinello (Hospital de Guadalajara), Daniel Castellano (Sogug), Antonio Burgueño (Servicio Madrileño de Salud), Concha Serrano (Amgen), José Manuel Martínez Sesmero (Hospital Virgen de la Salud, en Toledo), Víctor Rodríguez (Gepac) y Francisco J. Fernández (DM). (Luis Camacho)
El hueso es el lugar más frecuente de metástasis, explicó Javier Cassinello, jefe de Sección de Oncología del Hospital Universitario de Guadalajara. "Si realizáramos autopsias en cánceres avanzados constataríamos que casi un 70 por ciento de los pacientes son portadores de metástasis óseas; en cáncer de mama y de próstata, el 80 por ciento de los enfermos, y en pulmón y otros tumores, la cifra se acerca al 40 por ciento".
Además, estas metástasis provocan eventos relacionados con el esqueleto (ERE). Cuatro de estas complicaciones, apuntó Cassinello, son irreversibles: las derivadas de la fractura patológica, de la radioterapia, de la compresión medular y de la cirugía ósea. "En no tratados, la frecuencia de eventos es elevada: un 64 por ciento en cáncer de mama, en próstata hasta un 50 por ciento, y en pulmón, un 48 por ciento".
Si se observa por eventos al año, el cáncer de mama tiene 3,60 eventos al año y en pulmón, 2,6, entre otros. Estos ERE, según Cassinello, se asocian a una gran pérdida de calidad de vida -física y emocional-, con numerosas visitas al hospital, desarrollo de dolor intenso, disminución de la movilidad y de la supervivencia, y aumento importante de los costes y recursos sanitarios.
Dolor incapacitante
En España, los estudios dicen que el promedio de estancia es de 21 días y el coste, según un estudio de 2011, es de 7.900 euros por compresión medular y 6.900 por fracturas.
Respecto al dolor, se da de muchas formas: por fracturas, aumento de la presión dentro del hueso y compresión de nervios, pudiendo ser crónico o agudo. "Casi el 50 por ciento de los pacientes con metástasis óseas van a sufrir dolor grave y a necesitar opioides y radioterapia", dijo Cassinello, que incidió en la importancia de reducir al máximo las complicaciones. Un estudio del año 2007 muestra que la presencia de uno o más eventos está asociada a menos supervivencia frente a los pacientes que no hayan sufrido ninguno.
Además, padecer este tipo de complicación predispone a otros. "Hay que incorporar los avances en nuestras prácticas diarias porque todo lo que hagamos por reducir los eventos, aunque sea uno, ¡conducirá a un ahorro enorme de costes; y costes que se reducen con la prevención de ERE más que con el tratamiento", añadió el oncólogo de Guadalajara.
En Madrid, el gasto en metástasis óseas es de entre 45 y 60 millones de euros, informó Antonio Burgueño, director general de Hospitales del Servicio Madrileño de Salud. En España, el gasto era de 5.000 euros por ingreso en 2010, precisó José Manuel Martínez, farmacéutico del Hospital Virgen de la Salud, en Toledo, y según un estudio europeo de este año, los recursos más utilizados son los ingresos, las consultas externas, las visitas a domicilio, el diagnóstico y lo quirúrgico. La distribución por seguimiento es de siete a once meses, y más del 90 por ciento se asociaban con el número y estancia en el hospital. "La radioterapia cuesta 2.500 euros, 8.000 euros la compresión ósea y 4.500 la cirugía", añadió Martínez, que considera que los fármacos para este campo tienen un gran coste, pero también lo tienen los eventos.
Desde el punto de vista de los pacientes, lo que quieren es el acceso al mejor tratamiento posible, que se traduce en tiempo, y son conscientes de que el trato es diferente según la comunidad autónoma, explicó Víctor Rodríguez, director general del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), donde realizan congresos anuales en los que se imparte formación sobre todo tipo de tumores. "El cáncer es tanto físico como emocional y social. Es difícil adaptarnos y convivir con la enfermedad porque es una incertidumbre constante y conlleva grandes cambios sociales".
De entrada, el diagnóstico de las metástasis óseas merma la calidad de vida de estos pacientes, que se encuentran limitados por el dolor óseo, que es indescriptible, y que afecta al entorno. Además, según apuntó Rodríguez, algunos pacientes necesitan material ortopédico y esto supone un gran coste económico. "Los dos aspectos que más nos preocupan son el dolor y la pérdida de autonomía".
Otro aspecto esencial es que estos pacientes necesitan apoyo psicológico. Adquieren sentimiento de aislamiento y de culpabilidad, así como una dependencia de terceras personas, que no siempre se tienen, lo que implicaría mayor coste económico contratar a asistentes. Este gasto se une a más visitas al hospital y mayor ausencia en el trabajo. Por ello, Rodríguez se preguntó si realmente están seguros de lo que significa la calidad de vida del paciente.
Los pacientes quieren que los tratamientos sean menos tóxicos, individualizados y dirigidos por un equipo multidisciplinar. Rodríguez cree que podrían mejorarse aspectos, como la importancia de contar con enfermería, que a veces no se tiene en los servicios de oncología, y el oncólogo, por su parte, a veces se preocupa más por el tumor que por reducir el dolor.
Tratamientos
El cáncer de más afectación por las metástasis óseas es el de próstata. El 90 por ciento de los pacientes con este tipo de tumor en fase avanzada tienen lesión ósea, afirmó Daniel Castellano, presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (Sogug, en siglas en inglés). A veces, el tratamiento con radioterapia hace que deje de ser efectivo en las fases tempranas de la enfermedad. El abordaje de los síntomas añadidos a las complicaciones, como el dolor y las fracturas, es analgésico, mayoritariamente con opiáceos.
En las metástasis, hasta ahora se han empleado bisfosfonatos, dirigidos al control de recambio de células óseas. "Los bisfosfonatos nos han permitido tener un buen control de las metástasis óseas", añadió Castellano. Hace poco se ha aprobado un anticuerpo monoclonal, el denosumab, muy específico sobre la célula. "Este nuevo agente supone un punto clave porque ha abierto la puerta a la llegada de más posibilidades terapéuticas". El oncólogo insistió en la importancia de saber transmitir a los pacientes que todos los tratamientos tienen efectos secundarios, pero que son fáciles de controlar.
Conclusiones
Registro Un registro único de tumores y eventos sería lo ideal, pero requiere un gran gasto, con el coste añadido de quién lo realizaría y de pasar controles de calidadComplicaciones
Las metástasis óseas provocan complicaciones muy frecuentes en pacientes no tratados. Cuatro de ellas son irreversibles y se derivan de la presencia de fractura ósea, radioterapia, compresión nerviosa y medular, y cirugía
Multidisciplinar
Los enfermos con metástasis óseas -4.000 anuales- deberían contar con unidades específicas; es importante que sean tratados
por equipos multidisciplinares
Próstata
El tumor con mayor afectación por metástasis óseas es el de próstata: el 90 por ciento de los pacientes en fase avanzada tienen lesiones
Supervivencia
La presencia de uno o más eventos se? asocia a menor supervivencia frente a los que no tienen ninguno. Además, eleva el riesgo de padecer otros
Opiniones
Javier CassinelloTenemos que incorporar los avances en nuestras prácticas diarias porque todo lo que hagamos por disminuir este tipo de complicación supondrá un ahorro enorme
Antonio Burgueño
No existe un registro de tumores ni tampoco de los eventos asociados. Algunos hospitales sí tienen, pero como el paciente cambia de hospital no se puede realizar el seguimiento
Víctor Rodríguez
Los pacientes queremos que los tratamientos tengan menor toxicidad y que sean individualizados. Los dos aspectos que más nos preocupan son el dolor y la falta de autonomía
José Manuel Martínez
El gasto es de 5.000 euros por ingreso y los recursos más empleados son las consultas, los ingresos, las visitas a domicilio, el diagnóstico y las intervenciones quirúrgicas
Daniel Castellano
El nuevo anticuerpo monoclonal denosumab supone un avance clave que ha abierto la puerta a
la llegada de más fármacos para aliviar la enfermedad
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