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Los padres no tienen ni idea de los peligros de los iPod y de otros ruidos arriesgados, según un estudio
Aumenta la pérdida auditiva en los adolescentes, pero papá y mamá no están dando la alarma
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_142807.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 02/20/2014) Traducido del inglés: viernes, 22 de noviembre, 2013 "La pérdida auditiva de alta frecuencia, que por lo general se relaciona con el ruido, ha aumentado en los adolescentes de EE. UU.", afirmó la investigadora del estudio, la Dra. Deepa Sekhar, profesora asistente de pediatría del Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Aún así, la encuesta de Sekhar de unos 700 padres halló que la gran mayoría (más del 96 por ciento) creían que sus hijos adolescentes no estaban en riesgo, o que solo tenían un riesgo leve, de contraer problemas auditivos debidos a un exceso de ruido. Más de dos tercios afirmaron que no habían hablado con sus hijos adolescentes sobre los peligros de los ruidos debido a esa percepción de una amenaza baja.
Los dispositivos personales de música y los conciertos son una causa común de sobredosis de ruido, al igual que cortar el césped, sobre todo cuando se escucha música al mismo tiempo, advirtió. Las clases de taller de manualidades y los eventos deportivos también pueden ser extremadamente ruidosos, advirtió.
La pérdida auditiva de alta frecuencia no ocurre de un día para el otro. Ocurre gradualmente, limitando la capacidad de escuchar sonidos comunes del habla de alta frecuencia, como las letras s, h y f. Con el tiempo, esto puede dañar el rendimiento escolar, la vida personal, y más adelante, el éxito laboral.
Aunque el trece por ciento de los adolescentes exhibían pérdida auditiva de alta frecuencia a principios de los 90, esa cifra había subido al 16 por ciento para 2006, según la información de respaldo provista por Sekhar.
El estudio, en que participaron los padres de adolescentes de 13 a 17 años de edad, aparece en la edición el línea del 21 de noviembre de la revista JAMA Otolaryngology -- Head and Neck Surgery. Fue financiado por una subvención de Children's Miracle Network, una organización sin fines de lucro que busca llamar la atención sobre los problemas de salud de los niños.
Sekhar dijo que no espera que los adolescentes que aman a la música renuncien a su pasatiempo favorito. En lugar de ello, desea aumentar la concienciación entre los padres de que proteger la audición es esencial.
Mantener el volumen de los dispositivos personales de música a unos niveles razonables es una forma de proteger al oído, planteó.
"Es difícil proveer un nivel exacto de volumen dado que tanto el volumen como la duración de la exposición tienen un impacto sobre el oído a largo plazo", apuntó Sekhar. Sugirió invertir en auriculares que limiten el volumen y en controles del volumen para los aparatos de música portátiles.
Los padres también pueden sugerir a sus hijos que usen tapones para los oídos cuando saben que el ruido será excesivo, por ejemplo en los conciertos, en las clases de taller de manualidades y al cortar el césped, aconsejó.
También deben desanimarles de utilizar dos fuentes de ruido fuerte de manera simultánea, por ejemplo escuchar música mientras cortan el césped o limpian la nieve con una sopladora, dijo.
Robert Frisina, especialista de la audición y director del Centro Global de Investigación del Oído y el Habla de la Universidad del Sur de Florida, en Tampa, ofreció algunos consejos a los padres. "En los aparatos personales de música, active el límite de volumen que la mayoría tienen para prevenir el daño por el ruido, pero que los adolescentes generalmente no activan", aconsejó.
Cuando los adolescentes realizan actividades que conllevan ruidos altos, aconséjeles usar protección para el oído, añadió. Los tapones para los oídos flexibles disponibles en las farmacias son una opción.
Los sonidos superiores a los 85 decibeles pueden provocar una pérdida auditiva permanente, según la Asociación Americana del Habla, el Lenguaje y el Oído (American Speech-Language-Hearing Association). Algunos reproductores de MP3 pueden alcanzar los 110 decibeles, mientras que las cortadoras de césped pueden llegar a los 106.
En su estudio, Sekhar halló que los padres con más educación y los padres de adolescentes más jóvenes eran más propensos que otros a fomentar unas prácticas seguras de escucha.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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