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Institutos Nacionales de la Salud
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Todavía no se sabe si conviene administrar pruebas mentales de rutina a los adultos mayores, según un panel
Hasta que mejoren los tratamientos para la demencia, en realidad no tiene sentido, apuntan algunos expertos
Traducido del inglés: jueves, 7 de noviembre, 2013
Pero unas directrices propuestas por un panel designado por el gobierno de EE. UU. señalan que no existe suficiente evidencia para dar el sí ni el no a un método generalizado de esta forma.
Todavía no está claro si el riesgo de resultados falsos y la falta de tratamientos disponibles para ayudar a los pacientes de demencia superan los beneficios asociados con una identificación temprana, comentó el Dr. Albert Siu, copresidente del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU., que publicó las recomendaciones propuestas el lunes.
Los problemas del pensamiento y la memoria relacionados con la edad "son un problema muy común y bastante devastador, sobre todo entre las personas a partir de los 80 años", apuntó Siu. "Creemos que los médicos deben estar alertas a las señales y a los síntomas durante su evaluación. Si ven algo, deben administrar las pruebas del deterioro cognitivo".
El grupo de trabajo está actualizando las directrices de 2003 sobre las pruebas de detección para los problemas de pensamiento en las personas mayores, y tomará una decisión final el próximo mes.
Siu, presidente de geriatría y medicina paliativa del Hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, enfatizó que las directrices se refieren solo a los pacientes que no muestran síntomas de problemas con el pensamiento o la memoria.
"Si alguien tiene síntomas o su familia está preocupada, esto no aplica para esa persona. Deben consultarlo con el médico", aconsejó Siu.
"Esto se trata de las personas que no tienen quejas ni problemas. La pregunta es si se deben realizar pruebas de detección de forma rutinaria en el consultorio médico", explicó.
Se estima que entre 2.4 y 5.5 millones de estadounidenses sufren de demencia, que afecta su capacidad de funcionar social y laboralmente. La afección se hace más común con la edad, y afecta a una de cada 20 personas de 71 a 79 años, a alrededor de una cuarta parte de los que tienen a partir de 80 años, y a más de un tercio de las personas a partir de los 90 años.
Las directrices propuestas señalan que las pruebas de detección pueden detectar la demencia. La pregunta es si los pacientes se beneficiarían de una identificación temprana del declive mental. Los autores de las directrices escriben que no está claro si los tratamientos existentes tienen un efecto significativo sobre la demencia de leve a moderada.
Una revisión de los estudios, tratamientos y herramientas diagnósticas existentes tampoco halló pruebas médicas de que una detección más temprana del declive cerebral relacionado con la edad ayude a mejorar la toma de decisiones sobre el futuro del paciente.
Es poco común que los médicos hagan pruebas para los problemas del pensamiento a menos que sean neurólogos o psiquiatras, señaló el Dr. P. Murali Doraiswamy, profesor de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Durham, en Carolina del Norte. "Hasta los pilotos, cirujanos o presidentes que se hacen exámenes físicos raras veces reciben pruebas de la memoria rutinarias", comentó.
Pero detectar los problemas de pensamiento pronto puede tener beneficios potenciales. Doraiswamy aseguró que la pérdida de memoria en sí puede ser provocada por otras afecciones que son reversibles, como los problemas de la tiroides, la depresión, el estrés, la ansiedad y los problemas del sueño.
El Dr. Philip Gorelick, especialista en accidente cerebrovascular y profesor de ciencia traslacional y medicina molecular del Colegio de Medicina Humana de la Universidad Estatal de Michigan, se mostró de acuerdo. La detección temprana permitiría la inscripción en estudios de investigación de las personas que presentan problemas leves con el pensamiento, enfermedad de Alzheimer o problemas leves del pensamiento debido a problemas con el flujo sanguíneo al cerebro. Y comentó que los pacientes de Alzheimer también podrían beneficiarse del tratamiento para los síntomas.
El grupo de trabajo comentó que se sabe poco sobre los daños provocados por las pruebas de rutina, y sugirió que se realice más investigación antes de que las pruebas de detección de rutina se conviertan en el estándar.
Doraiswamy dijo que la postura del grupo de trabajo sobre las pruebas de detección podría cambiar si se muestra que un tratamiento previene la demencia, pospone su inicio o la detiene del todo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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