El progreso en el área cardiovascular sitúa España a la cabeza de la Unión Europea en esperanza de vida
JANO.es · 25 septiembre 2014 14:21
Un estudio publicado en 'Revista Española de Cardiología' revela que 4 de los 6 años ganados en los últimos 30 se deben a un mejor tratamiento y prevención de estas enfermedades.
España es el segundo país europeo con menor mortalidad por causa cardiovascular, con 132,5 por cada 100.000 habitantes.
Un reciente informe divulgado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, sitúa la esperanza de vida de los españoles en 82,5 años, mientras que la media europea es de 79,3. El mismo estudio revela que España es el segundo país con menor mortalidad por causa cardiovascular, sólo superada por Francia (132,5 por cada 100.000 habitantes vs 118,9).
Asimismo, la Revista Española de Cardiología (REC) acaba de publicar un trabajo en el que se analiza el aumento de la esperanza de vida entre la población española en los últimos 30 años, concluyendo que de los 6 años de vida ganados desde entonces, 4 se deben exclusivamente a la disminución de la mortalidad cardiovascular.
Asimismo, la Revista Española de Cardiología (REC) acaba de publicar un trabajo en el que se analiza el aumento de la esperanza de vida entre la población española en los últimos 30 años, concluyendo que de los 6 años de vida ganados desde entonces, 4 se deben exclusivamente a la disminución de la mortalidad cardiovascular.
“Este estudio también analiza qué factores han contribuido a esta mejora y se debe en la misma importancia, tanto a la asistencia cardiológica como a la prevención”, explica el Dr. Leandro Plaza, presidente de la FEC. “Aun así", añade, "los últimos datos publicados por el Ministerio revelan que todavía nos queda mucho trabajo por hacer, ya que existe una gran incidencia de los factores de riesgo cardiovascular, siendo la de la mayoría de ellos superiores a la media europea”.
Así, según los datos de los informes 'Los sistemas sanitarios en los países de la UE. Características e indicadores de salud en el siglo XXI' y del 'European Cardiovascular Disease statistics', España es el octavo país con mayor incidencia de diabetes entre la población de 20 a 79 años: la padece el 6,5%, cuando en Suecia, el país con menor presencia de diabetes, el porcentaje se cifra en un 4,4%. La media europea se sitúa en 6,4%.
En lo que concierne al tabaquismo, y aunque la ley antitabaco ha reducido considerablemente el consumo de tabaco, todavía fumamos más que los europeos. En España fuma el 24% de la población mayor de 15 años, frente al 22,5% de Europa, lo que nos sitúa como el décimo país más fumador.
En consumo de alcohol, y contrariamente a la creencia habitual, España presenta una tasa de 9,8 litros por persona y año, mientras que la media europea se sitúa en 10 litros, siendo Italia el país menos bebedor con 6,1 litros y Lituania el que más alcohol consume, con 12,9 litros anuales. En cuanto a obesidad, España es el noveno país con más presencia de esta patología, con el 17% de la población española mayor de 15 años con el índice de masa corporal superior a 30. La media europea es del 16,6%.
Asimismo, el 42% de los adultos españoles declara no realizar actividad física nunca, frente al 39% de la media europea. El país menos sedentario es Suecia con solo un 6% y el que más Grecia con un alarmante 67%. En lo que se refiere a hipertensión: el 36,7% de la población española sufre niveles de presión en sangre elevados. La media europea se encuentra en 41,8%. Por último, en España el 56,1% de los mayores de 25 años tiene niveles de colesterol en sangre superiores a 5.0mmol/L.
“La alta incidencia de los principales factores de riesgo cardiovascular junto con el pequeño repunte de la mortalidad en cifras absolutas detectado en el último análisis del Instituto Nacional de Estadística, hace prever que en los próximos años se producirá un aumento de la enfermedad cardiovascular y de los fallecimientos por esta causa si no tomamos medidas urgentes entre todos y apostamos por las políticas de prevención”, advierte el Dr. Plaza. “Recordemos que, además, siempre sale más barato prevenir que curar”, concluye.
Así, según los datos de los informes 'Los sistemas sanitarios en los países de la UE. Características e indicadores de salud en el siglo XXI' y del 'European Cardiovascular Disease statistics', España es el octavo país con mayor incidencia de diabetes entre la población de 20 a 79 años: la padece el 6,5%, cuando en Suecia, el país con menor presencia de diabetes, el porcentaje se cifra en un 4,4%. La media europea se sitúa en 6,4%.
En lo que concierne al tabaquismo, y aunque la ley antitabaco ha reducido considerablemente el consumo de tabaco, todavía fumamos más que los europeos. En España fuma el 24% de la población mayor de 15 años, frente al 22,5% de Europa, lo que nos sitúa como el décimo país más fumador.
En consumo de alcohol, y contrariamente a la creencia habitual, España presenta una tasa de 9,8 litros por persona y año, mientras que la media europea se sitúa en 10 litros, siendo Italia el país menos bebedor con 6,1 litros y Lituania el que más alcohol consume, con 12,9 litros anuales. En cuanto a obesidad, España es el noveno país con más presencia de esta patología, con el 17% de la población española mayor de 15 años con el índice de masa corporal superior a 30. La media europea es del 16,6%.
Asimismo, el 42% de los adultos españoles declara no realizar actividad física nunca, frente al 39% de la media europea. El país menos sedentario es Suecia con solo un 6% y el que más Grecia con un alarmante 67%. En lo que se refiere a hipertensión: el 36,7% de la población española sufre niveles de presión en sangre elevados. La media europea se encuentra en 41,8%. Por último, en España el 56,1% de los mayores de 25 años tiene niveles de colesterol en sangre superiores a 5.0mmol/L.
“La alta incidencia de los principales factores de riesgo cardiovascular junto con el pequeño repunte de la mortalidad en cifras absolutas detectado en el último análisis del Instituto Nacional de Estadística, hace prever que en los próximos años se producirá un aumento de la enfermedad cardiovascular y de los fallecimientos por esta causa si no tomamos medidas urgentes entre todos y apostamos por las políticas de prevención”, advierte el Dr. Plaza. “Recordemos que, además, siempre sale más barato prevenir que curar”, concluye.
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