viernes, 12 de septiembre de 2014

Relacionan el consumo diario de marihuana por parte de los adolescentes con unos malos resultados: MedlinePlus

Relacionan el consumo diario de marihuana por parte de los adolescentes con unos malos resultados: MedlinePlus

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Relacionan el consumo diario de marihuana por parte de los adolescentes con unos malos resultados

El hábito de fumar marihuana cada día redujo las probabilidades de obtener un mejor nivel educativo y aumentó el riesgo de suicido, según un estudio
Traducido del inglés: jueves, 11 de septiembre, 2014
Imagen de noticias HealthDay
MARTES, 9 de septiembre de 2014 (HealthDay News) -- Los adolescentes que consumen marihuana diariamente antes de alcanzar los 17 años de edad tienen más probabilidades de sufrir ciertos problemas a largo plazo que los que no consumen, según una investigación reciente en Australia.
En comparación con los adolescentes que no consumen marihuana (también llamada cannabis), el estudio informa que los adolescentes que sí lo hacen diariamente antes de los 17 años tienen:
  • un 60 por ciento menos de probabilidades de obtener el diploma de secundaria o un título universitario;
  • siete veces más probabilidades de intentar suicidarse durante la edad adulta temprana;
  • un riesgo ocho veces mayor de consumir una serie de otras drogas ilegales cuando tienen entre 20 y 29 años,
  • y 18 veces más probabilidades de desarrollar una dependencia a largo plazo de la marihuana que continúa después de los 17 años de edad.
"Lo que hallamos es que aunque los efectos eran mayores para los consumidores diarios, también se produjeron efectos notables con un consumo menos frecuente del cannabis", afirmó el autor principal del estudio, Edmund Silins, investigador en la facultad de medicina en el Centro Nacional de Investigación sobre las Drogas y el Alcohol de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sídney, Australia.
"De hecho", añadió, "consumir con una frecuencia menor a la mensual antes de los 17 años también se asoció con un cierto grado de riesgo de consecuencias perjudiciales, aunque era menor, por supuesto, que para los consumidores diarios".
Silins y el coautor Richard Mattick comentaron los hallazgos de su equipo el martes en una teleconferencia desde Sídney. El estudio aparece en la edición de septiembre de The Lancet Psychiatry.
Los autores indicaron que la marihuana actualmente es la droga ilegal más consumida en todo el mundo, con un consumo diario (o casi diario) observado ahora entre aproximadamente el 7 por ciento de los estudiantes de último año de secundaria de EE. UU.
Para explorar las posibles consecuencias a largo plazo del consumo de marihuana durante la adolescencia, el equipo del estudio analizó los hallazgos colectivos de 3 investigaciones a largo plazo que contaron con casi 3,800 hombres y mujeres en Australia y en Nueva Zelanda.
Se prestó atención de forma específica a la frecuencia del consumo de marihuana durante la adolescencia media hasta los 17 años, y se clasificó la exposición en una escala que variaba entre nunca y el consumo diario.
Además, se dio seguimiento al desarrollo a largo plazo según siete medidas distintas: graduarse de secundaria; haber obtenido un título universitario a los 25 años; el desarrollo de la dependencia a la marihuana; la depresión; la frecuencia de los intentos de suicidio; el consumo de otras drogas ilegales (como la cocaína, la heroína, las anfetaminas, los alucinógenos y/o los medicamentos recetados), y si los participantes dependían o no económicamente de la asistencia gubernamental entre los 27 y los 30 años de edad.
El resultado: incluso tras haber tenido en cuenta un rango amplio de factores que podrían haber afectado al desarrollo (incluyendo la edad, el sexo, la etnia, los medios económicos y las enfermedades mentales), el equipo de investigación concluyó que había un vínculo "claro y consistente" entre el consumo diario de marihuana durante la adolescencia y unas consecuencias considerablemente peores a largo plazo.
Los investigadores hallaron que los peores resultados se reflejaban en cada medición excepto en dos: la probabilidad de sufrir de depresión y de ser dependiente de la ayuda del gobierno.
Los autores comentaron además que el riesgo de un rendimiento pobre a largo plazo parecía ser "dependiente de las dosis", de modo que un consumo mayor se traducía en unos resultados peores.
En la teleconferencia, Silins dijo que cree que los hallazgos "son generalizables a las regiones con tasas similares de consumo de cannabis y con leyes similares". La prevalencia del consumo de marihuana, señaló, es ahora del 10 por ciento en Australia y del 15 por ciento en Nueva Zelanda, en comparación con el 16 por ciento en los Estados Unidos, el 12 por ciento en Canadá y el 6.5 por ciento en el Reino Unido.
A pesar de los hallazgos, Mattick, el coautor, también del Centro Nacional de Investigación sobre las Drogas y el Alcohol en Sídney, enfatizó que los autores del estudio "no intentaban aconsejar a los reguladores o a los legisladores directamente. Lo que intentamos es hacerles conscientes de estos resultados, dada la controversia en torno al consumo del cannabis y su impacto sobre el bienestar".
Los investigadores sugieren que los esfuerzos por legalizar la marihuana sean "evaluados con cuidado" para proteger a los adolescentes de los problemas a largo plazo que podrían surgir como resultado del consumo en la juventud.
Paul Armentano, subdirector de NORML, un grupo defensor de la legalización de la marihuana de la ciudad de Nueva York, dijo que "se puede demostrar que es falsa la presunción de que criminalizar el cannabis previene o limita de forma adecuada el acceso de los jóvenes al cannabis".
Armentano señaló que "hay poco debate entre los expertos sobre si debería desaconsejarse el consumo de cannabis por parte de los jóvenes, en particular el consumo diario de cannabis, al igual que el consumo de los jóvenes de otros intoxicantes potencialmente problemáticos, como el alcohol y el tabaco".
Pero, Armentano añadió que "criminalizar el cannabis para los adultos produce un impacto pequeño, si es que produce alguno, sobre la reducción del acceso o el consumo de los adolescentes a la planta".
Sugirió que una política pública que "regule el consumo de marihuana de los adultos, pero que restrinja el uso para las personas jóvenes, mediante regulaciones para los vendedores y el refuerzo de las restricciones para consumidores, es lo mejor para reducir las amenazas asociadas con el consumo o abuso de la planta por parte de los adolescentes".
Aunque el estudio halló una asociación entre el consumo de marihuana por parte de los adolescentes y unas consecuencias perjudiciales para el desarrollo, no probó una relación causal.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Edmund Silins, Ph.D., research fellow, faculty of medicine, University of New South Wales, National Drug and Alcohol Research Centre, Sydney, Australia; Richard Mattick, Ph.D., professor of drug and alcohol studies, University of New South Wales, National Drug and Alcohol Research Centre, Sydney, Australia; Paul Armentano, deputy director, NORML, New York City; September 2014, The Lancet Psychiatry
HealthDay
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