Traducido del inglés: miércoles, 18 de mayo, 2016
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
MARTES, 17 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- Los seres queridos que actúan en nombre de pacientes enfermos en estado crítico con frecuencia son más optimistas con respecto a los resultados que los médicos. Pero no es así necesariamente porque no comprendan la gravedad del caso, sugiere una nueva investigación.
El estudio de más de 200 representantes que tomaban las decisiones por los pacientes halló que en más de la mitad de los casos los médicos y los seres queridos no estaban de acuerdo respecto a si el paciente iba a morir o no.
Pero "no es solo una mala interpretación del pronóstico de los pacientes lo que provoca que los familiares y amigos del paciente tengan un estimado significativamente distinto de la supervivencia de su ser querido que el de su médico", dijo el autor del estudio, el Dr. Douglas White.
Las creencias personales de los representantes influyen en su perspectiva, dijo White, profesor de medicina de atención crítica en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
Algunos representantes que toman las decisiones por los seres queridos creen que si "esperan que al paciente le irá bien será bueno para el paciente, o que el paciente tiene fuerzas que desconoce el médico", explicó. "Y las creencias religiosas de que un poder superior podría salvar al paciente también entran en juego".
"Los médicos deberían ser conscientes de cualquier cosa que esté pensando la persona encargada de tomar decisiones por el paciente cuando expresen un pronóstico y se examinen las distintas opciones de atención", dijo White.
Más de la mitad de los adultos estadounidenses no son capaces de procesar la información y tomar decisiones sobre la atención crítica sobre sí mismos cuando se enfrentan a una situación del final de la vida, según las estadísticas de 2010 citadas por los autores del estudio. Con frecuencia se pide a los familiares u otras personas que tomen las decisiones por los pacientes en estos casos difíciles.
Para este estudio, los investigadores se propusieron explorar el modo en que los representantes de los pacientes procesan la información que les dan los médicos. Encuestaron a 229 personas (principalmente familiares o amigos) que tuvieron que tomar las decisiones por 174 pacientes de cuidados intensivos en el Centro Médico de la Universidad de California, en San Francisco, entre 2005 y 2009.
Se pidió a todos que estimaran las probabilidades de supervivencia de su ser querido en una escala de 1 a 100.
Después de comparar las respuestas de los representantes con las de 99 médicos, los autores del estudio hallaron que el 53 por ciento de las veces había una diferencia de al menos un 20 por ciento en el modo en que los representantes y los médicos interpretaron el pronóstico del paciente.
Los representantes tendían a tener un pronóstico más optimista. Pero se observó que los médicos expresaron puntos de vista más precisos, en función de que cuáles fueron los resultados finales (y los fallecimientos de más del 40 por ciento de los pacientes), según el estudio.
Entre los representantes que expresaron opiniones muy optimistas, solamente el 17 por ciento dijeron que habían malinterpretado la información médica. Aproximadamente un tercio (71 representantes) mantuvieron una opinión más positiva que la del médico, a pesar de haber comprendido la información que les habían proporcionado.
¿Por qué? Casi la mitad de los 71 dijeron que sentían que mantener la esperanza era útil para el paciente. Aproximadamente un tercio se refirió al conocimiento más íntimo que tenían de las capacidades del paciente, y un poco más de la cuarta parte citaron sus creencias religiosas.
El estudio apareció el 17 de mayo en la revista Journal of the American Medical Association.
El Dr. Elie Azoulay, autor líder de un editorial publicado junto al estudio en la revista, dijo que los familiares, con mucha frecuencia, simplemente buscan la intimidad y el tiempo que necesitan para adaptarse a una nueva realidad, en lugar de más información médica.
"No [se trata de] que no comprendieran o de que no puedan entender la información médica", dijo Azoulay, subdirector de la unidad médica de cuidados intensivos en el Hospital Saint-Louis, en París, Francia. "Simplemente no quieren escuchar lo que decimos y cómo lo decimos".
Así que Azoulay sugirió que los médicos vean las diferencias entre los familiares y los médicos "como una oportunidad para cambiar el modo de comunicarse, de abordar mejor las necesidades de los familiares y de escuchar de forma activa".
Los médicos deberían hablar menos y escuchar más, y proporcionar a los seres queridos "oportunidades de expresar sus preocupaciones, descargar las emociones o en ocasiones simplemente estar allí con el equipo sin escuchar o decir nada", dijo Azoulay.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Douglas B. White, M.D., M.A.S., professor and director, program on ethics and decision making in critical illness, department of critical care medicine, University of Pittsburgh Medical Center, Pittsburgh, Pa.; Elie Azoulay, M.D., Ph.D., professor of medicine, Paris-Diderot Sorbonne University, and deputy director, intensive care medical unit, Saint-Louis Hospital, Paris, France; May 17, 2016,Journal of the American Medical Association
HealthDay
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