Traducido del inglés: jueves, 26 de mayo, 2016
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
MIÉRCOLES, 25 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- Los intentos de suicidio de los militares no necesariamente son impulsados por el combate. En el punto álgido de las guerras en Irak y Afganistán, los soldados del Ejército de EE. UU. más propensos a intentar suicidarse nunca fueron desplegados, muestra una investigación reciente.
Además, el riesgo más elevado ocurrió justo dos meses tras el inicio del servicio, según el estudio de más de 163,000 soldados.
Pero los hallazgos no son una señal de que ir a la guerra proteja a los soldados del suicidio. "Es más probable que los que no son desplegados ya estén en un riesgo más alto de suicidio, y que ese sea uno de los motivos de que no les autorizaran para el despliegue", planteó Alan Peterson, profesor y jefe de medicina conductual del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en San Antonio. Peterson, investigador sobre la salud mental de los militares, no participó en el estudio.
Las tasas de suicidio en los militares aumentaron en gran medida durante las guerras de los últimos 15 años, apuntó el autor líder del estudio, el Dr. Robert Ursano.
"Las tasas de suicidio en el Ejército han sido tradicionalmente de alrededor de la mitad que en una población civil similar", apuntó Ursano, director del Centro de Estudio del Estrés Traumático de la Universidad de Ciencias de la Salud de los Servicios Uniformados, en Bethesda, Maryland. "Durante las guerras en Irak y Afganistán, las tasas aumentaron y superaron a las de los civiles. Han permanecido altas".
Los estudios sobre el suicidio en los militares tienden a enfocarse en los suicidios reales. Pero la nueva investigación, parte de una iniciativa más amplia para comprender el problema y explorar soluciones, observa los intentos de suicidio.
Los investigadores analizaron una gran muestra de soldados que prestaron servicio entre 2004 y 2009. El foco fueron 9,650 soldados que intentaron suicidarse, y que se dividieron en tres grupos: los que estaban actualmente desplegados, los que habían sido desplegados anteriormente, y los que nunca fueron desplegados.
Los investigadores encontraron que los que nunca habían sido desplegados y las mujeres tenían más de tres veces más probabilidades de intentar suicidarse. Otros que tenían el riesgo más alto de intentar suicidarse fueron los soldados en los dos primeros años de servicio, y los soldados que habían recibido un diagnóstico de salud mental en el mes anterior.
Los soldados que nunca habían sido desplegados conformaban el 40 por ciento de todos los soldados, pero el 61 por ciento de los que se suicidaron, encontró el estudio.
El riesgo de intento de suicidio de los soldados nunca desplegados fue más alto en el segundo mes de servicio. Es probable que esto se deba a que "a principios de sus carreras, los soldados se enfrentan al estrés de entrar al Ejército y de un posible despliegue", dijo Ursano.
Peterson apuntó a otra explicación posible: intentar suicidarse es una forma de ser dado de baja temprano del servicio militar.
Entre los que estaban en su primer despliegue, el riesgo más alto de intento de suicidio se observó en el sexto mes del despliegue, hallaron los investigadores. Y en cuanto a los que habían sido enviados al servicio activo anteriormente, el riesgo más alto fue en el quinto mes tras su regreso.
"Durante el despliegue, cuando el enemigo intenta matarle, la reacción humana natural es de supervivencia", dijo Peterson. "Eso podría ayudar a explicar parte de la reducción en el riesgo de suicidio durante los despliegues".
Tras el despliegue, los soldados pueden enfrentarse a otro tipo de dolencias de salud mental, planteó Peterson. "Los soldados tienen más tiempo para pensar en sus experiencias vividas durante el despliegue. Los que tienen TEPT, depresión, trastornos por el uso de sustancia y la vergüenza relacionada con el despliegue están en un riesgo más alto de suicidio", advirtió.
¿De qué forma puede ser útil la nueva investigación? "Nuestra meta es identificar a quiénes están en riesgo, y cuándo y dónde", dijo Ursano. "Esto ofrece información útil con respecto a para qué grupos desarrollar intervenciones, además de mecanismos posibles [que] aumentan el riesgo".
Peterson, que alabó el nuevo estudio, dijo que se necesita más investigación para detectar y tratar a los soldados en riesgo. En cuanto a las estrategias, fue coautor de un pequeño estudio publicado el año pasado que sugiere que la terapia breve dirigida a cambiar el modo de pensar (la terapia cognitivo conductual) puede ayudar a los soldados que han hecho un intento o un plan de suicidarse anteriormente.
El nuevo estudio aparece en la edición del 25 de mayo de la revista JAMA Psychiatry.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Robert J. Ursano, M.D., professor and chair, department of psychiatry, and director, Center for the Study of Traumatic Stress, Uniformed Services University of the Health Sciences, Bethesda, Md.; Alan Peterson, Ph.D., endowed chair in Psychiatry, professor and chief, Division of Behavioral Medicine, Department of Psychiatry, School of Medicine, University of Texas Health Science Center at San Antonio; May 25, 2016, JAMA Psychiatry
HealthDay
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