Empezar las clases en un hospital
La escolaridad domiciliaria por enfermedad o dentro de un hospital es una realidad de muchísimos niños en nuestro país. Se trata de una instancia posible gracias al trabajo de la psicopedagogía, una disciplina cuyo objeto de estudio es el sujeto en situación de aprendizaje. ¿Cómo hacer para que el niño no se atrase cuando por enfermedad prolongada no pueda ir al colegio?
El ser humano aprende durante toda su vida, ya que constantemente se encuentra ante situaciones nuevas que movilizan todo su sistema cognoscitivo. Una de esas situaciones es la hospitalización. Los problemas de salud, sobre todo en los pacientes crónicos, plantean verdaderos desafíos de adaptación y aprendizaje.
“La hospitalización representa para el niño o adolescente y su familia una situación nueva en la cual, junto a la preocupación sobre su salud y posibles secuelas, se suman una serie de procedimientos desconocidos y potencialmente traumáticos, en el marco de la separación del entorno familiar, el ausentismo escolar, separación de sus amigos. Cada familia vivirá esta situación de acuerdo a los propios recursos de que dispone”, explican desde el equipo de Psicopedagogía del Hospital Universitario Austral.
Según profundizan, uno de los ejes fundamentales de la psicopedagogía gira en torno a la escolaridad del paciente internado, o de pacientes que por las patologías que padecen, deben permanecer en sus hogares, sin poder incluirse normalmente a su escuela de origen. Por ello, en este hospital como en otros, una de las intervenciones que se realizan es la tramitación de la escolaridad domiciliaria.
La Ley Nº 26.206 plantea a la educación y al conocimiento como un bien público y un derecho personal y social garantizado por el Estado. El artículo 60 de la LEN establece que la Educación Domiciliaria y Hospitalaria es la Modalidad del Sistema Educativo en los niveles obligatorios, destinada a garantizar el derecho a la educación de las personas, que por razones de salud se ven imposibilitadas de asistir con regularidad a una institución educativa. El objetivo de la Modalidad es garantizar la igualdad de oportunidades, permitiendo la continuidad de los estudios y la reinserción a su escuela de origen, cuando ello sea posible.
De esta manera, las escuelas hospitalarias y domiciliarias garantizan la educación de niños y jóvenes con enfermedades orgánicas funcionales por ejemplo: traumatológicas, accidentes, infecciosas, oncológicas, trasplantes, cardio-respiratorias y otras.
La escuela domiciliaria tiene como contexto propio el hogar, hoteles, hogares, hospedajes, u hospitales en donde aún no exista escuela hospitalaria, y otras diversas instituciones sociales y civiles.
La escuela hospitalaria desarrolla sus actividades en el espacio mismo de los hospitales de pediatría, donde da respuestas a la demanda educativa de niños y niñas internados.
¿Qué requisitos son necesarios?
- Certificado médico que aclare la necesidad de atención domiciliaria
- Contenidos pedagógico brindados por su escuela de origen
- Documentación que acredite la identidad del niño o adolescente
¿Quién puede solicitarlo?
- A través de las direcciones de las escuelas donde están inscriptos los niños y adolescentes (primarias comunes, inicial media u otro tipo de institución)
- A través de la solicitud directa a la escuela especial correspondiente, por parte del padre, madre o tutor responsable, u otras instituciones que tengan a su cargo la guarda del niño (hogares, instituciones, hospitales)
En el Hospital Universitario Austral
El Servicio de Pediatría del Hospital Austral, por ser centro de alta complejidad, atiende diversas patologías, muchas de ellas que requieren internación prolongada. A esta situación se suma, que gran parte de la población llega derivada de las distintas provincias de nuestro país y países de Latinoamérica, y la problemática del desarraigo también se hace presente.
El equipo de Psiquiatría Infanto Juvenil realiza la atención de pacientes desde el nacimiento hasta los 17 años. En él, trabajan de manera interdisciplinaria psicopedagogas, psicólogos, psiquiatras y médicos. La atención está dirigida a niños y jóvenes que se encuentran en la Sala de Internación Pediátrica y en Hospital de Día. Además, se realiza el seguimiento a pacientes con patologías crónicas y atención ambulatoria mediante el diagnóstico y tratamiento.
“El lugar que nuclea las intervenciones que realizamos en el hospital es la ‘Sala de Juegos Terapéutica’, que funciona en el 5° piso. Ésta se crea con el objetivo de acompañar al niño y adolescente internado, junto a sus familias, de manera de conservar el espacio lúdico y creativo de la infancia. Cuando un niño o adolescente requiere de internación, su vida cotidiana se ve interrumpida drásticamente. La Sala le ofrece una alternativa para jugar, divertirse, leer, compartir momentos con otros chicos e interactuar con objetos de conocimiento. El juego, además, le proporciona a los pacientes la posibilidad de elaborar de manera activa lo que muchas veces deben sufrir pasivamente (colocación de catéteres, pinchazos, sondas)”, explicó el equipo de psicopedagogas del Hospital Universitario Austral.
“En el marco de la internación, las psicopedagogas no solo acompañamos al paciente, sino también a la familia y al equipo médico. Muchos niños se encuentran internados desde su nacimiento, por ende el contacto con los objetos de conocimiento que favorecen su desarrollo, se ve obstaculizado. Nuestra tarea, en estos casos, es facilitar ese encuentro, ya sea desde el juego, la lectura o la tramitación de la escolaridad domiciliaria”, completan.
Contacto:
*Lic. en Psicopedagogía Cecilia Maucci Integrante del equipo de Salud Mental Infanto Juvenil Hospital Universitario Austral CMAUCCI@cas.austral.edu.ar
*Lic. en Psicopedagogía Giselle Praus Integrante del equipo de Salud Mental Infanto Juvenil Hospital Universitario Austral GPRAUS@cas.austral.edu.arPrensa y Comunicación Institucional 0230 448 2878
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario